El gobierno israelí aprobó ayer por mayoría un plan de reformas sociales y presupuestarias propuesto por la Comisión Trajtenberg (que lleva el nombre del argentino que la dirige), en respuesta a las crecientes protestas de los “indignados” israelíes. “Prometí y cumplí”, dijo el primer ministro Benjamin Netanyahu tras ser aprobado el plan, y agregó que “el informe Trajtenberg es bueno para Israel”.

El paquete de medidas incluye el recorte de gastos militares para la construcción de cientos de miles de departamentos. Sin embargo, las agrupaciones que lideran las protestas sociales rechazan las recomendaciones, que califican de insuficientes”, y tienen prevista otra gran marcha este mes. Daphne Leef, la líder de los indignados israelíes, se lamentó: “Si la razón por la que tomamos las calles fue la crisis de la vivienda, ¿por qué el gobierno no propone una solución para la misma?, ¿por qué la vivienda sigue siendo inaccesible?”.

El equipo de expertos dirigido por el argentino Manuel Trajtenberg recomendó también la suba de impuestos para ricos, normas más duras para evitar la formación de carteles y reformas en el sector educativo.

La comisión planteó dar plazas gratis a los niños en los jardines de infantes estatales a partir de los tres años y –para los menores de hasta nueve meses– guarderías de tiempo completo. El plan prevé gastos en programas sociales de 60.000 millones de shékeles (16.000 millones de dólares) en los próximos cinco años.

Netanyahu creó la comisión después de las protestas sociales de mediados de julio, las mayores de la historia del país. “He cumplido mi promesa, el informe es bueno para los ciudadanos”, citó el diario Haaretz a Netanyahu. El jefe de gobierno fracasó la semana pasada en su intento de conseguir una mayoría en su gabinete para aprobar las recomendaciones.