SOCIEDAD › CONFIRMAN QUE EL CUERPO HALLADO EN EL AGUA ES DEL JOVEN QUE HABIA SIDO DETENIDO EN ROSARIO

Franco, de la comisaría al río Paraná

Los padres de Franco Casco reconocieron el cadáver que apareció el jueves. El joven, de 20 años y oriundo del partido bonaerense de Florencio Varela, fue detenido por “desacato” el 7 de octubre, en una seccional rosarina. Después desapareció. Hoy harán una autopsia.

 Por Lorena Panzerini

Desde Rosario

Tras 24 días de incertidumbre por la desaparición de Franco Ezequiel Casco, ayer, sus padres reconocieron el cuerpo del joven de 20 años hallado en el río Paraná. Lo último que se sabía de él era que el 7 de octubre estuvo detenido en la seccional 7ª, por presunto desacato. “Yo presentía que mi hijo no estaba más”, alcanzó a decir Elsa Godoy, la madre, en uno de los pasillos de tribunales, ayer por la tarde, donde tres policías de la comisaría prestaron testimonio ante el juez Hernán Postma. “Yo sabía que a Franco lo mató la policía”, cantaron las organizaciones sociales que se concentraron en Balcarce al 1600. Desde el Instituto Médico Legal (IML) indicaron que la muerte dataría de alrededor de 15 días.

Las sospechas de la familia, proveniente de Florencio Varela, apuntaron desde el principio al personal de la comisaría de Cafferata al 300. El defensor general, Gabriel Ganón, quien tomó la representación legal de los padres de la víctima, acusó a la fiscalía por “negligencia”, y reprochó que días atrás salieran a decir que aún no se habían detectado irregularidades policiales. “No se investigó hasta que el caso fue tapa de los diarios”, se quejó. Por su parte, el fiscal Guillermo Apanowicz, que instruyó la búsqueda, dijo ayer que “no se descarta nada”, y apuntó a las hipótesis de “homicidio o suicidio”. Hoy se realizará una nueva autopsia para determinar la causa de la muerte.

La aparición del cuerpo de una persona joven en el río se conoció en la tarde del jueves, durante la primera audiencia de hábeas corpus realizada simultáneamente con la marcha por la aparición con vida del pibe. Sin embargo, recién ayer por la mañana los padres de Franco fueron citados al IML. El cuerpo tenía similitudes con la descripción física del joven desaparecido desde la primera semana de octubre.

Ramón Casco y Elsa Godoy reconocieron a Franco por su ropa y su tatuaje, que reza Thiago, tal el nombre de su hijo de tres años. Elsa supo desde siempre que Franco tenía intenciones de volver a su casa. Cuando perdió el tren, el martes 6, la llamó para avisarle que volvería al día siguiente. Al no llegar, Ramón juntó los 70 pesos para llegar a Rosario a buscarlo. La primera denuncia fue el 8 de octubre, en la comisaría 20ª, pero nada ocurrió. El 13 de octubre llegó Elsa a la ciudad, desesperada por encontrar a Franco. Insistió en ir a la comisaría, y en la 7ª sólo recibió maltrato y contradicciones. Unos días después, cuando la de-saparición salió en los diarios, la recibió el fiscal Apanowicz.

Tras el hallazgo del cadáver, la fiscal Mariana Prunotto, de la Unidad de Homicidios, tomó la causa. En los primeros minutos tras la identificación, la funcionaria dijo que se investigará “hasta saber qué pasó”. Indicó que el fallecido “no presenta signos de violencia”. Por la tarde, durante la audiencia en tribunales –realizada tras un recurso de hábeas corpus presentado por Ganón–, señaló que los resultados de ADN demorarán cerca de un mes.

Por su parte, el médico forense Raúl Rodríguez adelantó que hoy se hará una nueva autopsia “para brindar la mayor transparencia posible y dejar tranquila a la familia”. Ayer, dijo que “no se observó ningún signo de lesión externa, ni fracturas ni proyectiles. Se realizaron estudios radiográficos y no se detectó lesión ósea; se sacaron muestras de tejido para analizar y de lo que ha quedado en cavidad cardíaca, hígado y cuello”, dijo. Sobre la causal de muerte, señaló que “aún no se puede establecer”. Al mismo tiempo, indicó que tendría “aproximadamente 15 días, o más, en el agua”.

Sobre las irregularidades denunciadas en el marco de la causa, Ganón sostuvo que “se falseó información. Es indignante. Nunca se investigó hasta que el caso fue tapa de los diarios, y como consecuencia de esa negligencia de parte de la fiscalía se perdieron pruebas vitales como la filmación del lugar donde el comisario de la 7ª –Diego Alvarez– dijo que fue detenido Franco, porque cuando el fiscal se acordó que tenía que pedir esa filmación, la misma ya había sido borrada. Es gravísimo que el fiscal nos tome el pelo a todos, diciendo que no hay ninguna irregularidad, cuando las pruebas son contundentes: la última vez que se vio a Franco con vida estaba en la comisaría, y después aparece flotando en el río. Y la única persona que sigue siendo acusada en esta causa es la que murió”, lanzó, y habló del “funcionamiento perverso de la Justicia para los pobres”.

Al mismo tiempo, el defensor reiteró que se trata de una “desaparición forzada”, y se quejó de las declaraciones del secretario de Control de las Fuerzas de Seguridad de Santa Fe, Ignacio Del Vecchio, que anteayer indicó que tres testigos habían visto a Franco en una parroquia, el domingo pasado. “Se utilizó esto políticamente para tratar de oscurecer la realidad. A Franco nunca se lo buscó, nunca se investigó a la policía. Hay hechos claros que no se pueden contrarrestar y que son gravísimos. La ausencia de respuestas políticas y judiciales están marcando actitudes de convalidación, de ocultamiento de un crimen de lesa humanidad, de desaparición forzada”, dijo. Más tarde, agregó a este diario que “Del Vecchio debería estar presentando la renuncia. Apenas escuché lo que dijo supe que eran pruebas plantadas por la policía para confundirnos a todos, para que se dejara de buscar a Franco y excusar a la policía, que es la única responsable de lo que le ocurrió”.

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Los padres de Franco, al salir de la morgue en la que reconocieron el cuerpo de su hijo.
Imagen: Alberto Gentilcore
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