ECONOMíA

El plan Lavagna para la crisis energética, con tarifazo en el GNC

Página/12 accedió al informe sobre la crisis energética que elaboraron los técnicos para Lavagna. Insiste con más ajustes en el GNC.

 Por Maximiliano Montenegro

Cuando Roberto Lavagna mencionó la posibilidad de aplicar cortes al GNC para afrontar la crisis energética no estaba hablando al vuelo. El informe técnico sobre la crisis que elaboró el Ministerio de Economía contemplaba esa alternativa. La medida, rápidamente desmentida por Kirchner, además de encontrar impedimentos legales y prácticos, hubiera implicado un altísimo costo político para el Gobierno, ya que en la actualidad 1,3 millón de automóviles utilizan el fluido. Sin embargo, en Economía consideran que la mejor alternativa para racionar la demanda de GNC es “un ajuste progresivo en el precio al público”. En este enfoque, el aumento del 8 por ciento dispuesto hace dos semanas sería sólo el primer peldaño de una larga escalera.
Página/12 accedió al informe que elaboraron los técnicos del Ministerio de Economía para Lavagna. El documento titulado “Crisis energética: Causas, consecuencias y soluciones alternativas” realiza un minucioso diagnóstico de la situación y propone un menú de medidas, la mayoría de las cuales ya están en marcha. El estudio desestima la tesis conspirativa, esbozada por el Presidente, de que las petroleras “taparon los pozos”, para forzar al Gobierno a descongelar el precio del gas en boca de pozo, decreto que entró en vigencia a partir del 10 de mayo último.
Pero además, deja picando una conclusión inquietante: aun con las medidas dispuestas para paliar la crisis (cortes a las exportaciones de gas, menor consumo de GNC por alzas en el precio al público y ahorro energético residencial; importaciones de fuel oil para las usinas eléctricas de Venezuela, importaciones de gas de Bolivia) podría ser necesario recurrir a cortes de gas a industrias y usinas eléctricas “en el pico invernal de demanda”, entre julio y agosto.
Los puntos sobresalientes del estudio son los siguientes:
- Desde 1992, con la privatización de Gas del Estado, la actividad gasífera es desarrollada por 42 empresas que operan en tres unidades de negocios diferentes: producción (31 empresas), transporte (2 empresas) y distribución (9 empresas).
- Si bien el “mercado producto” cuenta con el mayor número de firmas operadoras, “la oferta está altamente concentrada con un actor dominante (Repsol-YPF)”.
- En teoría, la producción opera bajo condiciones de competencia y el precio del gas en boca de pozo está desregulado. El segmento regulado, a través del Enargas, está compuesto por las transportistas y las distribuidoras, repartidas en distintas áreas geográficas, que se encargan de llevar el fluido hasta el consumidor final (ya sea residencial, comercial, industrial, o una central eléctrica).
- La Ley de Emergencia Económica, de comienzos de 2002, determinó la pesificación y congelamiento de las tarifas.
- La demanda está compuesta por 5 grandes grupos: residencial (22% del total), industrias (35%), usinas (28%), GNC (9%), otros (6%), que incluye el consumo de comercios y entes oficiales.
- La demanda interna posee un marcado componente estacional, por el aumento que presenta todos los años el consumo residencial en los meses de invierno: en dicho período, la demanda de las familias se cuadruplica en relación con los niveles de verano.

Por qué

- A principios de este año, la demanda de gas natural experimentó un importante aumento, muy superior al que habitualmente se observa en los primeros meses de cada año. Esto generó un problema de abastecimiento en algunas industrias y usinas eléctricas, “pero fundamentalmente representóun llamado de atención respecto de lo que podría suceder en el pico estacional de demanda durante el invierno”.
- Dicho aumento en la demanda se debió al salto en el consumo de la industria (21%), las centrales térmicas (43%) y el GNC (25%), ya que el consumo residencial se mantuvo en niveles normales.
- En el caso de la demanda industrial hay dos fenómenos que actuaron conjuntamente. Por un lado, un “impulso genuino” como consecuencia del elevado ritmo de expansión de la actividad económica en general y de la industria en particular, especialmente en sectores tales como siderurgia, metalurgia, química y petroquímica, aceites y otros alimentos. Por otro lado, un aumento “artificial” de la demanda, porque en los últimos años muchas industrias empezaron a optar por tecnologías más “gas intensivas” debido a la baratura relativa de ese insumo frente a los combustibles alternativos.
- En este contexto, también hubo un alza de la demanda de gas por parte de las usinas eléctricas agravada por dos factores: la “baja hidraulicidad” (este verano el aporte de los ríos a los embalses fue 28 por ciento inferior al del año pasado), lo que obligó a generar más electricidad en centrales térmicas; y el incremento del uso del gas en la generación térmica, como resultado de la diferencia de entre 5 y 7 veces que existe entre el costo del gas y los combustibles alternativos como el fuel oil y el gasoil.
- Desde la devaluación, el encarecimiento de las naftas y el gasoil (desregulados) versus el GNC (regulado) indujo a una conversión masiva de vehículos a gas. Así, en dos años, se duplicó el consumo de GNC, cuando la anterior duplicación de la demanda tardó unos 7 años.
- Hoy, 1,3 millón de automotores utilizan este fluido, lo cual impone un piso de consumo elevado en el futuro, que disminuye tanto la disponibilidad de gas como la capacidad de transporte del sistema.

Alternativas

- ¿Qué se espera para los próximos meses? La mayor demanda daría lugar a que, aun si se pudieran solucionar los problemas de abastecimiento, se presente un cuello de botella por el lado de la capacidad de transporte del sistema.
- El período de tiempo sujeto a cortes podría extenderse por 4 o 5 meses, de mayo a agosto o incluso septiembre.
- Considerando que el suministro a clientes residenciales, comerciales y entes oficiales no puede ser interrumpido, las alternativas con que se cuenta para reducir el exceso de demanda son las siguientes: cortes a las exportaciones; cortes al GNC; ahorro energético; cortes a usinas eléctricas y disposición de otros combustibles; corte a las industrias.
- Cortes a las exportaciones: las exportaciones están en su mayoría direccionadas a Chile. Dadas las características del sistema de transporte, la restricción no contribuye en forma importante a alivianar el problema, ya que en los gasoductos existen limitaciones físicas para redistribuir los excedentes hacia el mercado interno. Sí podría aprovecharse una disminución de las exportaciones a Brasil, porque descomprimirían el tráfico en la red de transporte de la zona central (Santa Fe, Córdoba, norte de Buenos Aires), donde se localiza una gran parte de las industrias.
- Cortes al GNC: presenta problemas, tanto legales y políticos como operativos o de logística: habría que cortar individualmente cerca de 1200 estaciones de servicio que están conectadas al mismo sistema de distribución que los usuarios residenciales.
- Una alternativa viable sería un ajuste progresivo en el precio al público del GNC, que induzca una baja de la demanda a tasas como las que había antes de la devaluación.
- En síntesis, teniendo en cuenta que aun con los cortes a las exportaciones (43 millones de metros cúbicos mensuales), menor consumo deGNC por alzas de precios (26 millones) y ahorro energético (130 millones de metros cúbicos mensuales), seguiría habiendo un exceso de demanda sobre la capacidad de transporte del orden de 300 a 380 millones de metros cúbicos mensuales en el pico invernal (julio/agosto).
- Por lo tanto, sería igualmente necesario recurrir a un ajuste en el consumo de gas de industrias y usinas eléctricas.

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Ministro Lavagna, motorizado en un auto oficial.
 
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