EL PAíS › RICARDO ALFONSIN YA SE DEDICA AL ARMADO DE SUS EQUIPOS DE CAMPAÑA

Entre caras nuevas y viejos conocidos

El precandidato radical empezó a reclutar a los dirigentes que armarán sus propuestas. Apunta a los jóvenes para reforzar la idea de que renovará la UCR. También intercambia opiniones con colaboradores de su padre, como Mario Brodersohn y Juan Vital Sourrouille.

 Por Santiago Rodríguez

Ricardo Alfonsín heredó de su padre el apellido y de un tiempo a esta parte logró devolverlo a los primeros planos de la escena nacional. Después de trajinar por años la arena política bonaerense eclipsado por la figura de Raúl, la carrera de “Ricardito” cobró impulso a partir de la muerte del ex presidente y su triunfo en la interna radical de la provincia de Buenos Aires lo catapultó a la lista de presidenciables de la UCR. Pensando ya en un enfrentamiento con Julio Cobos dentro del radicalismo y en las elecciones del 2011, el vicepresidente primero de la Cámara de Diputados amplió el círculo de dirigentes con los que intercambia opiniones y define sus posiciones. Entre sus interlocutores aparecen ahora “viejos amigos” también heredados de su padre –como Mario Brodersohn y Juan Vital Sourrouille, con quienes “nunca deja de analizar cuestiones de la economía”– y caras nuevas a las que Alfonsín apela para dar el mensaje de que consigo llega una “renovación” radical.

Alfonsín presentará el próximo sábado en un gran acto en Córdoba el Movimiento de Renovación Nacional Mo.Re.Na. Se trata de la nueva línea del radicalismo que usará de plataforma para enfrentar a Cobos en la interna partidaria. Lo acompañan allí figuras del radicalismo como Gerardo Morales, Mario Negri, Ernesto Sanz, Angel Rozas y Ricardo Gil Lavedra.

Aunque sus colaboradores aclaran que no será el lanzamiento de su candidatura, el encuentro en la capital cordobesa marcará el primer paso de Alfonsín hacia las presidenciales de 2011. Para su presentación formal como candidato habrá que esperar. Entre los radicales que lo acompañan cada vez son más los que se entusiasman con la idea de que oficialice su postulación el próximo 30 de octubre, en coincidencia con un nuevo aniversario de las elecciones que ganó su padre y que significaron el retorno a la democracia en 1983.

Inmerso en esa dinámica, Alfonsín necesita armar equipos y generar ideas para su campaña. De eso se ocupa cada semana: todos los lunes, sin excepción, dedica la mañana a reunirse con intelectuales y técnicos con los que aborda cuestiones específicas. El punto de encuentro es la biblioteca del departamento de la Avenida Santa Fe al 1600 que pertenecía a su padre.

En ese departamento siempre fue habitual ver a Brodersohn. El ex secretario de Hacienda de Alfonsín visitaba con asiduidad al ex presidente y no ha dejado de ir. “Brodersohn es un amigo, igual que Sourrouille. Obvio que cuando nos juntamos se habla de política e inevitablemente se analizan cuestiones vinculadas a la economía”, contó a Página/12 un hombre que comparte con Alfonsín la amistad con quienes fueron funcionarios de su padre.

Hay otras figuras de aquellos años con las que Alfonsín también mantiene diálogo. Luis Brandoni suele darle sus impresiones sobre asuntos relacionados con la cultura y con Aldo Neri, quien fuera ministro de Salud de su padre, se ha juntado en más de una oportunidad. “También con Dante Caputo han conversado en algún momento por teléfono”, reveló uno de sus allegados.

La intención de Alfonsín, de todos modos, es darle, mayor protagonismo a los nuevos cuadros del radicalismo. “Gobernar hoy no es lo mismo que hace 25 años. La cosa cambió y mucho más a partir del kirchnerismo”, analizan entre los radicales que fogonean su candidatura a la presidencia.

Hasta que no formalice su candidatura Alfonsín no va a presentar tampoco sus equipos. Los únicos nombres de colaboradores que por ahora deja trascender son los de quienes integran su círculo de confianza, un entorno reducido que forman su sobrino político y ex presidente de la Juventud Radical porteña Willy Hoertz; el presidente del Comité provincial de la UCR, Miguel Bazze; y Pablo Galiano, quien se ocupa de su relación con los medios. Cerca suyo lo justifican: “No queremos largarlos al ruedo y que empiecen a preguntarles por las propuestas de campaña”.

Lo que sí tiene resuelto Alfonsín es apoyarse en tres patas. “Habrá un grupo de técnicos para dedicarse a las cuestiones concretas de cada área; un grupo de intelectuales que aportarán ideas; y una mesa política en la que estarán representados cada uno de los sectores que integran el Mo.Re.Na.”, adelantan en su entorno.

La coordinación de los técnicos que ofrecen colaborar y que eventualmente conformarán los equipos de campaña ya está también definida: de eso se encargan el diputado Carlos Ullrich y el economista Agustín Campero, el hijo del ex secretario de Comercio de Alfonsín padre. En esa tarea también da una mano Federico Polak, quien fue vocero del ex presidente. Y otro “hijo” que está a tiro para ayudar es Raúl Borrás, también ex vocero de Alfonsín y cuyo padre fue el primer ministro de Defensa de la gestión alfonsinista.

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Alfonsín armará para su campaña un equipo técnico, otro de intelectuales y una mesa política.
Imagen: Sandra Cartasso
 
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