–¿Le gusta vacacionar en la playa o en la montaña?

–Nací en la mejor playa del país, San Antonio Oeste, cuyo balneario es Las Grutas. Me encanta la playa, pero este año nos dormimos y por eso nos quedamos acá y alquilamos una quinta en Ezeiza.

–Una biografía de Trotsky porque me interesa mucho la Revolución Rusa. Además estoy terminando el libro Perón, una obra maravillosa del historiador Norberto Galasso. Y otro clásico que releo es el de Alejandro Horowicz, Los cuatro peronismos, con eso tengo para entretenerme.

–Me estoy recuperando de una operación en la rodilla, así que estoy volviendo a jugar al fútbol y al básquet, pero de a poquito.

–Me gusta tomar de todo, pero como estoy a régimen sólo tomo agua y alguna bebida light a veces. Soy todoterreno, pero lo hago esporádicamente.

–Los dos, pero el Twitter me atrapó más porque sentís que dialogás directamente con más personas. También es más peligroso porque a veces uno no mide y dice cosas que después levantan los diarios. Para mí es adictivo.

–La página de Clarín arde mucho, es muy buena para prender el fuego. No soy buen asador y me sale desparejo. El 31 hice un lechón a la parrilla que me salió muy bien, así que ya me animo un poco más.