ESPECTáCULOS › LA CGT PIDIO A KIRCHNER OTRO AUMENTO Y UNA BAJA DEL IVA

“Hay que bajar las expectativas”

El Presidente y Lavagna les dijeron no a las solicitudes de los sindicalistas. No habrá otro aumento por decreto y la baja del IVA será generalizada y por un plazo, no para los productos de la canasta. Las ausencias de Susana Rueda y Luis Barrionuevo.

 Por Diego Schurman

La CGT se fue ayer de la Casa Rosada con las manos prácticamente vacías. Néstor Kirchner descartó la posibilidad de una suba por decreto de las remuneraciones en el sector privado y apenas concedió la posibilidad de estudiar una reducción del IVA, aunque no total y para los productos de la canasta básica de alimentos, como lo proponen los sindicalistas, sino generalizada y de entre uno y tres puntos.
Los dirigente gremiales llegaron ilusionados con capitalizar una mejora para los trabajadores, como la obtenida semanas atrás en el Consejo del Salario, donde se acordó subir el sueldo mínimo de 350 a 450 pesos. En esta oportunidad, la CGT pidió elevar la remuneración de los privados en 100 pesos fijos.
Luego de esperar durante dos horas en el antedespacho presidencial, los gordos se sentaron a la mesa del patagónico. La solicitud se planteó ante Kirchner y el ministro de Economía, Roberto Lavagna, ya que no se trata de un tema que pueda canalizarse a través del Consejo del Salario. Al contrario, los sindicalistas plantearon la necesidad de un decreto presidencial, como ya hubo otros, que dispusieran el aumento de los 100 pesos.
Como ya lo venían anticipando en la Casa Rosada, el Gobierno le dijo a la comitiva gremial que no quiere insistir con los decretos –o “facultades delegadas por el Congreso”, como deletrean los sindicalistas para quitarle el tufillo discrecional– y que, en todo caso, la mejora debería plantearse en paritarias.
Dicho de otro modo, les recomendó a los sindicalistas que se sienten a discutir con los empresarios la mejora conveniente para los trabajadores de cada empresa, rama o actividad. Para la CGT se trata de una misión imposible ya que, si bien admite que hay sectores con chances de acceder a una mejora, resultará imposible que eso suceda con la totalidad de los trabajadores.
“Simplemente Kirchner nos dijo que bajemos la expectativa”, reconocieron los caciques sindicales para amortiguar el impacto de la mala noticia. Claro que no fue la única. Kirchner también desalentó a Hugo Moyano, José Luis Lingeri, Juan Manuel Palacios y Gerardo Martínez respecto de la posibilidad de que prospere su propuesta de eliminar el Impuesto al Valor Agregado en los productos de la canasta familiar de alimentos.
El Presidente y el ministro de Economía dudaron del real impacto de esa medida y, además –curiosamente–, pusieron en duda ese recorte se trasladaría efectivamente a los precios. “No serviría de nada” su aprobación si “las empresas mantienen los actuales precios” de los productos, agregó Lingeri sobre un inquietud que evidentemente se hizo carne puertas adentro.
El cosecretario de la CGT aseguró después que Lavagna se llevaría la propuesta sindical para estudiarla. Sin embargo, en Economía tienen en carpeta otra propuesta, que es la de un recorte generalizado del IVA por un período limitado y que excedería a los alimentos, de tal manera de mejorar el poder adquisitivo de la gente. Lo que aún no está definido es si la actual alícuota del 21 por ciento se recortaría en uno o en tres puntos, para llevarla al 18 por ciento.
Los gremialistas tampoco encontraron eco en sus propuestas de mejorar las asignaciones familiares, que en promedio alcanzan los 40 pesos, para llevarla a 80 pesos mensuales. Y ni hablar de cobrar la deuda que el PAMI tiene con las obras sociales sindicales a través de un aumento de la cápita que el instituto que conduce Graciela Ocaña debe transferir a las entidades sindicales. “Hay que consensuar una cápita lógica, que hoy no paga el PAMI, una vez que se tengan los números”, afirmó Lingeri con un nivel de vagedad que pareció deliberado.
En ambos casos, el Gobierno no cerró definitivamente las puertas. Kirchner pateó el tema para su regreso de Nueva York, a donde viajará este fin de semana. Teniendo en cuenta que su regreso está previsto para el jueves, todo indica que no habrá un nuevo encuentro, como mínimo, hasta dentro de 15 días.
En boca de Lingeri, Kirchner habría dado “su aval para profundizar con los ministros de cada área” la discusión sobre esos puntos aún no resueltos. “Fijamos un cronograma para que la CGT obtenga respuestas sobre cada tema. Confío en que las cosas saldrán y, en los próximos meses, habrá una solución sobre estos temas”, subrayó optimista.
Nada se dijo de la ausencia de Rueda en la reunión. Se trata, junto a Moyano y Lingeri, de la otra pata de la conducción tripartita, y que en algún momento llegó a considerarse la sindicalista mimada del Gobierno hasta que, semanas atrás, desconoció la conformación del Consejo del Salario y amenazó romper la CGT, algo que finalmente no ocurrió.

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Martínez, Moyano, Palacios y Lingeri debieron esperar durante dos horas al presidente Kirchner.
 
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