EL PAíS › CFK LES ENTREGó A LUGO Y MORALES LA MEMORIA QUE ESTABLECE LOS LíMITES FRONTERIZOS

De la guerra a la unidad regional

Con un acto en la Casa Rosada, el presidente de Bolivia y el de Paraguay pusieron fin al conflicto que derivó en la Guerra del Chaco. “Si Lugo y Evo hubieran sido presidentes entonces, no habría existido esa guerra”, dijo Cristina Fernández.

 Por Daniel Miguez

Con la Presidenta como garante y anfitriona del encuentro, los presidentes de Paraguay, Fernando Lugo, y de Bolivia, Evo Morales, le pusieron formalmente punto final al diferendo limítrofe que llevó a la Guerra del Chaco a los dos países entre 1932 y 1935. El acto fue anoche, en la Casa Rosada, y Cristina Fernández de Kirchner les entregó a sus colegas la memoria final que fija la demarcación fronteriza entre ambos países, lo que quedó rubricado con la firma de un acta.

La ceremonia duró media hora, lapso en el que hablaron los tres presidentes, que coincidieron en resaltar el objetivo de unidad latinoamericana y en caracterizar a aquella guerra como una confrontación incentivada por intereses ajenos a la región. “Fue una guerra con olor a petróleo, como tantas guerras”, dijo CFK. El conflicto bélico entre Bolivia y Paraguay fue el más cruento del siglo XX en el continente y en el territorio del Chaco boreal murieron 95 mil personas.

“Si Lugo y Evo hubieran sido presidentes en aquel entonces, no habría existido esa guerra acicateada desde afuera”, sostuvo la Presidenta, e inmediatamente recordó que Spruille Braden era en ese momento representante de la Standard Oil Company, una de la empresas petroleras que empujaron y financiaron la guerra desde Bolivia creyendo que encontrarían petróleo en territorio paraguayo, donde tenía los derechos de explotación la empresa Shell. La Presidenta relató que Braden en 1945 asumió como embajador de Estados Unidos en la Argentina y llevó adelante junto a la oposición la campaña electoral contra Juan Domingo Perón en 1946. “Como verán, todo hace juego en América del Sur y nada es producto de la casualidad”, señaló.

Al referirse a los fuertes vínculos políticos que tienen hoy las naciones de la región, CFK dijo: “La unidad latinoamericana, el Unasur, el no enfrentamiento y la resolución democrática de los conflictos nos hacen ver la necesidad de profundizar los lazos de unidad”.

“Esta es la clausura definitiva de aquella etapa de enfrentamientos sin sentido que llevaron agua a los molinos de los otros que no estaban en América del Sur”, agregó.

En un momento, dirigiéndose a Evo Morales, la Presidenta mencionó el título de doctor honoris causa que le había otorgado por la tarde la Universidad Nacional de La Plata. “Hoy veía el acto, en ese patio que transitamos tantas veces Kirchner y yo cuando estudiábamos Derecho”, le dijo, ante la sonrisa aprobatoria del presidente boliviano.

“Vivimos una etapa inédita, la constitución del Unasur, pero además la mayoría de los mandatarios que hoy representamos a nuestros pueblos nos inscribimos en el campo de los movimientos sociales, nacionales y populares que dejaron la doctrina de los ’90 y el Consenso de Washington”, sostuvo más adelante la Presidenta. Eso le dio pie para “felicitar a Rafael Correa, que obtuvo ayer un triunfo inobjetable”, al ser reelecto presidente de Ecuador. Y prosiguió destacando la importancia de “lograr la unidad en la diversidad”.

“Sin lugar a dudas habrá quienes quieran volver al viejo orden, a la ausencia del Estado, pero la historia, el peso de la realidad, ha vuelto a poner las cosas en su lugar y nos demuestra que es impensable construir América latina sin la presencia de los Estados. El rol regulador, la presencia del Estado, es garantía para que haya más justicia y una sociedad igualitaria”, dijo.

El primero en hablar fue Evo Morales. Al igual que CFK, no leyó su discurso y comenzó afirmando que “hoy es un día histórico para nuestros pueblos” y agradeciendo la tarea de la Argentina “para que Bolivia y Paraguay pudiesen terminar con este tema en paz”.

“Seguramente si este conflicto se hubiese suscitado con Lugo y conmigo como presidentes, no habría habido guerra. El intervencionismo y militarismo no son soluciones para nuestros pueblos”, afirmó.

Morales dijo estar convencido de que “con Cristina y el compañero Lugo podemos decir que sí es posible un mundo sin guerras”. Y agregó: “Estaremos siempre juntos trabajando, ayudándonos, complementándonos, en beneficio de nuestros pueblos”.

Evo Morales ya había abundado en elogios al gobierno argentino en el acto en su honor realizado horas antes en la Universidad de La Plata, donde especialmente y en dos ocasiones, remarcó el trabajo que realizó el jurista argentino Rodolfo Mattarollo, al frente de la investigación llevada adelante por una comisión de Unasur, sobre la masacre ocurrida en la ciudad boliviana de Pando el 11 de septiembre de 2008. En esa ocasión algunos prefectos de departamentos separatistas pusieron en riesgo el orden constitucional en Bolivia y tuvieron un fuerte rechazo público de todos los presidentes de los países nucleados en Unasur, que se reunieron de urgencia en Chile para tratar el tema y emitieron un contundente comunicado de respaldo a la continuidad democrática.

Por su parte, Lugo también calificó al acto como “un momento histórico” y sostuvo que “la ola de cambios avanza de manera incontenible en toda nuestra América”. Aludió a las debilidades y fortalezas de Paraguay y Bolivia. En el primero de los casilleros ubicó a “nuestra penosa condición de mediterráneos” y en el segundo, a “la inconmensurable capacidad energética”. En ese sentido, propuso la integración para el crecimiento de la producción energética de ambos países, que juntos pueden contribuir además “al desarrollo de naciones hermanas”.

“Nunca más permitiremos en nuestra América que las apetencias externas nos enfrenten”, afirmó el presidente paraguayo. Y concluyó: “Nuestros países tienen un destino de grandeza que empezamos a compartir y este acuerdo debe servir de aliento a la gesta de integración por lo que lucharon nuestros libertadores”.

Además de los presidentes, estuvieron en el acto los cancilleres Jorge Taiana, David Choquehuanca (Bolivia) y Alejandro Hamed Franco (Paraguay), así como también los embajadores de ambos países en la Argentina y el embajador de Estados Unidos, Earl Wayne, también ministros y legisladores de los tres países.

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“Nunca más permitiremos en nuestra América que las apetencias externas nos enfrenten”, dijo Lugo, antes de celebrar el acuerdo con Morales.
Imagen: Leandro Teysseire
 
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