EL PAíS › OPINION

Desde el corazón

Por Alberto Balestrini
y Alberto Edgardo*

Por decirlo claro: Néstor Kirchner no es peronista... Sería, en suma, un terrible error para Kirchner ser apenas peronista, cuando puede ser mucho más.
Así comienza y termina un artículo del diario Página/12. Un artículo que motivó estas reflexiones, no desde las neuronas, sino desde el corazón. Quizás exagerando, tuvimos la sensación de que José Pablo Feinmann, un auténtico kirchnerista de última hora, parece aterrado de la posibilidad de que el Presidente K, como lo llama, presidente del PJ de Santa Cruz en los últimos años, se manifieste peronista. Nos explica que en su reunión con Bush Kirchner le dice que es peronista para “zafar”. Curiosa interpretación, hoy por hoy, en estos primeros meses de gobierno, “zafar”, no parece ser el estilo del Presidente, sino todo lo contrario. Como en la nota se traslada sin aviso del peronismo al pejotismo, y viceversa, no sabemos exactamente a qué se refiere cuando citando a Hegel, nos ilustra: “El ser, lo indeterminado, es en realidad la nada, ni más ni menos que la nada (...). El puro ser y la nada son por lo tanto la misma cosa”. Arturo Jauretche, comentando la definición de nipo-nazi-fasci-falanjo-peronista que circulaba por esa época, escribía: “Es una especie de trabalenguas. Pero más que un trabalenguas es un traba-sesos”. Desde siempre, el peronismo fue algo molesto para muchos. Ese puro ser y la nada a lo largo de su historia fue bombardeado, fusilado, perseguido, proscripto, encarcelado, torturado, desaparecido y traicionado. Y hoy, dispuesto nuevamente a ponerse de pie. Demasiadas cosas para lo indeterminado. Alguien debe estar mal informado. Y no hay derecho para propagar mala información a nadie. Al menos que acordemos explícita o implícitamente con los que impulsan el proyecto de hacer desaparecer al peronismo de la historia argentina, con los que se rasgan las vestiduras cuando aparecen algunos signos de peronismo (o “populismo”, como les gusta decir) que ponga en riesgo el proceso de amnesia colectiva que se quiere instalar en el pueblo. Queremos finalizar reafirmando nuestra identidad. Y para eso utilizaremos las palabras de un documento firmado por algunos compañeros hace varios años, cuando se alejaron del Partido Justicialista: “Ratificamos nuestra identidad peronista: porque eso fuimos, porque eso somos, porque inscriptos en esa tradición política hemos transitado momentos fundamentales del país y de nuestras vidas”. José Pablo Feinmann (y varios más). Por qué nos vamos, 19 de agosto de 1985. Abajo la amnesia.
* Intendente y secretario de Gobierno de La Matanza.

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