EL MUNDO › UNA FOTOGRAFíA HISTóRICA QUE NO SE VEíA DESDE 1981

Obama habló con cuatro antecesores

El electo presidente de Estados Unidos se reunió con su par saliente, George W. Bush, y los ex mandatarios Bush padre, Bill Clinton y Jimmy Carter. Hubo recomendaciones y discusiones sobre la economía y la guerra en Medio Oriente.

Barack Obama compartió ayer anécdotas de la Casa Blanca con todos los ex presidentes estadounidenses vivos y el actual mandatario George Bush hijo. Fue una fotografía que no se veía desde 1981. El joven presidente electo se reunió ayer en la Casa Blanca a almorzar con el aún dueño de casa, su padre George Bush y los dos últimos mandatarios demócratas, Bill Clinton y Jimmy Carter. “El presidente y los ex presidentes le dieron consejos útiles sobre cómo dirigir el gobierno, al mismo tiempo que discutieron sobre los asuntos más difíciles que enfrenta hoy el país”, contó más tarde el vocero de Obama, Robert Gibbs.

No se sabe demasiado de lo que hablaron durante la comida, pero sí que discutieron la ofensiva militar en Gaza y la recesión económica. Unas horas antes, Obama había presentado en una conferencia de prensa a Nancy Killefer, la futura directora de Desempeño de la Casa Blanca, encargada de supervisar la transparencia y efectividad del presupuesto federal. La funcionaria tendrá la difícil tarea de revisar punto a punto el presupuesto nacional y ayudar a proponer cortes para reducir el déficit de un billón de dólares que se prevé para este año.

El primero en llegar al encuentro fue Obama. Por segunda vez el presidente electo y el saliente mantuvieron una reunión de media hora a puertas cerradas. En noviembre pasado se habían reunido para limar las asperezas que había dejado la virulenta campaña electoral y discutir los temas más urgentes, principalmente la creciente crisis financiera y los proyectos para rescatar a la economía estadounidense. Ayer se sentaron nuevamente en el Salón Oval para hablar de economía, pero también de Medio Oriente.

Al salir de la reunión, evitaron hacer comentarios, excepto algunas expresiones de deseo. “El mensaje que yo tengo y que quiero compartir es que nosotros queremos que el próximo gobierno tenga éxito. Seamos demócratas o republicanos, todos nos preocupamos por el bienestar del país”, dijo Bush, secundado por un Obama sonriente. Su sucesor prefirió mantener un perfil bajo e ir directamente al encuentro del resto de los invitados.

Los cinco líderes norteamericanos fueron pura sonrisa. Intercambiaron halagos y todos coincidieron en desearle lo mejor a Obama para los próximos cuatro años. A pesar de las sonrisas, el diario Washington Post se animó ayer a aventurar que Bush hijo y el ex presidente Carter no deben haber compartido un diálogo alegre.

El veterano dirigente demócrata fue uno de los que más fuerte criticó al actual gobierno, especialmente después de lanzar la guerra contra el terrorismo en todo el mundo. “Estados Unidos ha alienado a sus aliados, maltratado a sus amigos y, sin quererlo, ayudado a sus enemigos”, cuestionó durante su discurso en la Convención Demócrata de la campaña de 2004. En mayo del año pasado, Carter dijo en una entrevista que Bush era el “peor presidente de la historia” norteamericana. La Casa Blanca le contestó calificándolo como un dirigente “cada vez más irrelevante”.

Pero nada de eso se habría mencionado ayer. “Todos los caballeros presentes entienden las presiones y las posibilidades de este cargo. Y para mí, tener la oportunidad de recibir buenos consejos y la camaradería de estas personas es extraordinario. Y les estoy muy agradecido”, señaló Obama al terminar el almuerzo.

Según los analistas de los principales medios estadounidenses, Obama quiso demostrar ante la opinión pública norteamericana su vocación bipartidista. Así lo dejó entrever su vocero. “El presidente electo está ansioso de mantener el contacto con todos ellos en los próximos años”, señaló Gibbs, después del almuerzo. Antes del almuerzo, bien temprano a la mañana, Bush hijo recibió en su oficina al compañero de fórmula de Obama, Joe Biden. En esa reunión también el tema obligado fue el conflicto israelo-palestino.

La idea del almuerzo presidencial fue de Obama. Normalmente los ex presidentes y el mandatario del momento sólo se reúnen para eventos protocolares como un funeral de Estado o una celebración nacional. La última vez que cuatro presidentes coincidieron en la Casa Blanca fue en 1981. Ronald Reagan recibió a Richard Nixon, Gerald Ford y Jimmy Carter para dar un mensaje conjunto al mundo, antes de partir hacia Egipto para participar del funeral del presidente Anwar al Sadat. El mandatario árabe había sido asesinado por sus propios militares en pleno desfile castrense, en represalia por haber firmado la paz con Israel.

En aquella reunión histórica, los cuatro mandatarios estadounidenses repudiaron la violencia en Medio Oriente y prometieron trabajar para encontrar una solución. Veintisiete años después, la promesa fue la misma.

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“Seamos demócratas o republicanos, todos nos preocupamos por el bienestar del país”, dijo Bush hijo.
Imagen: EFE
 
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