EL MUNDO › GORDON BROWN NOMBRO A UN CRITICO DE LA GUERRA EN EXTERIORES

El canciller inglés se iría de Irak

El flamante primer ministro británico nombró canciller a David Milband, un joven crítico de la guerra, y completó su gabinete con una mezcla de caras nuevas y viejos aliados. El ministro de Defensa de Blair conservó su puesto. Darling fue nombrado en Economía.

El nuevo primer ministro británico, Gordon Brown, remodeló profundamente ayer el gobierno. La mayor sorpresa fue la designación en la cartera de Relaciones Exteriores de David Miliband, un joven crítico de la guerra de Irak y la política exterior de Tony Blair. Tras haber prometido el miércoles cuando asumió que sería el ministro del cambio, Brown presentó un gabinete con caras nuevas y viejos aliados en puestos clave, como el Ministerio de Finanzas. Además, el número de mujeres pasó de ocho a cinco, el promedio de edad bajó cinco años y sólo un ministro mantuvo su cartera, el de Defensa, Des Browne.

El premier británico no sólo presentó a su nuevo equipo, sino que también aprovechó para celebrar su primera reunión de gabinete. La mesa estaba llena de caras nuevas y jóvenes. Una de ellas pertenece a Milband, un dirigente que recién está dando sus primeros pasos en las primeras ligas, pero que ya se perfilaba como uno de los posibles futuros líderes del laborismo cuando ocupaba la cartera de Medio Ambiente en el gabinete de Blair. Durante su paso por el gobierno, la prensa británica lo había vinculado varias veces con los sectores disidentes que no apoyaban la presencia militar en Irak y que habían exigido a Blair que condenara la guerra israelí en el Líbano el año pasado y que pidiera, claramente, un cese del fuego.

Brown ya dijo que no dará marcha atrás en Irak, pero la prensa especulaba ayer que la retirada parcial de tropas –ordenada por Blair– podría acentuarse en los próximos meses. “Las oportunidades y desafíos del mundo moderno exigen, a mi entender, una diplomacia que sea paciente y determinada, que a la vez escuche y guíe”, aseguró ayer Milband, aunque no quiso aventurar ningún cambio. Tras el nombramiento de Miliband, desde la oficina de Brown salieron a tranquilizar a sus aliados norteamericanos: “El primer ministro cree firmemente en la importancia de las relaciones con Estados Unidos y el presidente norteamericano”. Al mismo tiempo, y haciendo caso al malestar que existe en la opinión pública británica, Brown destacó antes de su primera reunión de gabinete sus condolencias a los familiares de los tres soldados británicos que murieron ayer en Irak.

Las otras designaciones claves fueron la de Alistair Darling, un viejo aliado de Brown, que reemplazará al ahora premier en el cargo de ministro de Finanzas, y la de Jacqui Smith, quien será la primera mujer en ocupar la cartera del Interior en la historia del país. Los otros viejos amigos del nuevo premier que se sumaron a la nueva dirección del país son el ex escritor de discursos Douglas Alexander, en el Ministerio de Desarrollo Internacional, y Harriet Harman, una persona muy cercana a Brown que la semana pasada fue elegida vicepresidenta del Partido Laborista y que próximamente será la líder de la Cámara de los Comunes.

El otro hombre de confianza con que contará el sucesor de Blair es el actual ministro de Defensa, Des Brown, el único que logró mantener su cartera en la transición. De las filas blairistas también regresará su antiguo canciller y ministro del Interior Jack Straw. Brown lo recompensó con la cartera de Justicia, después de que el ex jefe de la diplomacia británica liderara la campaña para asegurarle la dirección del partido.

Las nuevas caras en el gabinete de Brown, además de Smith en la cartera del Interior, son Baronesse Patricia Scotland, la primera mujer y la primera persona de raza negra en ser fiscal general; James Purnell en Cultura, Hilary Benn en Medio Ambiente, Shaun Woodward en el Ministerio para Irlanda del Norte, Mark Malloch Brown para Africa, Asia y la ONU y John Denham en Innovación y Universidades. Además Ed Miliband, el hermano menor del nuevo canciller entrará al gobierno como ministro encargado del gabinete.

En su primera reunión de gabinete, Brown reiteró que su prioridad será hacer cambios en la política interna para apoyar a los niños, los jóvenes y las familias. “Hay que asegurar que Gran Bretaña esté preparada para las nuevas oportunidades de la economía global”, sostuvo el mandatario en su gran estreno. De todas formas, el futuro del nuevo gobierno laborista se jugará en gran parte en la arena internacional, principalmente, en Irak.

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Brown (centro) celebra su primera reunión de gabinete como primer ministro.
Imagen: AFP
 
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