EL MUNDO › LAS TROPAS YA AVANZAN DESDE EL SUR HACIA BAGDAD

Invasión detrás de las bombas

Por Yolanda Monge
Desde Kuwait

Varias horas antes de que comenzara el ataque aéreo, en la mañana de ayer, miles de hombres del ejército de Estados Unidos comenzaron a moverse hacia la zona desmilitarizada en la frontera entre Kuwait e Irak. Entre una tormenta de arena que reducía la visibilidad a menos de 500 metros, miles de vehículos de combate avanzaban inexorablemente hacia el norte del país en lo que, según testigos presenciales, parecían los preparativos para una inminente invasión de Irak.
Grupos de ingenieros pertenecientes al ejército de Bush se deslizaron la semana pasada por la verja electrificada que separaba Kuwait de Irak y la cortaron creando puertas de entrada para los tanques y otros vehículos pesados. En cualquier momento, si es que no está ocurriendo ya, los 150.000 soldados estadounidenses y británicos acantonados en el desierto desde hace meses pasarán por estas puertas de entrada y darán comienzo a la invasión terrestre.
Pero la dureza de la climatología ralentizaba ayer los preparativos finales para la guerra. Kuwait amaneció despejado pero en pocas horas vientos de más de 50 kilómetros por hora cubrieron todo el país de arena. Los meteorólogos preveían que alcanzaran una velocidad de 70 kilómetros durante la noche. La cuestión es seria porque las tormentas de arena ponen en peligro la vida de los soldados. Hace varias semanas el viento derribó un helicóptero Blackhawk y murieron sus cinco ocupantes. Las tormentas de arena dificultan el despegue y aterrizaje de los helicópteros y complican el avance terrestre. También posibilitan las emboscadas por parte de los iraquíes. Claro que estas tormentas hacen que el calor sea menos intenso al quedar el sol oculto y eso es de agradecer para unos hombres que a estas alturas de año ya soportan temperaturas de más de 30 grados.
Quizá fue la presión ante el descomunal despliegue de tropas la causante de que un grupo de quince soldados iraquíes se rindieran ayer por la tarde y cruzaran la frontera para entregarse a las fuerzas estadounidenses en el norte de Kuwait, según indicó un oficial estadounidense, el capitán Darrin Theriault, comandante de la compañía del cuartel general de la Primera Brigada de la División de Infantería norteamericana. “Los soldados iraquíes se encuentran bajo el control de la policía kuwaití”, a la que se entregaron, y ningún enemigo se encuentra en manos de las fuerzas estadounidenses. “Esperamos más deserciones”, puntualizó el oficial.
Ahora sólo resta esperar cuándo entrará en acción la 101 División Aerotransportada. Con 20.000 soldados y más de 200 helicópteros de combate y otros tantos de transporte, la histórica 101 que invadió Normandía en la Segunda Guerra Mundial jugará un papel esencial en un asalto sobre Bagdad debido a su rapidez y habilidad para atacar objetivos desde el aire.

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