EL PAíS › ADVIERTEN QUE NUMEROSAS ESCUELAS PORTEñAS NO ESTáN EN CONDICIONES DE DAR CLASES

Muchas obras, pero sin concluir

Relevamientos de la Defensoría del Pueblo, legisladores y un gremio sostienen que varios edificios siguen en obra y será difícil que estén en condiciones de comenzar las clases. Para el ministerio, las obras no impiden la vuelta al colegio.

Instalaciones eléctricas precarias, desprendimientos de techos, patios escolares convertidos en obradores y herramientas dispersas entre un laberinto de arreglos en plena realización. Este escenario, a dos días del inicio del ciclo lectivo 2011 para el nivel primario, pone en peligro el comienzo de las clases en numerosos establecimientos porteños, según coincidieron la Defensoría del Pueblo, un relevamiento realizado por una legisladora y el Sindicato de Educadores de Buenos Aires (Sedeba). En algunas escuelas, los docentes y padres ya habían advertido a Página/12 que no estaban dadas las condiciones adecuadas para el retorno de los chicos a las aulas. Sin embargo, desde la cartera educativa de la Ciudad remarcaron que si bien las obras, en algunos casos, podían llegar a “entorpecer” el dictado de las clases, “no impedían” la vuelta al colegio.

Cuando las mochilas ya están equipadas para afrontar el año escolar, hay establecimientos que no están listos para recibir a los chicos. La Defensoría del Pueblo de la Ciudad detectó “graves deficiencias edilicias” en la escuela primaria Nº 23 del Distrito Escolar 1 Bernardino Rivadavia, ubicada en Larrea 854, donde también funciona el centro de estudios de Nivel Secundario Nº 24. Allí, un hueco de ascensor quedó como aviso de la instalación a realizarse, sin ninguna medida de protección. Como esta obra, otras ponen en duda el inicio de las clases previsto para el lunes.

En ese sentido, la Escuela Nº 7, DE 1, Presidente Roca, que comparte el edificio con un jardín de infantes y una escuela primaria de adultos, tiene instalaciones eléctricas precarias, los baños colapsados, paredes resquebrajadas y falta de matafuegos. Similar es la situación en la escuela Nº 8, DE 1, Nicolás Avellaneda, en Talcahuano al 600, donde también funciona un jardín de infantes Nucleado y un centro de nivel secundario.

También habrá escuelas que empiecen con obras: “Una escuela en obra no garantiza la adecuada condición para el proceso de enseñanza y aprendizaje”, señaló Gustavo Lesbegueris, jefe del área de Derecho a la Educación de la Defensoría. “Estos atrasos son consecuencia de la subejecución sistemática del presupuesto.”

Durante enero y febrero, la diputada Laura García Tuñón, del bloque Proyecto Sur, recorrió escuelas porteñas para conocer el estado de los planes de obras. Precisó que “el jardín de Independencia y Perú no se entregó como se había prometido y la escuela Nº 4, del DE 19, sigue sin gas”. En la escuela Isauro Arancibia, a la que asisten chicos en situación de calle, “están sin baños y sin agua. Tampoco tienen teléfono y no pueden estar en contacto con los juzgados y paradores donde van los chicos”, contó.

La diputada detectó que en el Normal 3, de Bolívar al 1200, según el plan de obras, la licitación debía hacerse en noviembre, pero “hasta ahora no se realizó”. En la escuela especial del DE 16 “tenían que hacer las rampas –hay cuatro chicos inscriptos que usan sillas de ruedas– y adecuar el baño de planta baja. No se hizo y tampoco las obras menores. Ahora hay chicos que no pueden ingresar a cursar”, subrayó Tuñón.

En otras escuelas se detectaron retrasos de obras. Frente a esta situación, la diputada advirtió que “no hay programación” de los trabajos y cuestionó que poner a empresas privadas encargadas del mantenimiento es “seguir privatizando la educación y poner cada vez más trabas para el control”. Sobre el inicio de clases, señaló que según el relevamiento de su equipo “empezarán en algunas sí y en otras no”. En todos los casos, destacó, “hay que garantizar que haya la seguridad necesaria para que los chicos estudien y los docentes trabajen de modo seguro. Exigimos que garanticen eso, porque no queremos accidentes”.

Desde Sedeba advirtieron que “en más de cuarenta escuelas, el estado edilicio no es el apropiado para el dictado de clases, algunas son verdaderas obras en construcción”, expresaron su respaldo a los directores de esos establecimientos que “se niegan a iniciar las clases” en esas condiciones, y denunciaron que desde el Ministerio de Educación porteño “recibieron presiones” para que, de todos modos, comiencen las clases.

Informe: Soledad Arréguez Manozzo.

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En la Escuela 1, de Alberti y Alsina, en Balvanera, las escaleras están apuntaladas.
Imagen: Lucía Baraglí
 
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