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Por R. K.

Uno de los puntos más llamativos del proceso de legalización del partido nazi fue la aparición de 8900 fichas de adhesión de ciudadanos de la Capital Federal. El dato resulta más que extraño por cuanto desde 1990, cuando el PNT inició su proceso de legalización, sólo habían presentado 300 fichas. El punto es de importancia, por cuanto el juez Canicoba Corral sostiene en su fallo que se trata de una requisito cumplido, cuando lo cierto es que la Justicia electoral sólo realizó un control más que superficial sobre la autenticidad de las adhesiones.
El Centro Wiesenthal reclamó que se hiciera un control de las fichas de afiliación, sobre las que se abría un manto de sospechas.
- En principio, el PNT presentó 8900 fichas, de las cuales 900 no tenían ni las menores condiciones para ser aceptadas.
- De las 8000 restantes, 4000 fueron rechazadas porque sus datos no coincidían con los ciudadanos que aparecían firmando la adhesión.
- Las 4000 que quedaron fueron convalidadas.
Si un partido quiere falsificar fichas tiene un solo obstáculo: que es obligatorio consignar el nombre y apellido de la madre y el padre del ciudadano. Ese dato no está en los padrones electorales y para quienes no pueden acceder a una base de datos mucho más sofisticada, el único camino posible es el contacto con quien va a figurar como adherente para preguntarle el nombre de su padre y su madre. Aunque ese contacto podría hacerse a través de un engaño.
En una investigación realizada por este periodista y un grupo de colaboradores para el libro Sombras de Hitler se tomó una muestra de cien fichas de adhesión a la otra agrupación nazi, el Partido Nuevo Orden Social Patriótico (Pnosp). Contactados los cien firmantes, 99 no conocían la existencia de ese partido y cuando se les preguntó cómo es que figuraban en fichas de adhesión a esa fuerza nazi, buena parte recordó que en algún momento le pidieron la firma y el nombre del padre y la madre para las causas más disímiles: a favor de los actores para que haya más ficción en la televisión, conseguir un aumento para los jubilados, reclamar contra el aumento de tarifas, oponerse al trabajo de prostitutas y travestis en las calles e incluso formar la juventud de la Alianza. Con ese ardid, se consiguieron los datos y las firmas. La jueza María Servini de Cubría investigó las fichas y procesó a dirigentes del Pnosp por estafa. En el caso del PNT no se hizo investigación alguna y el juez, en su fallo del viernes, convalida las firmas.