EL MUNDO › ENTRE EL PRESIDENTE DE CHIPRE, NIKOS ANASTASIADIS, Y LA TROIKA

Un acuerdo con alfileres

Según el plan, el Banco de Chipre se salvará de ser liquidado, no así el Laiki Bank –el segundo del país–, y se aplicará una quita a los depósitos superiores a 100.000 euros. El Parlamento chipriota debe darle el visto bueno.

El presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, llegó ayer a un acuerdo con la troika –la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)–, informaron fuentes europeas. Según ese plan, el Banco de Chipre se salvará de ser liquidado y se aplicará una quita a los depósitos superiores a 100.000 euros. La segunda mayor entidad financiera, el Laiki Bank, sí será reestructurada y sufrirá quitas a los depositantes grandes. “Estoy contento porque tendremos un programa que contempla los intereses del pueblo chipriota y de los de la Unión Europea en su conjunto”, dijo Anastasiadis.

El presidente de Chipre mantuvo arduas negociaciones, en una reunión extraordinaria, con los dirigentes europeos para un nuevo plan de rescate que evite la bancarrota de la isla y su salida de la Zona Euro. El mandatario intentó convencer con sus argumentos a los dirigentes europeos, entre ellos el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso. También participaron del encuentro la jefa del FMI, Christine Lagarde, del BCE, Mario Draghi, del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y el vicepresidente comunitario, Olli Rehn. La reunión se prolongó más de lo previsto y retrasó el inicio del encuentro del Eurogrupo (de ministros de Finanzas de la Zona Euro), que horas después culminó con la ratificación del plan.

Tras una jornada maratónica en Nicosia con representantes de la troika, Anastasiadis se lanzó a convencer a Bruselas de la solidez de su plan, con el que deberá recaudar 7000 millones de euros (más de un tercio de su PIB) a cambio del rescate por 10.000 millones de euros, que le concedieron la Zona Euro y el FMI una semana atrás. El BCE había exigido que se llegara a un acuerdo antes de hoy, porque, en caso contrario, cerraría el grifo de liquidez a los bancos chipriotas. Y sin el tan ansiado acuerdo, los países europeos estarían dispuestos a asumir una salida de Chipre de la Zona Euro para evitar un contagio en Grecia, España e Italia, las naciones más afectadas del bloque, dijeron fuentes europeas.

“Las negociaciones están en este momento en un estado delicado. La situación es muy difícil y el tiempo es demasiado limitado”, explicó durante la jornada una fuente europea, que pidió anonimato. Chipre y la troika habían logrado el sábado algunos avances que consistían, principalmente, según varias televisiones chipriotas, en la imposición de una tasa del 20 por ciento para los depósitos superiores a 100.000 euros del Banco de Chipre, el mayor del país, y una excepcional del 4 por ciento para las cuentas que superen esa cantidad en el resto de los bancos del país.

La idea inicial de imponer una tasa excepcional a todos los depósitos bancarios, incluso los inferiores a 100.000 euros que estaban asegurados, había encendido los ánimos de la opinión pública, obligando al Parlamento a rechazar esa propuesta el martes pasado, lo que sumió a los dirigentes en una carrera contra reloj en busca de otras alternativas.

De acuerdo con lo consensuado ayer, el Banco de Chipre se salva de la liquidez pero Laiki Bank sí sufrirá fuertes quitas de los depósitos más grandes. Laiki será dividido en dos entidades, una de ellas un “banco malo”, cuyos clientes con menos de 100 mil euros en la institución sufrirán pérdidas, al igual que algunos accionistas. La deuda de este banco suma, con el Mecanismo de Asistencia de Liquidez y Emergencia del BCE, unos 9500 millones de euros. “El acuerdo garantiza los depósitos por debajo de los cien mil euros”, dijo anoche Luis De Guindos, ministro de Economía de España.

En la isla, que tan sólo representa el 0,2 por ciento del PIB de la Zona Euro, donde los bancos llevan una semana cerrados y no se puede extraer del cajero más de 100 euros, el pánico y la ira de los ahorristas, temerosos de perder sus depósitos o fondos de pensiones, va en aumento. “Si no garantizan nuestros fondos de pensiones, empezaremos una huelga a partir del martes (por mañana), cuando está previsto que reabran los bancos”, advirtió Loizos Hadgicostis, presidente de la Unión Chipriota de los Empleados de los Bancos (Etyk).

Ante la amenaza de hundimiento, los diputados chipriotas adoptaron el viernes por la noche las primeras medidas: reestructuración del sector bancario del país, creación de un fondo de solidaridad e imposición de un límite al movimiento de capitales, de manera de evitar una fuga cuando se abran los bancos.

Cientos de manifestantes se congregaron ayer frente a las oficinas de la representación de la UE, en Nicosia, para repudiar lo que consideran una imposición de recortes desde Bruselas. La protesta fue convocada por el partido comunista AKEL, el partido socialista EDEK y la organización sindical de izquierda PEO. Luego, la protesta se dirigió hasta el palacio presidencial en Nicosia, donde clamaron: “Troika fuera de Chipre”. Ante las oficinas de la UE, algunos manifestantes gritaron: “No seremos los esclavos del siglo XXI”. Otros corearon: “Los trabajadores no pagarán los errores de los bancos”.

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La jefa del FMI, Christine Lagarde (izq.), participó de las maratónicas reuniones de ayer por Chipre.
 
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