EL PAíS › EL ARI RECHAZO UN MINISTERIO EN EL GOBIERNO

“Seremos control y oposición”

El duhaldismo ofreció a la diputada Elisa Carrió el Ministerio de Justicia. El ARI lo rechazó porque asume que el rol en que los puso la sociedad es el de “control y oposición” democrática.

 Por Laura Vales

¿Aceptaría Elisa Carrió asumir como ministra de Justicia de Eduardo Duhalde? Esa fue la propuesta que allegados al nuevo Presidente acercaron ayer a los oídos del ARI. Ocurrió en las horas previas al inicio de la Asamblea Legislativa, mientras el duhaldismo avanzaba en el armado del llamado “gobierno de salvación nacional”. La respuesta de Carrió fue que no; “ni siquiera tuvimos que pensarlo”, aseguraban ayer, haciendo un poco de alarde, en cercanías de la diputada. En el ARI están convencidos de que su rol en los meses que vendrán será el de principal partido de control y oposición. “Es ahí donde nos está colocando la sociedad, apostamos a crecer desde ese lugar y creemos que esa construcción va a acelerarse a medida que se verifique cómo el PJ y la UCR son parte de lo mismo.”
En base a este convencimiento el bloque rechazó la designación de Duhalde, declinó participar de su gobierno y reclamó que se convoque a elecciones en un “período razonable”. En realidad, la primera intención en el ARI había sido otra. Carrió y los suyos ingresaron a la Asamblea Legislativa decididos a abstenerse en la votación, en un gesto mucho más blando que el de puro rechazo.
“No queremos quedar entrampados en el pedido de elecciones inmediatas que hace De la Sota, que es el pedido del establishment, ni que nos acusen de profundizar una crisis que puede hacer estallar el país si nos oponemos a Duhalde”, razonaban los legisladores.
Pero toda esa cuidadosa racionalidad política se hizo pedazos cinco minutos antes de votar, cuando el presidente del bloque de diputados del PJ Humberto Roggero tomó la palabra y en una entusiasta defensa de la candidatura de Duhalde calificó a las críticas de la oposición de “discursitos”, habló de la “insólita dictadura de las minorías” y acusó de “gorilas” a los cuestionamientos. Cuando Roggero terminó su discurso, todo el ARI se había volcado hacia el no.
–Vinimos con una actitud responsable, pero no tenemos por qué aguantarles cualquier cosa –repetía anoche Graciela Ocaña para resumir el motivo del cambio de opinión.
La titular del ARI, por su parte, no ocultó la oferta del ministerio, que según fuentes del duhaldismo se vehiculizó a través de Rafael Romá, ex vicegobernador de Duhalde y ahora integrante del ARI.
“Es cierto que me tiraron un montón de ofrecimientos”, dijo Carrió a Página/12, “pero nunca hablé directamente con Duhalde ni acepté ningún cargo”.
–¿El ofrecimiento consistió en el ministerio o se habló de un cargo en la Corte Suprema?
–Hablaron del ministerio y hubo menciones más vagas al tema de la Corte. Pero creo que en realidad la intención fue la de usar mi nombre.
–Hasta hace unos días el ARI reclamaba elecciones en marzo. ¿Por qué cambió su postura?
–Es que en realidad tenemos la misma posición que la semana pasada; en la primera Asamblea dijimos que queríamos elecciones en 90 o 120 días, que los partidos debían hacer internas y que no aceptábamos la ley lemas. Seguimos diciendo exactamente lo mismo. Por supuesto que llamar a elecciones para el 3 de marzo sería imposible e irresponsable. Lo que estamos pidiendo es que haya elecciones en 90 o 120 días, en el marco de un acuerdo programático en la Cámara de Diputados.
Los aristas llevaron a la Asamblea un discurso con tres patas: Carrió se centró en la falta de legitimidad política del flamante gobierno para mantenerse dos años en el poder e insistió en que el reclamo de la gente es “básicamente el de un país con Justicia”, es decir eligió hablarle a la sociedad. Jorge Rivas se refirió a la responsabilidad por la violencia en las calles, que sospechan vinculada a un sector del PJ, mientras que Mario Cafiero se ocupó de la propuesta económica para la transición. El sector propone como medidas de emergencia la creación de una red social que incluya un seguro de desempleo para todos jefes de familia desocupados, una moratoria y renegociación de la deuda externa y una salida ordenada de la convertibilidad.
“Hay que ir a un nuevo acuerdo con los acreedores previa anulación del canje local y del megacanje, porque así como se armó el corralito que perjudicó a los ahorristas, a los banqueros se les armó un sistema destinado a garantizarles el cobro de 50 mil millones a través de contratos leoninos”, marcó Cafiero.
En las semanas por venir, apuntaba otro legislador, la atención del ARI estará centrada en fortalecer el acuerdo con los representantes de la fragmentada centroizquierda en el Parlamento. Anoche, por lo pronto, ni siquiera se mantuvo el acuerdo del ARI con los frepasistas disidentes de José Vitar y el grupo del Polo Social que encabeza Francisco Gutiérrez, que mantuvieron la postura de abstenerse mientras Carrió y sus pares votaban por el no.

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Elisa Carrió y Alfredo Bravo, principales referentes del ARI, que decidió no integrar el gobierno.
“Es cierto que me hicieron ofrecimientos”, dijo Carrió “pero nunca hablé con Duhalde ni acepté ningún cargo.
 
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