EL PAíS › LA CONDUCTORA DE TELEVISIóN PIENSA EN LA JEFATURA DE GOBIERNO PORTEñA

Pinky, la tercera en discordia

Le entusiasma la idea de postularse para la sucesión de Macri. Estaría dispuesta a enfrentar a Michetti y a Rodríguez Larreta en una interna del PRO. Otra alternativa sería postularse a senadora.

 Por Santiago Rodríguez

Gabriela Michetti ya no debería preocuparse sólo de las piedras que en su camino hacia la Jefatura de Gobierno porteña le pudiera poner desde dentro mismo del macrismo Horacio Rodríguez Larreta. Así como el jefe de Gabinete de la Ciudad sueña con quedarse con el sillón que hoy ocupa Mauricio Macri, también Pinky fantasea ahora con la idea de sentarse en ese lugar. Encantada todavía con su vuelta a roles estelares que significó su fugaz presidencia de Diputados en la sesión preparatoria en la que vio la luz el Grupo A y se repartieron las comisiones legislativas, la animadora analiza la posibilidad de anotarse en la carrera, desde que un grupo de macristas ajenos a la disputa entre los dos candidatos que hasta ahora asoman en el horizonte PRO la tentaron a desafiarlos en una interna. Pinky concluye en 2011 su mandato como diputada y debe forjarse un nuevo destino.

La irrupción de Pinky como eventual postulante a la Jefatura de Gobierno agrega un ingrediente al escenario del macrismo porteño. Michetti es casi número puesto para pelear la Jefatura de Gobierno por el PRO. La diputada trabaja con ese objetivo, atenta ahora a que el caso de espionaje ilegal impacte en la menor medida posible sobre su figura y no haga desistir a Macri de ir en busca de la presidencia y presentarse a su reelección en la Ciudad. Aunque las encuestas no le sonríen del mismo modo que a su eterna adversaria en la interna macrista y el carisma no es un don con el que haya sido beneficiado, Rodríguez Larreta no se resigna y fatiga los barrios porteños con la esperanza de ganar una carrera que parece tener perdida. Pinky vendría a ser la tercera en discordia.

La relación de la conductora de televisión con Macri viene de años y es anterior a la incursión de ambos en la política. En sus años de juventud, cuando la TV todavía no formaba parte de su vida y era simplemente Lidia Satragno, Pinky vivía en La Matanza y allí forjó una “amistad de toda la vida” con la familia del actual jefe de gobierno. El punto de encuentro fue el club Huracán de San Justo, donde la ahora diputada coincidía en los bailes con los padres de Mauricio y Jorge Macri. “El que me sacaba a bailar era Franco, porque Tonino tenía mi edad y a los 15 años, en esa época, una mujer era una mujer”, recordó Pinky en un reportaje a Página/12 hace dos años, cuando decidió incorporarse a la lista de diputados del macrismo bonaerense. También reveló que durante su campaña como candidata a la intendencia de La Matanza para las elecciones de 1999, en las que fue derrotada por Alberto Balestrini tras varias horas de escrutinio que la dieron por ganadora, “no tenía prácticamente ningún tipo de ayuda y cuando me gasté mi propio dinero, recurrí a algún amigo y los Macri respondieron de inmediato sin preguntarme nada, ni poner ninguna condición”.

El caso de las escuchas ilegales en el que Macri está procesado como integrante de una asociación ilícita la mostró como una incondicional al jefe de gobierno. “Yo no defiendo a un amigo querido. Reclamo una Justicia independiente. Ninguna persona de bien puede temer a jueces no manipulados. Pero todos están bajo amenaza cuando la Justicia es un instrumento del gobierno de turno”, lo defendió Pinky.

No sería la primera vez que Pinky se cruza en el camino de Michetti. En marzo de 2007, después de medirla en las encuestas, Macri visitó a la conductora en su casa frente al Jardín Botánico y le propuso que lo acompañara en su proyecto. Tras aquella visita –gestada a instancias del actual legislador del radicalismo PRO, Oscar Zago–, el jefe de Gobierno la elogió públicamente y admitió la posibilidad de que fuera su vice. Fue un modo de seducir a los radicales y Pinky –que hasta entonces decía que “ni loca” volvía a la política– se incorporó meses después al macrismo bonaerense.

La idea de postularse a la Jefatura de Gobierno entusiasma ahora a Pinky. “Quedó muy contenta con todo lo que hizo en el año y medio que estuvo en la administración de la Ciudad, y piensa que podría hacer mucho más”, cuentan sus colaboradores. El lapso al que hacen referencia es el que se desempeñó como secretaria de Promoción Social durante la gestión de Enrique Olivera. A ese cargo llegó después de que Rodolfo Terragno le abriera las puertas de la Alianza para incursionar en política. “De Rodolfo nunca dejó de estar cerca, así que podría contarlo entre sus colaboradores”, especulan allegados a Satragno, quienes por otro lado aseguran tener sondeos que muestran a la potencial candidata con buena aceptación por parte del electorado.

El mandato de Pinky como diputada termina en diciembre de 2011. La Jefatura de Gobierno sería la mejor de las salidas, pero también la más difícil. Por eso, por su cabeza también pasan otras alternativas. Seguir en la Cámara baja es una posibilidad, aunque después de su papel como presidenta de Diputados en diciembre pasado la conductora se quedó con la sensación de que está para más y piensa en una banca en el Senado. En 2011 se renovarán los senadores por la provincia de Buenos Aires y Macri, que en este caso es Jorge, podría ser una vez más la llave de su ingreso a la boleta del PRO en ese distrito.

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Lidia Satragno concluye su mandato como diputada en 2011.
 
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