EL PAíS › SINCERAMIENTO DE BRASIL

“Doha fue una lección”

 Por Fernando Cibeira

Cristina Fernández de Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva tenían un tema que conversar: los recientes desacuerdos que mostraron ambos países en la Ronda de Doha, el encuentro de la OMC que se llevó a cabo en Ginebra. Allí, Brasil quedó apoyando la propuesta de aranceles y subsidios elaborada por Estados Unidos y Europa mientras que Argentina se mantuvo en la vereda de los emergentes. El tema fue tocado tangencialmente en los discursos de los presidentes, pero se discutió en extenso en la reunión que mantuvieron en la Casa Rosada junto a sus ministros. “Lo sucedido en Doha podía deteriorar la sociedad”, argumentaron los argentinos. “Doha fue una gran lección”, reconocieron los brasileños.

El tema no estaba en la agenda cuando se armó la visita de Lula, pero cobró fuerza en los últimos días por lo que analizarlo se había vuelto inevitable. En la Cancillería argentina les costaba analizar el giro brasileño de que líder de los países emergentes en las discusiones por la liberalización del comercio mundial había pasado a acercarse peligrosamente a la postura de los países desarrollados. Argentina no compartió la voltereta y se mantuvo en el bando en el que también militan países como India y Sudáfrica. Finalmente la Ronda de Doha fracasó y Brasil quedó en una posición incómoda.

Cristina Kirchner y Lula tenían pautado su encuentro bilateral en la Casa Rosada, luego de inaugurar la reunión de empresarios en el Hotel Sheraton. Estuvieron una hora a solas y luego se les sumaron los ministros. Del lado argentino estuvieron el jefe de Gabinete, Sergio Massa, el canciller Jorge Taiana, el ministro del Interior Florencio Randazzo, el de Planificación Julio De Vido y la de Defensa Nilda Garré. Lula llegó al país junto a buena parte de su gabinete encabezado por el jefe de la Casa Civil, Dilma Roussef, y el canciller Celso Amorim, justamente quien llevó la voz cantante de la posición brasileña en Ginebra.

Cristina Kirchner explicó la necesidad de que, como socios, Argentina y Brasil concurrieran a los foros internacionales con una postura común. “La credibilidad en el proceso de integración se ve deteriorada cuando en la primera discusión los países emergentes se ven abandonados”, lanzaron los argentinos, según informaron fuentes de la Casa Rosada. En la misma dirección, pidieron “garantizar la armonía” entre Argentina y Brasil en el futuro.

Tal como hicieron en público cuando se refirieron al pasar a la cuestión, los brasileños buscaron bajarle los decibeles a la controversia. “Tenemos que seguir trabajando como socios estratégicos que somos”, pidieron. Y tiraron sobre la mesa la idea de acelerar la central hidroeléctrica de Garabí, un proyecto binacional que ayudará a cubrir las necesidades de energía argentinas.

Compartir: 

Twitter

 
EL PAíS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.