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La aparición de Guido Carlotto provocó un aluvión de llamados a Abuelas de Plaza de Mayo, que ayer recibió 300 consultas cuando normalmente recibe unas 15 y tuvo que agregar otro teléfono. Lo mismo ocurrió en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), donde se quintuplicaron las llamadas de personas que tienen dudas sobre sus orígenes, según confirmó a Página/12 el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda. “Desde las 8, cuando abrimos, estamos recibiendo llamados y pedí que se quedara gente a la noche”, contó el funcionario nacional, quien además fue contactado a través de las redes sociales por consultas y denuncias. Además, hubo llamados por su propio caso: es hijo de desa-parecidos durante la dictadura y busca a un hermano que fue apropiado.

El reencuentro del nieto de Estela de Carlotto con su abuela no sólo emociona sino que también “da mucha esperanza”, destacó Fresneda, quien además aseguró que la recuperación del nieto 114 por parte de Abuelas de Plaza de Mayo genera “mucha expectativa de que se arrimen muchos más” para conocer su verdadera identidad. “El caso ha generado un gran impacto y hubo una repercusión extraordinaria”, subrayó.

Lo mismo sucede cada vez que hay una campaña, como la realizada con motivo del último Campeonato Mundial de Fútbol, y las llamadas se multiplican también, aunque en menor medida, cada vez que las Abuelas recuperan a un nieto. En la institución que preside Carlotto, un día común se reciben por correo electrónico unas 15 consultas en el área de Presentación Espontánea. Son personas que dudan de su identidad. Tras la emisión de un spot, el número suele ascender hasta 50, pero ayer el teléfono no dejó de sonar y los correos no paraban de llegar, entre consultas, denuncias, periodistas y, por supuesto, saludos para la abuela que acaba de encontrar a su nieto. En total se registraron unas 300 consultas de gente que duda de sus orígenes, a las que se sumaron las denuncias.

“Algunos llaman para consultar, otros para aportar datos; en cada caso se los orienta. No paran de llamar”, sostuvieron desde Abuelas de Plaza de Mayo. Precisamente, Guido Carlotto (Ignacio Hurban) se presentó de manera voluntaria en la sede del organismo ubicada en Virrey Cevallos. Como en cada caso, luego de constatar que su fecha de nacimiento correspondía al período en el que buscan las Abuelas, lo derivaron a la Conadi y después se sometió a un análisis para cotejar la muestra con aquellas guardadas en el Banco Nacional de Datos Genéticos.

“Es un nieto más”, consideró Fresneda sobre el nuevo joven que recuperó su identidad, pero a la vez señaló que la resolución del caso permite “la posibilidad de ver feliz a una mujer que peleó tanto por los argentinos”. Y añadió que “Estela puede así lograr parte de sus sueños y reconstruir su familia y tener a sus 14 nietos”.

“Este reencuentro nos da mucha esperanza”, resaltó Fresneda y afirmó que esta clase de buenas noticias da a quienes siguen esta lucha “mucha expectativa de que se arrimen muchos más” hijos de de-saparecidos que duden de su verdadera identidad.

“Esta noticia nos dio a todos más ganas de trabajar. El día de ayer (por el martes) fue extraordinario en cuanto a que nos recuperamos entre nosotros mismos, en la autoestima como sociedad”, puntualizó el secretario de Derechos Humanos, también hijo de desaparecidos.

Además, Fresneda remarcó que “el mundo reconoce la lucha” de las Abuelas y señaló que “el mensaje a futuro” que deja esta tarea incansable “es que no habrá repetición en la medida en que seamos conscientes de que lo que nos pasó fue una tragedia y que nuestros hermanos no saben su identidad y están tan cerca y nos es tan difícil encontrarlos y reencontrarnos”.

Para el funcionario, también hay un reconocimiento a las políticas públicas de derechos humanos implementadas desde el Estado. La resolución del caso Carlotto generó, según Fresneda, la percepción de que “hay más garantías” y “más consenso social” para las búsquedas. “Cuando se generan estos fenómenos, se produce una mayor confianza en la gente”, apuntó el secretario.

La emoción colectiva, sostuvo el funcionario, provoca también que aquellos que todavía tienen dudas “quieran ser parte” y puedan ver que existe un acompañamiento desde el Estado y desde organizaciones como Abuelas. Estos episodios “van a motivar la búsqueda” porque “dan la seguridad de que hay un trabajo serio, responsable y un consenso social para que todos ellos sientan que hay una sociedad que los va a recibir”.

El record de preguntas, denuncias y datos que se registraron desde la noticia sobre Guido llevará también a disponer de más atención al público en la Conadi, además de aumentar la capacidad del Banco Nacional de Datos Genéticos para procesar todas las consultas. Lo más probable, afirman desde la Secretaría de Derechos Humanos, es que esta tendencia continúe y la curva siga subiendo hasta que finalmente se normalice.

“Tenemos que disponer ahora los recursos necesarios para resolver lo más pronto posible” las nuevas denuncias presentadas. “Básicamente por la edad de las abuelas”, remarcó Fresneda, porque “cada día que pasa es uno menos” que cada familia puede dedicar a compartir abrazos con aquellos jóvenes que todavía están buscando. “Esto es una carrera contra el tiempo”, concluyó.

Informe: Aldana Vales.