EL PAíS › LA PRESIDENTA PUSO EN FUNCIONES A MARIA CECILIA RODRIGUEZ Y A JUAN CARLOS MOLINA

La ministra y el sacerdote dieron el sí

Los nuevos titulares de Seguridad y del Sedronar prestaron juramento en un acto en la Casa Rosada. Tras la ceremonia, Cristina Fernández de Kirchner mantuvo reuniones de trabajo con empresarios y miembros de su gabinete. Hoy retomará su rutina en Olivos.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner regresó ayer a la Casa Rosada para poner en funciones a la nueva ministra de Seguridad, María Cecilia Rodríguez, en un brevísimo acto en el que también prestó juramento el flamante titular de la Secretaría para la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico, Juan Carlos Molina. A diferencia de lo que había sucedido dos semanas antes, tras la asunción del jefe de Gabinete y dos ministros, cuando la mandataria saludó a sus simpatizantes en las galerías del Palacio de Gobierno y dio un discurso, esta vez se ciñó a lo formal y luego de la ceremonia abandonó el Salón Blanco rumbo a su despacho, donde mantuvo reuniones con empresarios y miembros del gabinete hasta cerca de las nueve de la noche. Hoy CFK continuará con su rutina de trabajo desde la residencia oficial de Olivos.

En su segunda visita al edificio de la calle Balcarce desde que retornó a sus labores tras la cirugía y el posterior reposo, Fernández de Kirchner arribó en automóvil apenas pasadas las siete de la tarde, con un vestido color tiza y un collar de perlas al cuello. Casi sin demora, se dirigió al Salón Blanco para la ceremonia: allí la esperaba su gabinete, junto al vicepresidente Amado Boudou; el gobernador de Misiones, Maurice Closs; y el ministro de Seguridad saliente, Arturo Puricelli. También había representantes de distintos credos religiosos: el titular de la Pastoral Social, Jorge Lozano; el obispo de San Isidro, Oscar Ojea; el coordinador de curas villeros, Gustavo Carrera; el titular de la DAIA, Julio Schlosser; y representantes de la AMIA, de la Federación de Entidades Evangélicas, de la Federación de Iglesias Protestantes, y de las comunidades armenia, musulmana y maronita. Entre los invitados se destacaban la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; el secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque, y un sonriente secretario de Seguridad, Sergio Berni.

La primera en firmar el acta confeccionada por el escribano general de la Nación fue Rodríguez, que fue recibida con aplausos y gritos de los invitados que se habían acercado a presenciar el momento.

Molina, por su parte (vestido “de civil” con camisa violeta desabrochada y saco abierto), parecía tener vergüenza cuando tuvo que adelantarse a hacer lo propio. “¡Qué lindo que está!”, piropearon al sacerdote desde las primeras filas. “Más respeto”, pidió la Presidenta, entre sonrisas. Cuando tuvo que tomarle juramento, la mandataria se confundió con la fórmula y repitió las palabras “así mañana a ningún opositor se le ocurre impugnar el nombramiento”, bromeó. Luego de la ceremonia los dos nuevos funcionarios saludaron uno por uno a quienes serán sus compañeros de gabinete; ambos se detuvieron especialmente en la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, con quien mantienen una larga relación.

Desde hoy a primera hora, ambos se apersonarán en sus oficinas para comenzar con sus labores y terminar de definir sus equipos, que asumirán en los próximos días. Como anticipó Página/12, en Seguridad desembarcará el equipo que acompañaba a Rodríguez en la Secretaría de Coordinación Militar de Asistencia en Emergencias del Ministerio de Defensa. El secretario Berni mantendrá su rol, mientras que su actual mano derecha, el subsecretario de Políticas de Seguridad e Intervención Territorial, Darío Ruiz, sería asignado a un lugar más importante en el organigrama. Según fuentes de esa cartera, el perfil que tendrá la nueva gestión “profundizará” el trabajo que viene realizando esa área bajo las gestiones de Nilda Garré y de Puricelli respecto de la modernización tecnológica de las fuerzas de seguridad, y buscará poner más énfasis en el trabajo de prevención que en el de intervención en el lugar del delito. Con la llegada de Rodríguez, se busca darle al Ministerio de Seguridad una mayor articulación con otras áreas del Estado para potenciar el trabajo. Una de ellas será la Sedronar, que a partir de ahora quedará limitada a actuar contra las situaciones de drogodependencia en sectores vulnerables de la sociedad, mientras que en manos de Seguridad estará la lucha contra el narcotráfico, que utiliza la Argentina como país de paso para la exportación de drogas al exterior. “Hasta ahora las dos áreas se venían pisando en sus responsabilidades, esto permitirá que se trabaje mejor”, explicaban ayer en el Gobierno.

El sacerdote Molina dialogó brevemente con la prensa después de la ceremonia, destacando que la misión que le asignó la Presidenta es “armar equipos para trabajar en el terreno, que es lo que importa”. El nuevo titular de la Sedronar habló sobre “laburar con los adictos, en la prevención, la capacitación, meterse en el terreno, recorrer los lugares más difíciles” y sostuvo que trabajarán sobre la base de distintos documentos, incluyendo el que publicó la Iglesia hace algunas semanas.

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María Cecilia Rodríguez asumió en el Ministerio de Seguridad en reemplazo de Arturo Puricelli.
Imagen: Jorge Larrosa
 
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