EL PAíS › HABLO DE CLIENTELISMO POLITICO, PERO NO DICE QUE HARA SI GANA

A Macri le sobran 20 mil empleados

Aseguró que hay “entre 10 y 20 mil ñoquis” en la planta porteña. Con todo, no quiere hablar de recortes de personal.

Asadito, picadito con los candidatos y mucho relax camino al domingo. Ese fue el viernes de Mauricio Macri. Luego de reponerse de las “24 horas de acción” y de los festejos de Boca que protagonizó en simultáneo (admitió que durmió dos horas y una siesta), tuvo su descanso reparador, luego de tanto trabajo. En su última salida al aire, al filo de la veda electoral que comenzó a las 8 de la mañana, el candidato a jefe de Gobierno de PRO dejó trascender una frase en la que sobrevolaban los futuros recortes de personal. “El gobierno de Ibarra para acá fue el que más desarrolló el clientelismo político. Se nombran y la gente no se va”, sostuvo. Fiel a su estrategia, no anunció qué hará al respecto.

“La Constitución de la ciudad tiene muchos errores. Todo ha sido diseñado para ver cómo hacemos para poner más gente”, se quejó Macri en declaraciones radiales. En la última semana, se habían desatado versiones sobre un vedado proyecto del macrismo de reformar la Constitución porteña, que los voceros de PRO negaron una y otra vez. Las palabras de Macri volvieron a alentar las especulaciones y las correspondientes negativas.

“Por lo menos, hay entre 10 y 20 mil ñoquis políticos, entre el 10 y el 15 por ciento” de la planta, calculó Macri, que tomó como una de sus promesas de campaña terminar con el “gasto político”, del que se diferenció. En su plataforma, prometió hacer concurso públicos y abiertos para “cubrir los cargos con funcionarios capaces y eficientes”.

En el apartado “acciones sobre la calidad del gasto” de ese mismo documento, el empresario ya advirtió elípticamente qué harán sobre este tema. Sin usar la palabra “ajuste”, aseguró que cerca del 59 por ciento del gasto es en personal y que “será necesario trabajar sobre la calidad del gasto y, dado su peso específico, uno de los conceptos sobre los que habrá que accionar es el gasto en personal”. La plataforma promete que se generarán auditorías por proyecto y área para evaluar su productividad (“relacionar insumos con productos”) según criterios de “eficiencia y eficacia”. Lo que no dice, pero queda implícito, es que habrá recortes.

En su última salida por las radios, Macri también defendió su decisión de no asistir al debate con el candidato K Daniel Filmus, pese a que se había comprometido públicamente. “La agresión que hubo desde el principio daba la sensación de que era prestarse a un espectáculo dantesco”, dijo el diputado de licencia.

Y aseguró que, si gana las elecciones, le pedirá una reunión al presidente Néstor Kirchner, sin intención de entrar en ninguna discusión. “El lunes tengo pensado pedirle la entrevista. Espero no debatir, sino hablar”, aseguró. Desde el Gobierno ya advirtieron que lo recibirán (ver aparte). Macri admitió su intención en los últimos días, pero en su entorno intentaron bajarle el tono al encuentro, para evitar el debate sobre qué lugar ocupará Macri en relación con los otros dirigentes de la oposición.

Luego de despachar a las radios –que compitieron por lograr tener sus palabras antes de las 8–, se tomó un respiro y repitió, por cábala, una actividad que hizo en la primera vuelta: fulbito con los candidatos. Se juntaron en un club de Barrio Parque.

Entre los que se pusieron los botines junto al líder de PRO estaban: en el equipo contrario al empresario (al que siempre, pero siempre le toca perder, aunque haya quien recuerde un resultado distinto) los diputados Eugenio Burzaco y Cristian Ritondo y los legisladores electos de la ciudad Avelino Tamargo, Carlos Tramutola y Marcos Peña. Del lado de Macri jugaron los legisladores electos Enzo Pagani y Néstor Abbas, el vocero Iván Pavlovsky y los dirigentes juveniles Ezequiel Langan, Fernando De Andréis y Sergio Costantini. Jugaron con el sistema “el que mete el gol gana”. Y el gol llegó de la derecha de Macri, que le dio la victoria a su equipo. Después del partido, los dirigentes y militantes de PRO compartieron un asado en el club, como preludio a la vigilia del domingo.


Denuncia

El Tribunal Superior de Justicia porteño informó anoche que, según una denuncia de los representantes de la fórmula Mauricio Macri y Gabriela Michetti, se detectaron “boletas falsas” del PRO que llevan el número 302, cuando el correspondiente es 502. Así lo afirmó el tribunal a través de un comunicado que tiene como objetivo “hacer saber a los votantes la situación, a fin de que puedan adoptar las prevenciones que encuentren oportunas”. La Justicia advertirá a las autoridades de mesa que “tengan especial cuidado” en verificar las boletas en el cuarto oscuro.

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Mauricio Macri pifia un remate en el picado que realizó ayer con dirigentes de PRO.
 
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