SOCIEDAD › COMENZó AYER EN COPENHAGUE LA CUMBRE CONTRA EL CAMBIO CLIMáTICO

Dos semanas que pueden cambiar el mundo

El encuentro, que finalizará el viernes 18 con la presencia de jefes de Estado, apunta a lograr acuerdos para reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Para eso, la temperatura del planeta sólo debería aumentar dos grados en este siglo.

Dos activistas de una organización ambientalista de Islas Fiji llevaron su reclamo a la Conferencia de Naciones Unidas: entregaron un mensaje a la ministra danesa Connie Hedegargaard, donde dejan constancia de sus expectativas por un “ambicioso acuerdo” sobre las emisiones de gases de efecto invernadero. Fue durante la primera jornada de la Conferencia sobre el Clima, destinada a definir una respuesta mundial al cambio climático y a sus dramáticas consecuencias, inaugurada ayer en Copenhague. Más de 15.000 delegados de 192 países, encabezados por el primer ministro danés, Lars Loekke Rasmussen, asistieron a la sesión inicial de una cumbre que se prolongará hasta el viernes 18 del corriente con la presencia de 110 jefes de Estado.

“El mundo está depositando sus esperanzas en ustedes por un corto período de tiempo en la historia de la humanidad”, dijo Rasmussen en la inauguración de la reunión. “Al final, debemos poder devolverle al mundo lo que hoy nos ha dado: la esperanza de un futuro mejor”, agregó.

La conferencia comenzó con la proyección de un cortometraje sobre los pueblos del planeta enfrentados a las consecuencias del calentamiento global, en el que una niña pide a los participantes: “Por favor, ayuden a salvar el mundo”. Aparecen luego el ex arzobispo sudafricano Desmond Tutu y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamando a concluir un acuerdo ambicioso para evitar que el mundo sea presa de las catástrofes climáticas.

Los once días de deliberaciones, durante los cuales se confrontarán las posturas de los países desarrollados y los emergentes, deberían concluir con un nuevo marco que defina las reducciones de gases de efecto invernadero, apuntando a que la temperatura del planeta no aumente más de dos grados.

En las primeras intervenciones surgió la controversia provocada por el llamado “Climategate”, el caso de mensajes electrónicos de expertos sobre calentamiento, manipulados por piratas informáticos en Inglaterra y utilizados por escépticos para poner en duda algunas de sus conclusiones. En un discurso pronunciado en tono grave, el científico indio Rajendra Pachauri, presidente del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), denunció el asunto como un “intento de desacreditar” a ese organismo, premiado en 2007 con el Nobel de la Paz. El IPCC “dispone de un historial de evaluaciones transparentes y objetivas de más de veintiún años, establecidas por decenas de miles de científicos en todos los rincones del mundo”, subrayó.

Arabia Saudita consideró en cambio que el asunto afectará el “nivel de confianza” en los estudios científicos sobre el tema y reclamó una investigación internacional. “El Climategate afectará claramente la naturaleza de aquello en lo que podemos creer (...) y las orientaciones que se tomarán en los próximo días”, dijo el jefe de la delegación saudí, Mohamed Al Sabban, cuyo país lidera el grupo de Estados productores de petróleo.

Esta conferencia sólo será un éxito si el mismo día en que terminen sus sesiones, el 18 de diciembre, “comienza una acción significativa e inmediata”, advirtió por su parte el máximo responsable de la ONU para cambio climático, Yvo de Boer. “Los países en vías de desarrollo esperan desesperadamente una acción tangible e inmediata” para adaptarse a la nueva situación climática, enfatizó.

Boer recordó que “tenemos seis días para definir el acuerdo antes de que lleguen los ministros y luego sólo unas horas antes del arribo de los jefes de Estado”, previsto para el 17 y el 18 de diciembre. “El tiempo acabó. Es hora de estar unidos, de transformar los acuerdos en acciones reales y pensar en los millones de niños en el mundo”, agregó.

Para responder rápidamente a las necesidades urgentes de los países más vulnerables a los dramáticos efectos del calentamiento, se plantea la idea de una ayuda inmediata de 10.000 millones de dólares por año de los países ricos a los pobres, hasta 2012. Los países en vías de desarrollo advirtieron, sin embargo, que las negociaciones no pueden quedarse ahí. “Esto no significará absolutamente nada si no hay (después de 2012) un aumento significativo” de la financiación que debería resultar de un acuerdo global, explicó Dessima Williams, que preside la Alianza de Pequeños Estados Insulares, en declaraciones a la agencia AFP.

Entre los líderes mundiales que participarán en el final de la conferencia la próxima semana figuran el presidente estadounidense, Barack Obama; el primer ministro chino, Wen Jiabao; el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula de Silva; el primer ministro indio, Manmohan Singh, y los dirigentes de la Unión Europea (UE).

Pachauri recordó, citando el último reporte del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, cuáles son los riesgos que enfrenta el mundo en caso de ausencia de políticas que frenen el cambio climático: en primer lugar, la disolución de los glaciares a fines del siglo, seguida de un aumento de la frecuencia de los fenómenos climáticos extremos, con estaciones mucho más cálidas, olas de calor y fuertes lluvias; se espera además un aumento de la intensidad de los ciclones tropicales y la disminución de las reservas de agua en muchas zonas semidesérticas. También pueden disolverse los glaciares de Groenlandia, con un aumento del nivel del mar de unos siete metros. Asimismo existe un riesgo de extinción de entre el 20 y 30 por ciento de las especies conocidas hasta ahora.

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Dos activistas ambientales de Islas Fiji llevaron su reclamo ante los funcionarios que participan de la Cumbre.
Imagen: AFP
 
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