SOCIEDAD › LA SUDESTADA PROVOCó ANEGAMIENTOS, EVACUADOS Y DECENAS DE AUTOS ARRUINADOS

No llovió, pero hubo inundación

La crecida del Río de la Plata obligó a evacuar decenas de familias en Quilmes. La zona de Libertador y Dorrego se llenó de agua, que dañó los autos estacionados. Santilli dijo que una inundación de este tipo es “inevitable” hasta que se termine la obra del Maldonado.

El fuerte viento del sud-sudeste sopló ayer con ráfagas de hasta 50 kilómetros por hora y provocó la crecida del Río de la Plata en diferentes municipios ribereños de la provincia de Buenos Aires, como también anegaciones de calles y la evacuación de personas. En la ciudad, las ráfagas ocasionaron que se inundara el cruce de la Avenida del Libertador y Dorrego, donde el agua cubrió el asfalto y dificultó el tránsito vehicular. Frente al Hipódromo, cientos de autos que estaban estacionados quedaron con el agua hasta la mitad. Además, hubo problemas en la zona del puerto de Olivos. Hasta ayer, se estimaba que el agua comenzaría a descender en la madrugada, según fuentes oficiales.

Por la noche, el agua proveniente del río subió hacia la Avenida del Libertador por los sumideros del asfalto, y en varias zonas de la ciudad alcanzó una altura que superó los neumáticos de los autos. Además, la bajada Dock Sud de la Autopista Buenos Aires-La Plata fue cerrada como consecuencia de la acumulación de agua. Las recomendaciones apuntaban también a no transitar por el Puente Avellaneda, que une esa localidad bonaerense con el barrio porteño de La Boca.

Frente a las inundaciones en la ciudad, Diego Santilli, ministro porteño de Ambiente y Espacio Público, explicó que el agua ingresó, por acción del viento, por la cuenca del Maldonado, algo que se mantendrá sin solución hasta que el gobierno porteño finalice la obra de ampliación del túnel. “Esta situación es inevitable hasta la finalización de la obra del Maldonado”, sostuvo. El ministro prevé que la culminación de los trabajos se concrete a mediados del próximo año.

Por otra parte, manifestó que los bombeadores que dispone la ciudad estaban “funcionando bien”, aunque reconoció “situaciones complicadas” en el barrio de Belgrano. Ante la sudestada, el ministro aconsejó a los vecinos no circular por las calles anegadas ni manipular artefactos eléctricos que hubieran estado en contacto con el agua.

El gobierno porteño pidió “no arrojar latas, botellas u otros elementos que puedan obstruir los sumideros” y “retirar los vehículos estacionados en zonas anegables”. Además, solicitó que en caso de detectar cualquier irregularidad que implique un riesgo, los vecinos se comuniquen a la línea gratuita 103 de Emergencias en la Vía Pública y Edilicias.

El Centro de Prevención de Crecidas del Servicio de Hidrografía Naval, organismo dependiente del Ministerio de Defensa, informó que entre anoche y las primeras horas de hoy el Río de la Plata superará por 2,50 metros los valores de la tabla de marea. Hasta ayer, el Servicio de Hidrografía Naval informaba que la altura de las aguas podía alcanzar los cuatro metros en San Fernando y Tigre.

La provincia de Buenos Aires junto a los gobiernos comunales específicos trabajaban a fin de colaborar con la provisión de colchones, frazadas y chapas para los damnificados, como también en las tareas de evacuación de las zonas afectadas. En ese sentido, efectivos de Defensa Civil de la localidad bonaerense de Berisso auxiliaron a los habitantes de la isla Paulino, a quienes rescataron de sus viviendas cuando el río subió a 2,70 metros de altura. Los evacuados fueron alojados en el Gimnasio Municipal de la comuna hasta que mejoren las condiciones climáticas y cese el alerta meteorológico. Además, se reportaron anegaciones de calles en el partido de Quilmes. El viento del sudeste, en tanto, provocó un oleaje intenso en el Río de la Plata, a la altura de la Costanera Norte.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió ayer un alerta para la zona de cobertura del Río de la Plata y el área ribereña por la acción de los vientos. El fenómeno fue acompañado con lloviznas que se mantendrán hasta hoy y que, tras una breve mejora, se extenderán hasta el sábado. La acción del viento, por su parte, provocó una disminución marcada en la temperatura mínima, que en la ciudad de Buenos Aires rondó entre 5 y 7 grados centígrados, según el Servicio Meteorológico.

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Frente al Hipódromo, numerosos autos estacionados quedaron en medio de la inesperada inundación.
Imagen: Leandro Teysseire
 
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