El presidente de Cuba, Raúl Castro, afirmó ayer que la Revolución Cubana seguía siendo una revolución de jóvenes. A 60 años del fallido asalto al cuartel Moncada, el mandatario ratificó que el recambio generacional en la isla estaba en marcha. Raúl Castro encabezó el acto al que asistieron los jefes de Estado de Uruguay, José Mujica; Venezuela, Nicolás Maduro; Bolivia, Evo Morales, y Nicaragua, Daniel Ortega, quienes elogiaron los logros de la Revolución Cubana. El presidente cubano, de 82 años, añadió que la generación histórica que lideró ese proceso va cediendo lugar a los nuevos con tranquilidad y confianza, tras recordar que más del 70 por ciento de los cubanos nació tras el triunfo, en 1959, de la revolución que encabezó su hermano Fidel, a quien recordó en su discurso.

“Han pasado los años, pero ésta sigue siendo una revolución de jóvenes como lo éramos el 26 de julio de 1953”, aseveró Castro en la ciudad de Santiago de Cuba, donde tuvo lugar el acto central para conmemorar esa emblemática fecha en el calendario político cubano. El intento de toma del cuartel de Moncada fue una operación prerrevolucionaria que, aun fracasada, es considerada el primer paso de la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista y semilla del posterior triunfo de “los barbados” que llegaron al poder con Fidel Castro a la cabeza.

“Está en marcha el proceso de transferencia paulatina y ordenada a las nuevas generaciones de las principales responsabilidades de dirección en la nación”, sostuvo el presidente cubano. En su discurso, Castro aprovechó para rendir homenaje a su hermano y líder de la revolución, que pese a su ausencia en el acto –delicado de salud a sus 86 años– se convirtió en protagonista de la celebración. “El inconmovible optimismo de Fidel, junto con el pueblo cubano, capaz de resistir tanto sacrificio y verdadero protagonista de esta epopeya, nos dio la victoria, y situó en el mapamundi a nuestra pequeña isla como un baluarte de la justicia social y el respeto a la dignidad humana”, recalcó el presidente. También repitió en su discurso las palabras que pronunció su hermano Fidel en abril de 1961, en la antesala de la invasión de Bahía de Cochinos: “Esta seguirá siendo la revolución socialista de los humildes, por los humildes y para los humildes”.

Los festejos comenzaron el jueves por la noche, cuando veteranos asaltantes al Moncada entonaron el himno nacional en un acto en el que recordaron aquella gesta, en particular a sus compañeros caídos. La ex fortaleza fue el escenario de la conmemoración, a la que asistió la población de Santiago y estuvo rodeado por una valla con fotos de Fidel Castro y el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, junto a banderas de Cuba y del Movimiento 26 de Julio, fundado tras el asalto a ese cuartel militar. Raúl pronunció su discurso en la explanada del Moncada ante unos 10.000 asistentes, entre ellos la cúpula cubana y ocho gobernantes latinoamericanos y caribeños, en su mayoría pertenecientes a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). El único presidente del bloque ausente fue el ecuatoriano Rafael Correa, pero estuvo representado por su canciller, Ricardo Patiño. Fue la primera vez que asistieron tantos gobernantes extranjeros a un aniversario del asalto al Moncada.

Previo a las palabras de Castro, los mandatarios invitados hicieron una breve intervención sobre el aniversario. “Los 60 años del asalto al cuartel Moncada alientan los actuales cambios en América latina, refuerzan la esperanza y confirman que valió la pena la lucha”, destacó Maduro. “Las banderas de rebeldía del Moncada tienen vigencia absoluta, apenas se están cumpliendo 60 años, y qué privilegio que 60 años después tengamos a ese faro de luz llamado Fidel”, añadió.

“La lucha del pueblo cubano nunca ha estado equivocada, la revolución de Cuba es la madre de las revoluciones antiimperialistas en América y en el mundo”, consideró Morales. Por su lado, Mujica afirmó que revolución ha sido la de la dignidad, de la autoestima de los latinoamericanos, tras reconocer la complejidad de los cambios y de instar a respetar la diversidad. “Los cambios sociales no tienen un laboratorio sino que son una larga construcción colectiva, de esfuerzo, de trabajo, de errores, de aciertos, de compromisos, de sacrificios”, concluyó.

En la misma línea, Ortega definió a la Revolución Cubana como una estrella solidaria que irradiaba una enorme fuerza moral para el mundo. “Cuba apostó por desarrollar la salud, la cultura, la educación, el deporte y las ciencias y hoy mantiene las conquistas del socialismo”, aseguró tras agradecer a Fidel Castro su contribución a la independencia de su país.

Por otro lado, el canciller Patiño se refirió al bloqueo norteamericano sobre Cuba y opinó que se tiene que terminar por considerarlo ilegal y criminal. Para el canciller, será necesario acusar a Estados Unidos por el atropello que comete contra el pueblo cubano. “El día que eso suceda será el momento en el que exista el respeto internacional”, agregó.

Al finalizar el acto, los mandatarios visitantes y otros invitados se trasladaron junto con Castro al cementerio Santa Ifigenia de Santiago, donde visitaron el mausoleo en el que reposan los restos del prócer independentista cubano José Martí y colocaron ofrendas florales, en medio de una ceremonia militar.

Fidel Castro lideró hace 60 años el asalto al cuartel Moncada, cuando tenía 26 años. Tras el fracaso de esa operación, fue condenado a 15 años de cárcel, aunque salió en libertad gracias a una amnistía dos años después. Al salir de prisión inició un exilio en México, donde organizó el Movimiento 26 de Julio. Su hermano Raúl es presidente de Cuba desde 2008 tras dos años de mandato interino, cuando Fidel se retiró del poder, en 2006, por una enfermedad. Fue ratificado para un segundo mandato el pasado mes de febrero y será el último, en virtud de su decisión de limitar a un máximo de diez años los cargos políticos del país.