EL PAíS › TRES AÑOS DE PRISION PARA UN SARGENTO POR AMENAZAR A HIJOS

Una granada fabricada en 1976

El Tribunal Oral Federal Nº2 (TOF 2) de Rosario condenó a tres años de prisión efectiva y en cárcel común al sargento del Ejército Fernando Conrado Carabajal, por amenazas agravadas contra el diputado santafesino del Movimiento Evita Eduardo Toniolli.

Carabajal fue encontrado culpable en calidad de coautor del delito de amenaza agravada por ser anónima y por la utilización de un arma de guerra. El hecho que se le imputó es el de haber participado el 6 de noviembre de 2003 en la rotura de una vidriera del ciber café El Eternauta, propiedad de Toniolli, utilizando una granada militar fabricada en 1976 con el fin de amenazar al por entonces militante de HIJOS y querellante en causas por crímenes de lesa humanidad.

A pedido del fiscal del caso, Federico Reynares Solari, los jueces establecieron que sea decomisada la moto con que se llevó a cabo el ataque y que se comunique de inmediato la sentencia dictada contra el sargento al Ministerio de Defensa de la Nación. A la vez, el fiscal solicitó que la granada FMK 2 sea entregada al Museo a la Memoria de Rosario para ser utilizada con fines educativos, a lo que finalmente accedieron los jueces del TOF 2.

En la audiencia previa a la sentencia, Reynares Solari narró que el acusado recibió una llamada proveniente del celular de su compañero dentro del Batallón de Comunicaciones 121 de Rosario, un sargento identificado como Balti, a las 5.56 de esa madrugada, es decir, poco después de registrado el hecho por el que se lo condenó a Carabajal, que entonces integraba el Servicio de Inteligencia del Batallón. El fiscal consideró la hipótesis de que ese llamado haya sido efectuado para confirmar que el hecho hubiera sido consumado correctamente. Además, remarcó que contradice la declaración de Carabajal, quien dijo haber estado durmiendo hasta las 7 de la madrugada de aquel día.

El día del ataque, una persona que trabajaba en un estacionamiento vecino siguió la moto que conducía quien había arrojado la granada y anotó los datos de la patente. La Justicia determinó que el dueño era Carabajal. También se estableció que el artefacto estaba vencido, aunque el mensaje estaba dado por su fecha de fabricación: 1976.

Toniolli consideró que la granada arrojada en 2003 contra su comercio “era para mí, pero también para Néstor (Kirchner) y para los juicios que él promovió” por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura. “Fue en un momento donde se reabrían las causas (contra militares represores), por lo que el hecho tuvo que ver con un mensaje político más fuerte”, recordó Toniolli ante los jueces.

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