Claudio Gandulfo padre salió de un bar de Ingeniero Budge con Claudio Gandulfo hijo y un amigo, en la madrugada del domingo pasado. Iba hasta lo de un familiar para llamar un remise y volver a casa, cerca de allí, en Villa Fiorito. Ya estaban en el coche cuando sobre la calle Figueredo al 1600 se interpusieron dos vehículos, un Renault 18 y una camioneta Ford F100, y bajaron cuatro hombres. Querían a Gandulfo padre, chatarrero de ocupación, pero este hombre de 39 años y gran contextura física se resistió. Le pegaron seis tiros y secuestraron a su hijo, que fue liberado el lunes luego de que la familia pagara 46 mil pesos. Ayer, Gandulfo padre permanecía internado con “pronóstico reservado”.

Según detallaron fuentes policiales, Gandulfo padre recibió impactos de bala en un hombro, una pierna y la zona abdominal. Fue derivado al Hospital Allende de Ingeniero Budge y luego a un centro médico del partido de Lomas de Zamora, que casualmente se llama Hospital Gandulfo. Allí el jefe de guardia, Gabriel Villareal, explicó ayer que las heridas más graves fueron causadas por los balazos que perforaron “múltiples órganos” y le cortaron el intestino y le causaron la pérdida de un riñón.

Las balas también le provocaron el estallido del hueso húmero de uno de sus brazos. “Ahora está internado en terapia intensiva, en un sector aislado, y el pronóstico es totalmente reservado”, comentó Villareal, quien reveló que el estado del paciente “es crítico”, al punto de que el lunes “tuvo un paro cardiorrespiratorio y fue reanimado”.

El mismo domingo, alrededor de las diez, la familia del chatarrero recibió una llamada de los captores para pedir, en principio, 23.000 pesos. Dos horas después, y sin denunciar el hecho, dejaron el dinero en una cancha de fútbol sobre la avenida Crovara. No fue suficiente para los secuestradores. A las 18.30, en un monumento del Gauchito Gil en la ruta 21 ofrendaron dos mil más. Una hora después, sobre la misma ruta y Marconi, pusieron una bolsa con 20.000 pesos al lado de un auto incendiado bajo la promesa de que Claudio Gandulfo hijo, de 19 años, sería liberado esa misma noche en una estación de servicio de La Matanza. Pero no lo hicieron hasta el otro día a la tarde. El joven apareció en el barrio porteño de Nueva Pompeya, luego de que los captores le pagaran el boleto de tren.

La causa está siendo investigada por la fiscal federal López, quien comparte la pesquisa con los detectives del gabinete antisecuestros de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora. La hipótesis principal es que pudo tratarse de una venganza, por alguna cuenta pendiente con las víctimas, y que fue ejecutada por una peligrosa organización. Todavía no hay detenidos en la causa, caratulada como “tentativa de homicidio y secuestro extorsivo”.