SOCIEDAD › UN TAXISTA MURIO BALEADO EN UNA DISCUSION POR UN RAYON

Baleado en la ley de la calle

El taxista perseguía a un hombre cuyo auto rozó al taxi. En Recoleta, el hombre disparó cinco tiros y cuatro impactaron en el taxista, que siguió persiguiendo al agresor hasta Callao y Corrientes. Ahí se desvaneció. Los taxistas amagaron un paro.

La ley de la calle, entre paréntesis, la locura, se descargó con todo su peso sobre un taxista, que aparentemente intentó discutir con otro hombre por un presunto rayón. El taxista fue baleado y terminó muerto, y el agresor huyó pero, según fuentes de la investigación, el vehículo fue identificado por la víctima quien pasó los datos por la radio del taxi. La muerte del taxista desató reclamos del gremio de los taxistas, y que llegaron a plantear medidas de fuerza como paros. Finalmente, tras una reunión con el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, del titular del Sindicato de Peones de Taxis, Jorge Omar Viviani, los reclamos bajaron los decibeles. “No fue un intento de robo, aparentemente se rozaron los vehículos y el desenlace fue más que fatal. Acá no hay ajuste de cuentas. Fue un loquito que por una discusión en la vía pública sacó un arma y asesinó a un compañero”, aseguró Viviani.

Según el informe policial, ayer a las 2 y 30 de la madrugada José Luis Rodríguez, un taxista de la empresa de radiotaxi “Pídalo”, transitaba con su Fiat Siena por la esquina de Agüero y Paraguay, cuando su auto y un Volkswagen Country color gris se rozaron. Apenas ocurrió el hecho, entre ambos conductores hubo un fuerte intercambio de palabras. Al parecer, el desconocido se negó a darle los documentos del automotor al chofer de “Pídalo” y se fue del lugar rápidamente. Según las fuentes, entonces empezó la persecución: “Como los taxistas tienen que tener sí o sí, por el seguro, los datos del vehículo con el que tienen un accidente, José Luis siguió al otro auto para que no se escapara”, aseguró, en conferencia de prensa, Viviani.

Cuando los vehículos tomaron avenida Corrientes, en un ataque de violencia el conductor del Volkswagen “disparó cinco tiros y cuatro le pegaron al chofer”, confirmó el titular del Sindicato de Peones de Taxis.

Tras ser acribillado, Rodríguez, muy malherido pero vivo, “continuó manejando y pidió ayuda a la central de su empresa. ‘Me balearon’, le habría dicho al operador de la radio. Por eso, la compañía de radiotaxi pidió una ambulancia del SAME que llegó minutos después al lugar”, contó a Página/12 Daniel Rodríguez, vocero de la Policía Federal. De todos modos, cuando el taxista llegó a la esquina de Corrientes y Callao finalmente se desvaneció y chocó. “Los primeros en asistir al chofer fueron sus propios compañeros, que escucharon por la radio lo sucedido”, aseguró el vocero policial.

Al parecer, el taxista también fue auxiliado por el encargado de un edificio cercano, a quien le contó lo que había sucedido y le aportó datos de su agresor y del auto que manejaba. De hecho, los investigadores aseguran que “ya está identificado el auto, ahora tenemos que dar con el propietario. Si, por algún motivo, el dueño prestó el vehículo a alguna otra persona o lo vendió, igualmente va a tener que dar cuenta sobre el hecho en la Justicia”.

Cerca de las 3, el taxista fue trasladado al hospital Ramos Mejía, con disparos en cada brazo, en el abdomen y el tórax. Mientras era revisado en la sala de cirugía del hospital, Rodríguez murió como consecuencia de la hemorragia interna que había sufrido y que le provocó un paro cardíaco, según confirmó el titular del SAME, Alberto Crescenti.

El violento hecho tuvo repercusión política y sindical. Por un lado, generó una nueva polémica entre Macri y Aníbal Fernández: el jefe de Gobierno porteño le pidió al ministro que “se ocupe” de la seguridad en la ciudad, mientras Fernández respondió que el hecho no tenía ninguna relación con la inseguridad.

Tras el crimen, Viviani dio una conferencia de prensa en la sede del sindicato y aunque sostuvo que no se trató de “un intento de asalto ni de un ajuste de cuentas” sino de “una discusión en la vía pública”, no descartó la realización de un paro. Sin embargo, a las 17, el gremialista se reunió con Fernández, el subjefe de la Policía Federal, Jorge Oriolo y Enrique Céliz, dueño de “Pídalo” y presidente de la Unión de Trabajadores de Taxis. “Nos vamos con la esperanza de que sea detenido el asesino”, dijo Viviani tras la reunión realizada en el ministerio.

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Los compañeros del taxista aguardaban en la puerta del Hospital Ramos Mejía antes de conocer su muerte.
Imagen: DYN
 
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