El Ministerio de Defensa informó que el allanamiento realizado en el séptimo piso del Edificio Libertador, sede del Ejército, “arrojó resultado negativo”. La medida, ordenada por el juez federal Julián Ercolini, se concretó a partir de una denuncia judicial del abogado Ricardo Monner Sans, que se basó en declaraciones del senador radical Gerardo Morales sobre la existencia de acciones de espionaje ilegal contra políticos y periodistas.

“Sin perjuicio de que el procedimiento ordenado adolecía de defectos legales en su tramitación (ni el fiscal ni el juez dieron cumplimiento a los requisitos ordenados por el artículo 16 de la Ley de Inteligencia Nº25.520) y por instrucción del ministro Agustín Rossi, autoridades de Defensa se pusieron a entera disposición de los responsables del allanamiento, brindando colaboración con las tareas realizadas por los funcionarios judiciales”, aseguró el comunicado del ministerio. La medida fue realizada por agentes de la Prefectura Naval el lunes pasado en la Dirección de Inteligencia del Ejército, en el Edificio Libertador.

Desde la cartera que encabeza Rossi precisaron que “las tareas de inspección de las instalaciones incluyeron análisis de documentación y registros informáticos y duraron algo más de cuatro horas”. Agregaron que “son falsas las versiones periodísticas que señalan que como resultado del allanamiento se hayan secuestrado computadoras”. “No se ha encontrado prueba alguna de las acusaciones públicas esgrimidas por el senador nacional Gerardo Morales”, puntualizaron.

Morales sostuvo que el allanamiento es una medida “bastante poco eficaz” y pidió que se tomen “medidas alternativas”. “A mí no me sorprende que en el allanamiento no encuentren nada. La gente de inteligencia no guarda en la computadora datos”, opinó el legislador, que insistió en su denuncia acerca de que desde que César Milani está al frente del Ejército “involucraron a las Fuerzas Armadas en inteligencia interna”. El senador aseguró que tiene esa información por “una fuente que es del propio Edificio Libertador”.

El presidente del radicalismo, Ernesto Sanz, respaldó a Morales: “Me parecen lamentables las declaraciones de Rossi, son más propias de un burócrata que de un militante político, sólo se pueden hacer en estos casos tan especiales o por ingenuidad o por complicidad”.

Rossi, por su parte, volvió a defender el nombramiento de Milani –cuestionado por su rol durante la última dictadura mientras estuvo destinado a La Rioja y Tucumán– al frente del Ejército, al señalar que el Gobierno “no sólo no se desvió de la ruta” en materia de política de derechos humanos, sino que “la ha profundizado con muchísima contundencia”.

Desde el Ministerio de Defensa, además, se manifestó “el rechazo a la irresponsable actitud del senador Morales por realizar sistemáticamente denuncias infundadas que, como en este caso, a las pocas horas terminan en la nada, y a la vez ponen en riesgo aspectos fundamentales de la Defensa Nacional”.