EL MUNDO › AVANZAN LAS NEGOCIACIONES PARA
UNA TREGUA ENTRE ISRAELIES Y PALESTINOS

Triunfa la guerra, pero también la paz

Por Sal Emergui *
Desde Jerusalén

“Terremoto político”, así definen analistas palestinos la abrumadora victoria del grupo integrista Hamas en los comicios celebrados en 10 distritos de la Franja de Gaza. Los integristas se han hecho con el poder en siete localidades, entre ellas Bet Janun y Dir Balaj –estratégicas por su situación geográfica y su densidad demográfica–, y suman 77 de las 118 concejalías en disputa. El gran perdedor, el movimiento oficialista Al Fatah, sólo consiguió 26.
La primera reacción llegó, como suele ser habitual, del lado de los vencedores. El dirigente de Hamas Mahmud El Zahar afirmó que “se trata de una victoria del pueblo palestino que ha dejado claro que exige reformas en la Autoridad Palestina (AP) y que es primordial una lucha contra la corrupción de los dirigentes”. Los resultados de los comicios confirman que los integristas son, y en especial tras más de cuatro años de Intifada, la principal fuerza política y social en la Franja de Gaza. En el seno de Al Fatah reinaba una enorme decepción. Se temían una victoria de Hamas pero no por tan extenso margen. Pese a ello, el partido que preside Mahmud Abbas (Abu Mazen) sigue siendo el más popular en Cisjordania, manteniéndose como la principal arteria del movimiento palestino.
Por otro lado, la AP elogió la decisión de Israel de cesar las operaciones militares en las zonas de la Franja de Gaza donde se hallan desplegados agentes palestinos. La orden la dio ayer el ministro israelí de Defensa, Shaul Mofaz, que tiene previsto reunirse esta noche con el ex ministro palestino, el coronel Mohamed Dahlan. Los dos dialogarán sobre la cooperación en materia de seguridad y ante la retirada israelí de cinco ciudades cisjordanas, que pasarán a estar bajo el control de la AP. Mofaz también anunció una reducción de las operaciones en Cisjordania que se limitarán a combatir a las diversas milicias y células clandestinas palestinas. De hecho, a partir de hoy todas las incursiones y acciones del Tsáhal en Cisjordania tendrán que recibir el permiso especial del jefe de las fuerzas armadas, Moshe Yaalon. Dahlan alabó las nuevas consignas israelíes calificándolas como “un paso positivo de Israel para lograr una tregua”.
Precisamente dentro del partido del gobierno israelí, el Likud, se escucharon críticas a la decisión del Ministerio de Defensa. El diputado Ehud Yatom, se quejó amargamente: “Es una medida tomada demasiado pronto, no se pueden hacer concesiones en la lucha contra el terror”.
Pero las palabras de Yatom van en contra de los nuevos vientos de cooperación y diálogo entre las dos partes. Una atmósfera a la que contribuye la decisión de los servicios secretos internos israelíes (Shin Beit) de reducir el número de detenciones de activistas palestinos. Según datos revelados ayer en la prensa israelí, se producirá un descenso del 40 por ciento en el número de arrestos. Es más, a partir de ahora, toda operación tendrá que recibir el permiso del jefe del organismo, Avi Dichter, o de su ayudante. Un alto cargo del Shin Beit explicaba ayer a este diario que “es una medida más para ayudar a Abu Mazen y calmar la situación. Pero nuestro verdadero objetivo es que podamos próximamente colaborar con los servicios palestinos de seguridad preventiva para evitar atentados”.
Ayer, las fuerzas de seguridad palestinas completaron el despliegue en toda la Franja de Gaza. De esta forma, las zonas autónomas de este territorio quedan bajo control exclusivo de los hombres de Abu Mazen. Asimismo, ayer se especulaba en círculos políticos israelíes que el primer ministro, Ariel Sharon ordenará la liberación de 900 presos palestinos. Respecto del esperado encuentro de éste con Abu Mazen, el primer ministroadjunto Shimon Peres reveló ayer que “se producirá en cuestión de días y no de semanas”. Peres se mostró satisfecho ante las gestiones de Abu Mazen diciendo que “en pocos días en el cargo ha conseguido cambiar positivamente el panorama de Medio Oriente”. Pero si en el mundo del deporte es conocida la expresión “las estadísticas están para romperse” en Medio Oriente se puede aplicar la teoría titulada “las treguas están para romperse”. Yoel Marcus, columnista del diario israelí Haaretz, escribía ayer que “hay dos factores que pueden romper la tregua. Por un lado, el grupo chiíta libanés Hezbolá que, animado por el régimen de Irán, puede provocar un atentado que lo eche todo a perder. Por otro, el sector más duro e intransigente de los colonos y de la extrema derecha capaces de todo para evitar el plan de desconexión de la Franja de Gaza, promovido por Sharon. Los dos factores sellan una alianza contra natura”.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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