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Por E. T.

Luego de las frenéticas sesiones de la semana pasada, en las que los legisladores parecieron correr detrás de los reclamos de Juan Carlos Blumberg, el Congreso ahora parece tomarse su tiempo. Así por lo menos lo indica las primeras señales del plan de la labor parlamentaria prevista en ambas cámaras. En principio no está previsto que la Cámara de Diputados sesione para tratar algunas de las iniciativas que reclaman mano dura para combatir la inseguridad ciudadana. En el Senado seguramente llegarán al recinto algunas de las leyes que fueron aprobadas la semana pasada en la Cámara baja y también algunos otros proyectos que hoy discutirá la comisión de Legislación Penal.
En la tarde de hoy está previsto que comience a funcionar la comisión de Legislación Penal de Diputados. Allí hay dos expedientes iniciados en la misma cámara para continuar en la línea de la mano dura. Uno de ellos es de la riquista bonaerense Mirta Pérez que reclama la sumatoria de penas. La otra iniciativa avanza sobre el agravamiento de penas en los casos de delitos sexuales. Aunque hasta última hora de ayer no estaba previsto que la comisión de Diputados avanzara sobre lo sancionado la semana pasada por los senadores, el punto no está totalmente descartado.
Lo que sí aparece como desechado es que algunos de esos dictámenes bajen al recinto el próximo miércoles. Es que precisamente ese día está previsto que se presente para brindar el habitual informe bimestral el jefe de gabinete, Alberto Fernández. Esa tarea la había cumplido en el Senado hace dos semanas y distintos compromisos de la Cámara baja impidieron que la pudiera concretar en Diputados. Es sabido que habitualmente el informe se lleva su tiempo. En su presentación frente a los senadores, Fernández había levantado su revuelo cuando al retirarse deslizó algunas críticas a los propios legisladores. Al punto que antes de abandonar el recinto pidió algunas disculpas. Por cierto, de insinuarse una situación parecida el miércoles que viene, no es seguro que se puedan superar en Diputados con la facilidad que el oficialismo tiene en la Cámara alta.
“Vamos a analizar los proyectos que vienen de Diputados con menos urgencia”, deslizó ayer un destacado miembro del oficialismo en el Senado. La mención dejaba en claro que el ritmo será muy distinto al de la semana pasada. Pero no muy distinto de los tiempos marcados por el propio Juan Carlos Blumberg, quien durante el fin de semana tomando distancia de las urgencias con las que reclamó las leyes más duras dijo que esperaba que los senadores analizaran minuciosamente las normas, aunque esto les llevara algunos días más.