Al menos 229 personas murieron ayer en Filipinas tras el paso del devastador tifón Fengshen, en la región central del archipiélago que integra el país ubicado en el sudeste de Asia. De ellas, unas 155 fallecieron –según informaron las autoridades filipinas– al hundirse el trasbordador MV Princess of the Star en el que viajaban más de 800 personas (entre ellos 50 niños) y que fue alcanzado por los fuertes vientos del tifón, que arrasa Filipinas desde el sábado. El fenómeno meteorológico provocó, además, derrumbes e inundaciones.

En la provincia de Iloilo, en el centro del archipiélago, una de las zonas más afectadas por el tifón, por lo menos 60 personas murieron y otras 60 desaparecieron. En tanto, un portavoz del servicio de guardacostas señaló en referencia al hundimiento del trasbordador que “el balance de muertos por el naufragio podría ser muy elevado”.

El trasbordador Princess of the Star, que el viernes zarpó de Manila con destino a Cebu (en el centro), envió una señal de SOS el sábado desde una zona afectada por el tifón. “Envié una lancha rápida para confirmar las noticias y vio un barco sumergido con un agujero en el casco. Vieron el nombre de Princess of the Star y, al menos, cuatro cadáveres”, explicó la alcaldesa de la ciudad costera de San Fernando, en la provincia de Romblon, Nanette Tansingco. “Estábamos comiendo cuando el barco se inclinó de repente, nos pidieron que nos pusiéramos nuestros chalecos salvavidas y abandonáramos el barco y eso es lo que hice”, contó uno de los sobrevivientes. “Muchos saltamos al mar, pero otros se quedaron atrás –siguió–. Los que no eran capaces de saltar murieron probablemente dentro del barco.”

La búsqueda de supervivientes fue suspendida por la noche mientras los familiares de los pasajeros acudían a las oficinas de la compañía del ferry preguntándose cómo fue posible que iniciara el viaje si se aproximaba un tifón. “Chalecos salvavidas y pedazos del barco invadieron la playa. He visto el cadáver de una mujer de unos 40 años cerca de la orilla, pero fue el único cuerpo que vi”, describió una habitante a una radio local.

La presidenta de Filipinas, Gloria Arroyo, que el domingo se dirigía en avión a Estados Unidos para una visita de diez días, expresó a la seguridad civil y los guardacostas de su país su sorpresa ante el hecho de que el barco hubiese zarpado a pesar del poderoso tifón. “¿Por qué autorizaron al ferry a zarpar, no había una importante alerta?”, fustigó contra los responsables, durante una reunión retransmitida por la radio.

El trasbordador recibió la autorización de zarpar de Manila el viernes por la mañana, antes de que el tifón cambiase de dirección para dirigirse hacia el oeste, precisó un responsable regional de los guardacostas, Cecil Chen. Ante la proximidad del tifón, el capitán del barco “intentó poner al navío a resguardo”, pero una avería del motor se lo impidió, precisó.

El tifón Fengshen (nombre del dios chino del viento) llegó el viernes a Filipinas y provocó inundaciones y deslizamientos de tierra en el centro del país. La mayoría de las 60 víctimas en la provincia de Iloilo murieron ahogadas en las inundaciones. Sus cadáveres se descubrieron ayer al bajar el nivel del agua. Mientras, unas 30 mil personas en esa región tuvieron que refugiarse el sábado en los techos de sus casas antes de ser evacuadas. El suministro eléctrico fue cortado y es posible que no quede restablecido antes de una semana, según responsables.

En tanto, Manila, capital de Filipinas, se vio afectada por el tifón en la mañana de ayer, causando cortes en el suministro de electricidad y la cancelación de numerosos vuelos nacionales e internacionales. El tifón, acompañado por vientos de hasta 120 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 150 kilómetros por hora y fuertes lluvias, se dirigía ayer hacia el noroeste del archipiélago.

Por otra parte, en una decena de provincias más de 366 mil personas tuvieron que desplazarse a raíz del tifón, según informó el Consejo Nacional de Coordinación de Desastres.