EL PAíS › EL PRESIDENTE RECIBIO A DE LA SOTA, OBEID Y BUSTI

Obras para los nuevos amigos

Néstor Kirchner estudia poner en marcha un plan de obras públicas en la denominada Región Centro del país. Así lo analizó ayer con los gobernadores de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, aunque evitando dar por cerrado el tema hasta contar con los fondos para llevar adelante la iniciativa.
En la Casa Rosada, Kirchner y los gobernadores José Manuel de la Sota (Córdoba), Jorge Obeid (Santa Fe) y Jorge Busti (Entre Ríos) hablaron expresamente de un “plan trienal” para septiembre. Más aún, la “voluntad” presidencial de avanzar en ese sentido fue admitida por el propio mandatario cordobés durante una conferencia de prensa posterior, a la que llegó acompañado por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
Los gobernadores reclamaron 90 millones de pesos para mejorar las redes viales, ya que gran parte de los productos que se exportan, sobre todo al Brasil, se producen en esas tres provincias. El dinero se invertiría en la autopista Córdoba-Rosario, la Ruta 19 y la 168. También para la construcción de un puente Entre Ríos-Santa Fe.
Claro que la reunión de ayer merece una lectura política en el marco de la interna justicialista. Al trío de mandatarios le sirvió para mostrarse como un polo de poder con suficiente autonomía y, por su densidad demográfica (20 por ciento de la población), peso específico como para imponer criterios puertas adentro del partido.
A pesar de que no se habló del PJ, a Kirchner la foto puede ofrecerle un aliado impensado en la pulseada con Eduardo Duhalde debido al poderío indiscutible de la provincia de Buenos Aires. La reunión pone a prueba una vez más que la política es el arte de lo posible. A pesar de que el tema predominante fue el reclamo de dinero, en el despacho presidencial no faltaron sonrisas y ademanes amistosos.
No se trataba, precisamente, de históricos aliados internos. Más bien lo contrario: el Presidente ha sido muy duro con De la Sota y no le ha dispensado el mejor trato en los últimos meses. El caso de Obeid no es tan extremo, aunque Kirchner supo mostrarle lo que es un castigo. Ocurrió cuando el gobernador santafesino alabó a su antecesor, Carlos Reutemann, justo en momentos en que el Gobierno tomaba distancia. Más allá de la “precaución” de no haber jugado con Kirchner en la elección presidencial para no alterar al menemismo provincial, Busti logró congeniar con el jefe de Estado a lo largo de este año y pico de gestión, a tal punto que Entre Ríos fue una de las provincias más visitadas por el primer mandatario.

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