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La ETA tercia a los tiros en la interna socialista vasca

En su tercer atentado del año contra dirigentes socialistas, los etarras mataron a un concejal de Orio (Vizcaya), a dos días del comienzo del congreso regional del partido.

Apuntar a los socialistas. Esa parece ser, desde hace un tiempo, la estrategia de la organización separatista vasca ETA. Ayer, el concejal socialista de la localidad de Orio (región de Vizcaya, en el País Vasco), Juan Priede Pérez, fue asesinado con varios tiros al salir de un restaurante del centro de la ciudad. Priede se convirtió en la primera víctima mortal de la ETA en lo que va de este año, pero es el tercer dirigente socialista en sufrir un atentado durante 2002. Hace exactamente un año, la ETA había matado al primer adjunto socialista del alcalde de Lasarte (suburbios de San Sebastián), Froilan Elespe Inciarte. Aunque los socialistas vascos han sido objetos de los ataques etarras desde hace varios años, la tendencia se intensificó en los últimos doce meses, y parece haber una razón: terciar en la disputa dentro del socialismo vasco, e incluso en el socialismo español, respecto de la política frente al independentismo vasco y en especial frente al Partido Nacionalista Vasco (PNV), en el poder en la región.
El atentado ocurrió anteayer por la noche y ayer dirigentes políticos y organizaciones sociales hicieron la gimnasia de reacciones a la que están acostumbrados a fuerza de sufrir atentados. Desde la Cumbre para el Desarrollo de Monterrey, el jefe de gobierno, José María Aznar, lamentó que “los terroristas hayan asesinado a un representante del pueblo elegido democráticamente”. El secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Luis Rodríguez Zapatero, dijo que sentía “desprecio” por el asesinato y reafirmó la necesidad de “acabar con la ETA”. El jefe de gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, también condenó el atentado. El Partido Socialista de Euskadi (PSE) convocó para hoy un acto de repudio en Orio, localidad en la que Priede era el único concejal no nacionalista. La organización “Movimiento contra la Intolerancia” realizará hoy una manifestación en Madrid.
El nombre de Priede Pérez había aparecido en una lista de posibles objetivos incautadas por la policía al “Comando Buruntza” de ETA el pasado mes de agosto, según confirmó la dirigente socialista Rosa Díez. El 28 de febrero, una concejala socialista del Ayuntamiento de Portugalete, Esther Cabezudo, resultó levemente herida tras la explosión de una bomba en una calle por donde pasaba junto a su guardaespaldas. Nueve días antes, Eduardo Madina, un dirigente de las Juventudes Socialistas vascas, había sido gravemente herido en un atentado con explosivos en Sestaon, por lo que se le debió amputar una pierna.
El atentado de ayer llegó a un día de que se celebre, mañana, el Congreso del PSE en San Sebastián. Este congreso tiene especial importancia porque indicará la dirección del partido luego de la renuncia de su secretario general, Nicolás Redondo. La renuncia de Redondo obedece a una crisis dentro del PSE acerca de la posición frente al nacionalismo vasco. A nivel nacional, populares y socialistas firmaron un Pacto contra el Terrorismo que intenta reeditar la alianza anti ETA que incluía al PNV, antes de que los etarras declararan una tregua unilateral en 1999. Pero en este contexto, dicho pacto tiene la intención clara de presionar al PNV para que abandone su postura, que consiste en condenar a ETA pero supeditar su combate total a que España considere mejor la cuestión de la independencia vasca.
Este pacto vino a consolidar la alianza que el PP y el PSE habían sellado a nivel regional para las elecciones de mayo. El problema es que en esas elecciones triunfó rotundamente el PNV, mientras la derrota del PP-PSE dejó peor parados a los socialistas, que en el pasado supieron posicionarse como “mediadores” entre el nacionalismo vasco y Madrid. Esto es lo que se discutirá mañana en San Sebastián: si no hace falta un acercamiento al PNV. En este sentido, la estrategia de ETA de atacar a dirigentes socialistas estaría dirigida a endurecer aún más a los sectores del PSE que están en contra del discurso independentista y que fustigan la actitud del PNV.
Pero la ETA también está sufriendo algunos embates, aunque de orden estrictamente policial. La misma noche en que Priede fue asesinado, la policía vasca detuvo a seis presuntos etarras en Bilbao. Y una supuesta activista alemana de la organización fue detenida ayer en un control de pasaporte en Suiza.

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El cuerpo del Juan Priede Pérez es llevado a la morgue.
 
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