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El secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, atacó a los dos vecinos de Irak opuestos a la Casa Blanca: acusó a Siria de proveer de equipamiento bélico al régimen de Saddam Hussein, al tiempo que criticó a Irán por considerar que interfiere en su frontera con Bagdad, al prestar apoyo a disidentes iraquíes armados sin coordinar esas acciones con el Comando Central de las fuerzas estadounidenses.
Rumsfeld, junto con el jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, Richard Myers, afirmó que Siria está proveyendo a Irak con equipos militares como visores nocturnos, lo cual supone una “complicación” para las fuerzas angloamericanas que mantienen la ofensiva contra Irak. “Es un acto hostil y haremos responsable de ello al gobierno sirio”, subrayó el jefe del Pentágono. “Estas provisiones pueden ser una amenaza directa a la vida de los soldados de la coalición”, prosiguió Rumsfeld en su informe en el Pentágono. Agregó, sin mencionar directamente a Damasco, que aquellos que introduzcan material bélico en Irak serán considerados combatientes y por tanto blancos legítimos de ataque. Siria se posicionó opuesta a una acción militar unilateral de Estados Unidos contra el régimen iraquí.
Tanto Siria como Irak rechazaron esas acusaciones. Un comunicado al respecto del Ministerio de Asuntos Exteriores de Siria afirmó que con esas declaraciones Estados Unidos pretende “encubrir sus crímenes contra civiles en Irak”. Por su parte, el ministro de Información iraquí, Mohamed Sayid el Sahaf, señaló que las declaraciones del funcionario estadounidense “carecen de fundamento”.
Asimismo Rumsfeld dijo que Irán “no ayuda” a las fuerzas de la coalición desplegadas en Irak y señaló que el ala militar del consejo supremo de la revolución islámica “entrenado, equipado y dirigido por los guardianes de la revolución” iraní, quiere operar en el interior de Irak. “Consideramos que esta actividad en el interior de Irak no nos ayuda”, dijo el secretario de Defensa. A modo de advertencia, agregó que “en la medida en que obstaculicen las actividades del general (Tommy) Franks serán considerados como combatientes”, y situó en varios centenares el número de iraquíes apoyados por Teherán. Franks está a cargo del comando de las fuerzas estadounidenses desplegadas en Bagdad.