EL PAíS › EL PAPA ASCENDIO A ESTANISLAO KARLIC Y A LEONARDO SANDRI

Dos cardenales argentinos

Uno es un viejo amigo de Ratzinger que recibe un reconocimiento a su trayectoria. El otro es un viejo insider del Vaticano con la edad suficiente para ser uno de los electores papales.

 Por Washington Uranga

Benedicto XVI creó ayer veintitrés nuevos cardenales de la Iglesia Católica romana, dos de los cuales son argentinos: Leonardo Sandri (63 años) y Estanislao Karlic (81 años). Los dos llegan al cardenalato por caminos muy distintos. Sandri, de posiciones claramente conservadoras, ha sido un hombre influyente dentro de la Iglesia durante el pontificado de Juan Pablo II, actuando como segundo del poderosísimo cardenal Angelo Sodano, ya retirado. Por su edad, Sandri está habilitado para ser uno de los eventuales electores de un nuevo papa. Karlic, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina desde 1999 al 2002, es hoy arzobispo emérito de Paraná y su nombramiento se considera como un reconocimiento a su trayectoria como pastor y teólogo y a la estrecha amistad que trabó con el cardenal Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI, cuando este último era presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe y ambos trabajaron en la elaboración del nuevo Catecismo de la Iglesia Católica (1987-1992).

Con estas designaciones la Iglesia en Argentina suma en total cuatro cardenales, incluyendo a Jorge Bergoglio (arzobispo de Buenos Aires) y Jorge Mejía (emérito y ex archivista y bibliotecario del Vaticano). Por su edad, ni Karlic ni Mejía podrían participar de un cónclave, limitado a los cardenales menores de 80 años. El Vaticano aprovechó la ocasión del consistorio extraordinario para anunciar que la semana próxima Benedicto XVI firmará una nueva encíclica que llevará por título Spes salvi (Gracias a la esperanza). Uno de los argumentos del texto papal sería el de reafirmar la esperanza como la virtud que hoy debe ser rescatada como central por el género humano.

Otros veintiún cardenales fueron creados ayer en la basílica de San Pedro: trece europeos, dos latinoamericanos, dos estadounidenses, dos asiáticos y dos africanos. Los otros latinoamericanos son el mexicano Francisco Robles Ortega (58 años), arzobispo de Monterrey, y el brasileño Odilio Pedro Scherer (58 años), arzobispo de San Pablo. A partir de este momento América latina tendrá un total de 34 cardenales, pero sólo veintiuno son electores sobre un total de 121 que conforman el cónclave. Teniendo en cuenta que en esta región reside el 44 por ciento de los católicos del mundo, queda en evidencia que la relación de poder del catolicismo latinoamericano es muy relativa en Roma. Con muchos menos católicos pero con más influencia y peso económico, Estados Unidos tiene trece cardenales electores.

Sandri no ha tenido una buena relación con la Iglesia en Argentina. Se trata, por otra parte, de un obispo con trayectoria “curial”, es decir, vinculado con los ambientes diplomáticos, políticos y administrativos del Vaticano, pero sin experiencia ni gobierno pastoral. Fue muy influyente mientras duró el ejercicio del poder por parte de Angelo Sodano, de quien fue aliado incondicional. Por esta vía también mantuvo directas vinculaciones con el ex embajador de Carlos Menem ante la Santa Sede, Esteban Caselli, y más de una vez trató de influir –se dice que con éxito– en la designación de obispos de tendencia conservadora, aun en contra de la opinión de la Conferencia Episcopal Argentina. Apartado Sodano de la Secretaría de Estado, el poder de Sandri disminuyó y aunque ahora haya sido nombrado cardenal se le asignó un puesto menor dentro del elenco vaticano como prefecto (ministro) de la Congregación para las Iglesias Orientales. Se sabe que Sandri mantiene fuertes lazos con los sectores más conservadores del Episcopado argentino, entre quienes se destaca el arzobispo de La Plata, Héctor Aguer. Fuentes vaticanas sostienen que el hoy cardenal hizo grandes esfuerzos para que el actual secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, desistiera de su reciente viaje a la Argentina, donde vino para asistir a la beatificación de Ceferino Namuncurá, oportunidad en la que tuvo una entrevista con el presidente Néstor Kirchner y la presidenta electa Cristina Fernández. La relación entre Sandri y la mayoría de los miembros de la Conferencia Episcopal Argentina no es buena. En cambio, entre los obispos causó mucha satisfacción el nombramiento de Karlic, a quien se le tiene gran respeto y admiración dentro del Episcopado.

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La ceremonia fue ayer en San Pedro, cuando se crearon 23 cardenales de todo el mundo.
Imagen: AFP
 
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