EL MUNDO › FUE DESACTIVADO, PERO GENERó ALERTAS EN VARIAS EMBAJADAS DE ROMA

Paquete bomba en la sede griega

El hallazgo del explosivo se produjo cuatro días después de que estallaran bombas en las embajadas de Chile y Suiza. El artefacto desactivado era “similar” al que se usó en estas legaciones. Se abrió una investigación.

Las representaciones diplomáticas en Roma se encontraban de nuevo ayer en estado de alerta tras el hallazgo de un paquete explosivo en la Embajada de Grecia, cuatro días después del estallido de dos paquetes bomba en las embajadas de Suiza y Chile. Fueron falsas las alarmas en las sedes diplomáticas de Mónaco, Kuwait, Dinamarca, Marruecos, Venezuela, Finlandia y Albania.

“Era una bomba de verdad y podría haber explotado”, dijeron fuentes de la fiscalía romana. El empleado que debía abrir la correspondencia en la embajada griega tuvo particular cuidado al momento de abrir el paquete. Lo abrió un poco y después alertó al embajador griego. La bomba no estalló.

Se trataba de un sobre amarillo similar a los que se emplean para el envío de objetos frágiles y que contenía un disco compacto que al ser retirado funciona de detonador. El paquete “había llegado el viernes a la sede diplomática, pero no fue abierto debido a las fiestas navideñas”, explicó a la prensa el embajador de Grecia, Michael Cambanis.

El artefacto desactivado “es similar a los que estallaron la semana pasada en las embajadas de Chile y Suiza”, explicó Salvatore Cagnazzo, portavoz de los carabineros.

Una ola de “falsas alertas” de paquetes bomba se extendió ayer en las sedes de las embajadas de Venezuela, del principado de Mónaco, Marruecos, Dinamarca, Suecia, Ucrania y Finlandia ante el Vaticano.

La semana pasada, las embajadas de Suiza y Chile en Roma habían recibido sendos paquetes con explosivos que dejaron a dos personas heridas, entre ellos al empleado de la embajada chilena César Mella, quien perdió dos dedos de una mano y fue operado para retirarle esquirlas de un ojo. Desde entonces la vigilancia en las sedes del gobierno italiano y del Parlamento, ministerios, empresas de correos y sedes diplomáticas fue reforzada.

El envío de los paquetes bomba fue reivindicado por la Federación Anarquista Informal (FAI), cercana a los grupos de extrema izquierda griegos. La célula anarquista que reivindicó los atentados lleva el nombre en Italia de Lambros Fountas, un griego que murió este año en Atenas durante enfrentamientos con la policía. En el mensaje de reivindicación la organización manifestó su solidaridad con los “compañeros encarcelados” del movimiento en Argentina, Chile, México, Grecia y España.

En Italia se abrió una investigación. “Los contactos y sinergias entre los grupos anarquistas son objeto de investigaciones conjuntas entre las policías”, aseguró el jefe de la policía italiana, Antonio Manganelli. “Por ahora no hay elementos que conecten la ola de paquetes bomba en Italia con las acciones recientes en Grecia”, agregó.

De todos modos la cooperación entre la policía italiana y la griega fue reforzada, según indicaron fuentes de la policía helena. Para el sociólogo Antimo Farro, de la universidad La Sapienza de Roma, “se trata de grupos autónomos, que tienen una ideología individualista, insurreccional y que rechazan toda organización y coordinación entre ellos”.

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“Era una bomba de verdad y podría haber explotado”, dijeron en Roma.
Imagen: EFE
 
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