EL PAíS › LOS CANCILLERES DE ARGENTINA Y FRANCIA SE REUNIERON EN PARíS

“Un futuro brillante”

Héctor Timerman junto a Michèlle Alliot-Marie fijaron una agenda de trabajo conjunto en temas comerciales y políticos. Acuerdos en materia nuclear y sobre Haití.

 Por Eduardo Febbro

Desde París

El ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, plasmó ayer en París la recuperación plena de las relaciones entre ambos países. Invitado por la canciller francesa, Michèlle Alliot-Marie, con quien se entrevistó, Timerman también mantuvo un encuentro con el asesor diplomático del presidente francés, Jean-David Lévitte. En el curso de una reunión con la prensa en la biblioteca de la embajada argentina en París, Timerman dijo que “queda claro que los temas del pasado quedaron en el pasado”. El jefe de la diplomacia argentina explicó que “la crisis del 2001 fue superada” y que, según le manifestó el asesor de Nicolas Sarkozy, “las relaciones entre Argentina y Francia tienen un futuro brillante”.

Los pasos concretos de este nuevo impulso de la relación bilateral caben en medidas tangibles. Timerman aclaró que se acordó con la jefe de la diplomacia francesa la convocatoria de la comisión mixta –temas económicos y comerciales– en julio de 2011 en Buenos Aires. También se “expresó el deseo” de que la Argentina organice a lo largo de este año, y con apoyo de Francia, que asumió la presidencia del G-20, tres seminarios: uno sobre trabajo y la dimensión social del empleo, otro sobre las fluctuaciones en las tasas de cambio y un tercero sobre paraísos fiscales y lavado de dinero”.

Hubo también una convergencia en temas nucleares. A París le interesa “la transferencia tecnológica” en todo convenio que se firme con la Argentina. Un comunicado del ministerio francés de Relaciones Exteriores destaca que el “tema nuclear civil fue evocado con la posibilidad de perspectivas nuevas de colaboración, en el marco de proyectos de construcción de centrales nucleares en la Argentina y la instalación de un centro de investigaciones y de seguridad”.

Timerman interpretó estos acuerdos como una prueba de que la Argentina “está dejando atrás en forma exitosa las crisis generadas en los años ’90”. En otro punto de su reflexión, el ministro argentino celebró el hecho de que bajo “la sombra de la crisis que ha sufrido Europa se ha entendido mejor que aquello que le sucedió a la Argentina (2001) hubiese tenido otro tratamiento y otra comprensión si hubiese ocurrido durante la crisis de Europa”.

Otro de los puntos que destacó el canciller fue la coincidencia entre París y Buenos Aires en torno de la necesidad de “reformar a los organismos multilaterales de crédito, la transferencia de la tecnología, una mayor justicia en el comercio y la necesidad imperiosa de terminar con los paraísos fiscales”. Timerman indicó que la Argentina votó a favor de que Francia asumiera la presidencia del G-20 porque Buenos Aires estaba convencida de que París tenía “la fuerza y el conocimiento necesario para liderar el proceso de transformación en los organismos de crédito”. Según el canciller, las cosas hubiesen sido muy distintas para los países que sufrieron las crisis “en los años ’90 y en el 2000 si el Fondo Monetario Internacional hubiese estado con una representación de países como China, India, Brasil, Sudáfrica”. Timerman declaró que “la Argentina no está en contra de los organismos internacionales de crédito, sino del rol que éstos organismos juegan ahora”. En este contexto, Timerman observó que estos organismos no parecen reflejar la “realidad del mundo actual”. Como ejemplo, el jefe de la diplomacia citó el caso de las Malvinas y dijo que había evocado con la canciller francesa el hecho de que Gran Bretaña “se niega a cumplir con el mandato de las Naciones Unidas de sentarse a negociar de forma pacífica la resolución del conflicto por las Malvinas. Entonces pareciera ser que hay unas Naciones Unidas para los países poderosos y unas Naciones Unidas para los países pobres y pequeños. En la mesa siempre estamos sentados la Argentina y las Naciones Unidas, pero la silla de Gran Bretaña siempre está vacía”.

El canciller también resaltó una confusión que aparentemente hubo en la interpretación que se hizo de la propuesta francesa de frenar la especulación en torno de las materias primas. Timerman dijo que París le expresó que “Francia no propicia precios fijos o precios topes para los commodities sino que, de la misma manera que combatió la especulación financiera en el G-20 con apoyo argentino, se limite el daño que ocasiona la especulación”. No se trata de fijar o atacar los precios, sino la especulación.

Timerman negó que se haya evocado con Francia el tema de la tensión entre Argentina y Estados Unidos y reveló que se acordó que haya “una línea directa en relación al tema de Haití”. El canciller evocó una iniciativa conjunta de los países de América del Sur con respecto a Haití, que se analizará después de las elecciones haitianas (segunda quincena de marzo). El canciller concluyó diciendo que “los conflictos que hemos tenido en la relación bilateral han sido superados”.

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Héctor Timerman y su par francesa, Michèlle Alliot-Marie, ayer en París.
Imagen: Télam
 
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