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Sin perdices

El abogado de Carlos Menem confirmó ayer que su cliente y Cecilia Bolocco iniciarán los trámites de divorcio. El matrimonio fue hace siete años. De la unión entre el ex presidente y la ex Miss Mundo nació Máximo, que ahora tiene cuatro años.

Ella tenía 36 y él 71, y esa diferencia persiguió al matrimonio con rumores de crisis e infidelidades desde el principio. Ayer, siete años después de la boda, Carlos Menem y Cecilia Bolocco confirmaron que están por iniciar los trámites de divorcio. Hablar de esos siete años como años de matrimonio no sería justo, porque el ex presidente y la ex miss mundo pasaron más tiempo separados que juntos, e incluso dedicaron más años a negociar el divorcio que a convivir. Los trámites para la separación comenzarán en febrero, una vez que termine la feria judicial, según informó el abogado del ex mandatario, Pedro Baldi.

Bolocco se encuentra desde el lunes en Buenos Aires. Además de cerrar el tema del divorcio, los allegados a Bolocco dijeron que la ex miss mundo hizo este viaje para tener una reunión con Marcelo Tinelli, quien le ofreció participar de la próxima temporada de Bailando por un sueño. Bolocco vino con su hijo Máximo para que se encuentre con Menem, al que no ve desde hace un año.

El abogado aseguró que la pareja “ya está de acuerdo en que el chico se queda con Cecilia, con un régimen de visitas amplio para que pueda ver al padre las veces que sea necesario”. En cambio, no dio ningún dato sobre el corazón del asunto del divorcio, su aspecto económico. Baldi se limitó a decir que él y ella “ya están de acuerdo en todo”. Los bienes gananciales a dividir son aquellos que Menem y Bolocco adquirieron después del casamiento. La “productividad” del mandatario había sido previa.

Bolocco se convirtió en la novia del ex presidente en el 2000. Ella dijo que se había enamorado haciéndole una entrevista. Se casaron el 26 de mayo de 2001; pero la pareja empezó su historia con el pie izquierdo y le tocó pasar la luna de miel con el novio preso; procesado en la causa judicial por tráfico de armas a Croacia y Ecuador, Menem cumplió prisión domiciliaria en una quinta del gran Buenos Aires, y la ex reina de belleza pasó a compartir sus días no sólo con su flamante marido sino también con el dueño de casa, Armando Gostanian, y otros integrantes del entorno menemista. En esos días, Bolocco hizo campaña por su marido y se mostró en público con traje sastre y rodete. En esos días se dijo que Bolocco se pasaba las horas encerrada mirando la película “Evita”, de Alan Parker.

Menem recuperó la libertad y al poco tiempo empezó a ser evidente que las cosas en la pareja no andaban bien. El nacimiento de Máximo, que hoy tiene cuatro años, pareció cambiar las cosas, aunque el niño no había cumplido los dos años cuando la conductora de televisión confirmaba que estaba pensando en separarse. Se quejaba de que Menem la tenía abandonada y de que ella y su hijo estaban siempre “en segundo lugar”, detrás de la política.

Para colmo de males, después del casamiento a Bolocco le había empezado a ir mal en su carrera profesional. Sus programas, que antes arrasaban con la audiencia, empezaron a perder rating. Bolocco se instaló a vivir en Chile sin oficializar la separación; ocasionalmente, se mostraba junto a Menem en algún evento. Entrevistada por los programas de la TV chilena, contaba los avatares de su relación siempre en el tono de la esposa dejada de lado.

A finales del 2005, llevó a Menem como invitado de su propio espacio, La noche de Cecilia, y se dio el gusto de tomarle el pelo con ironías.

Criticó por ejemplo sus frases “machistas” y le recordó que la banca de senador que acababa de obtener en las elecciones no era un trofeo del cual podía vanagloriarse. “Esta fue tu primera derrota electoral”, le dijo, recordándole que se trataba de un lugar por la minoría. También se burló de él: “Cuando saliste presidente en el ’89 tenías bastante más pelo”. El ex presidente le retrucó con un “Y vos eras morocha”.

El golpe más duro de la Bolocco contra el ex mandatario llegaría en mayo pasado, con la publicación de fotos en las que ella aparecía en topless junto al empresario italiano Luciano Marocchino, en una de las terrazas de la casa que posee en Miami. Las imágenes mostraban que había indudablemente un romance y provocaron la reacción de Menem, quien por primera vez blanqueó el fin del matrimonio y reveló que desde hacía un par de años ya estaban separados de hecho.

En las siguientes entrevistas, Bolocco lloró delante de las cámaras y aseguró que los últimos tres años de su vida habían sido los peores. También defendió su derecho “a luchar por la felicidad”, mientras corrían las especulaciones sobre cómo afectaría a la separación de bienes la segunda tanda de fotos, que la mostraba besándose con su amigo. Es que algunos juristas aprovecharon para recordar que en los casos de infidelidad, el integrante de la pareja que es inocente tiene derecho a reclamarle alimentos al otro.

Baldi, el abogado de Menem, eligió para dar la noticia del divorcio un estilo indirecto. “El doctor me encargó que me hiciera cargo de los trámites. Los tribunales en enero están cerrados, así que en febrero podríamos iniciarlos”, le dijo al diario chileno La Tercera. Según los medios de aquel país, la conductora se quedaría por poco tiempo en la Argentina, ya que su idea es continuar viaje rumbo a Miami para pasar allí sus vacaciones.

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