ECONOMíA › QUEJA CHINA POR LAS RESTRICCIONES A LA IMPORTACION EN TONO DE GUERRA

Cómo seguir tras provocarlo al grandote

El gobierno chino calificó de “incomprensibles e inaceptables” las medidas que afectan sus ventas a la Argentina. Se “reservó el derecho” a devolver el golpe. En la Aduana justificaron las medidas como recaudo contra la subfacturación y por falta de colaboración de su par china.

 Por Raúl Dellatorre

El Ministerio de Comercio de la República Popular China consideró “incomprensible e inaceptable” que Argentina haya tomado medidas de restricción a las importaciones provenientes de aquel país, y “sin ninguna notificación previa”. El viernes 17, el Ministerio de Economía informó sobre la aplicación de normas aduaneras para contener la entrada de importaciones chinas, que avanzaron en los últimos meses a tasas elevadas sobre los mercados del calzado, textiles, marroquinería, juguetes y neumáticos, principalmente. Ayer, en respuesta al reclamo del país asiático, el titular de la Aduana, Ricardo Echegaray, consultado por Página/12, aseguró que “no hay ninguna prohibición, simplemente se fijan mayores estándares documentales para combatir la subfacturación”. La postura de las autoridades chinas, sin embargo, tuvo tono de advertencia: tras manifestar su “grave preocupación” por el tema, señala que “se reserva su derecho de tomar las medidas que considere necesarias”.

El comunicado que el Ministerio de Comercio chino hizo llegar a su embajada en Buenos Aires, para que le fuera transmitido a las autoridades argentinas, describe los hechos de la siguiente manera.

“Siendo uno de los miembros fundadores de la OMC (Organización Mundial del Comercio), el gobierno argentino ignoró el reglamento de la organización, restringiendo el ingreso legal de productos chinos al mercado argentino. El acto de la parte argentina contravino sus correspondientes obligaciones multilaterales, lo cual perjudicó los derechos atribuidos por la OMC a la parte china.”

Posteriormente, las autoridades del país asiático reclaman para las mercaderías de ese origen varadas en los puertos, “la realización de la normal tramitación aduanera de las mismas, de acuerdo a las prácticas generales del comercio internacional”.

“No hay, en estos momentos, ninguna mercadería demorada”, respondió Echegaray a dicho reclamo. “Hay una situación de mayor nerviosismo entre los importadores. Sí existe cierto congestionamiento por barcos que postergan su ingreso a puerto, pero por decisión de los propios importadores, hasta tanto analicen los alcances de las nuevas medidas”, explicó. Esta es la razón, según el funcionario, por la cual se encuentran varados varios cientos de contenedores en el puerto de Montevideo, cuyo destino era Argentina.

“Por lo que dicen en el comunicado, uno entiende que no leyeron en el plano técnico las medidas adoptadas. Están dentro de las reglas de la OMC, siguen a rajatabla las normas”, se defendió Echegaray. “Tampoco es contra los productos de origen chino, como se lo presenta”, agregó. “Elevamos los estándares documentales que deben acompañar la declaración del valor de importación para poder combatir la subfacturación. El problema es que así como intercambiamos información permanentemente con todas las aduanas del mundo para conocer los valores de origen, las solicitudes a los países del Grupo 4 quedan sin respuesta”.

Así se califica a los países asiáticos que usualmente envían productos terminados a la Argentina, entre los que se cuentan, además de China, Pakistán, India, Corea del Sur, Malasia y Tailandia, entre otros. Las nuevas restricciones se aplican, algunas, por origen, como los mayores requerimientos documentales. Otras, por producto, como las licencias no automáticas de importación. La negativa de los países asiáticos fue la justificación para exigirles más documentación a los importadores de productos de ese origen.

Echegaray aseguró que, de los países miembro del Grupo 4, China es hasta ahora el único que presentó una queja. “Pero hay elementos contundentes en su contra, que explican la necesidad de este tipo de medidas de control. En la Aduana tenemos las notas enviadas por autoridades chinas negándose a dar información sobre los valores de origen de las facturas que aquí presentan los importadores. Es un mecanismo habitual para comprobar su validez, y sin embargo China se niega a colaborar porque, entienden ellos, sólo se justificaría hacerlo en una situación que amerite una investigación”, relató el titular de la Aduana argentina. “Otros países aplican medidas más severas, hasta barreras paraarancelarias, como en el caso de Gran Bretaña. Nosotros simplemente estamos aplicando mayores recaudos. Sería bueno que China reflexionara sobre este asunto e hiciera un análisis técnico de las medidas, en vez de intentar hacer una lectura política”, concluyó Echegaray.

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