EL MUNDO › MADURO ACUSO AL PRESIDENTE DE PANAMA DE CONSPIRAR A TRAVES DEL ORGANISMO INTERAMERICANO

Debate en la OEA por la situación en Venezuela

El presidente venezolano aseguró ayer que el canciller y el presidente de Panamá, así como el embajador de ese país en Estados Unidos, conspiran para que Venezuela sea intervenida desde el exterior. Panamá niega la acusación.

Con las dos muertes anunciadas ayer por la fiscalía, Venezuela suma 21 muertos desde el comienzo de las protestas.
Imagen: Télam.

El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) analizó ayer a puertas cerradas una propuesta de Panamá –respaldada por Estados Unidos– de llamar a una consulta de cancilleres para hallar una solución a la crisis en Venezuela, donde un mes de protestas dejaron un saldo de 21 muertos. Al cierre de esta edición el debate continuaba. El pedido de la reunión de cancilleres llevó a Maduro a romper relaciones diplomáticas con Panamá el miércoles, al considerarla una “intromisión” en los asuntos internos de su país. El presidente venezolano Nicolás Maduro aseguró ayer que el canciller y el presidente de Panamá, así como el embajador de ese país en Estados Unidos, conspiran para que Venezuela sea intervenida desde el exterior. El mandatario aseveró que su par panameño, Ricardo Martinelli, dice “yo no fui” cuando “por debajo están conspirando”. “Cuento con el apoyo del pueblo venezolano para defender la dignidad y la soberanía de Venezuela ante conspiraciones”, sostuvo Maduro. Mientras, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, reiteró los intentos de desestabilización.

Maduro criticó que el canciller panameño Francisco Alvarez de Soto esté “hablando a nombre de Venezuela” y que el embajador de ese país en Estados Unidos se encuentre “conspirando contra Venezuela para que haya una intervención extranjera en nuestro país”. “Por Venezuela solo habla Venezuela y más nadie en este mundo de hoy. Más nadie va a tomar nuestra voz y menos para buscar una intervención extranjera en nuestra patria hermosa”, agregó.

La ruptura de la relación diplomática y el congelamiento de los vínculos económicos y comerciales con Panamá implica también la suspensión de la revisión de una deuda venezolana de entre 1200 y 2000 millones de dólares, informó el canciller venezolano, Elías Jaua. “Queda suspendida la revisión de esa deuda hasta tanto en Panamá haya un gobierno serio que respete las relaciones que deben tenerse, de respeto mutuo”, dijo. Ambos países venían revisando la deuda que empresarios privados venezolanos mantienen con la zona franca panameña de Colón, estimada por el gerente de ésta, Leopoldo Benedetti, en 2000 millones de dólares y en 1200 millones por fuentes de Caracas. Jaua afirmó que en la revisión de esa deuda se encontró todo tipo de acciones fraudulentas, tanto de comerciantes panameños como de venezolanos que crearon un espacio de “podredumbre” y de “corruptela” en la relación comercial bilateral.

Paralelamente, Panamá garantizó que la política migratoria y de inversiones favorable a los venezolanos no cambiará, pero rechazó por inaceptables las ofensas y el “lenguaje soez” utilizados por el presidente Maduro al anunciar la ruptura. “La política migratoria y de inversiones favorable a los venezolanos en nada cambiará con el rompimiento de relaciones diplomáticas”, escribió Martinelli en su cuenta de Twitter.

A la vez, en un comunicado oficial, el gobierno panameño manifestó su asombro por la decisión de Maduro y rechazó la interpretación de que su iniciativa de pedir una reunión de cancilleres en la OEA para analizar la situación en Venezuela “constituya una injerencia en los asuntos venezolanos”. Mientras tanto, la Cancillería venezolana formalizó lo anunciado el miércoles por Maduro, al informar a la embajada de Panamá en Caracas que su embajador y otros tres diplomáticos fueron considerados personas no gratas y tenían 48 horas para abandonar el país.

La vicecanciller de Panamá, Mayra Arosemena, lamentó que la respuesta de los países de la región a la decisión de Maduro haya sido “un poco silenciosa y lenta”. “Nosotros no hemos hecho cabildeo ni hemos tomado un avión e ido de lugar en lugar tratando de convencer a la gente de que vote o no vote por la solicitud de Panamá” para abordar la situación de Venezuela en la OEA, declaró. Arosemena se mostró escéptica de que la propuesta panameña de reunir a los cancilleres de la OEA para tratar la crisis venezolana vaya a prosperar, debido a que los gobiernos aliados de Caracas están inclinados a defender la institucionalidad y la legitimidad del gobierno de Maduro y la OEA sólo actúa por consenso.

Por su parte, Cuba condenó los intentos de injerencia de la OEA en la crisis en Venezuela y reiteró su “invariable” solidaridad con el gobierno de Maduro. “Deseo expresar nuestra enérgica condena a las resoluciones (sobre Venezuela) aprobadas por el Senado y la Cámara de los Estados Unidos y a los intentos de injerencia de la Organización de Estados Americanos, a la que, como se conoce, Cuba jamás regresará”, dijo en conferencia de prensa el canciller cubano, Bruno Rodríguez. “Venezuela tiene todo el derecho a defender su independencia y su soberanía”, añadió.

En tanto, Cabello afirmó que el gobierno de Estados Unidos, con el ex presidente colombiano Alvaro Uribe como su “peón”, está tratando de desestabilizar a Venezuela.

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