SOCIEDAD › UNA EMPRESA AéREA LE IMPIDIó VIAJAR CON SU HIJA, QUE SUFRE UNA DISCAPACIDAD

Denuncia de discriminación en un aeropuerto

El Inadi respaldó la denuncia de una mujer contra la empresa LAN y la Policía Aeroportuaria. Dijo que la obligaron a bajar del vuelo porque no tenía un certificado médico, algo que nunca le habían requerido. Y que sufrió malos tratos.

Una mujer denunció por “discriminación y malos tratos” a la empresa aérea LAN y a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) por los episodios que sufrió en el aeropuerto de Salta, el 5 de enero pasado. La denunciante, Cristina Rivadeneira, que vive en Jujuy, viajaba desde la capital salteña a Buenos Aires para que su hija Débora, que padece síndrome de Rett –una enfermedad genética que afecta la movilidad y la capacidad intelectual de quien la sufre– se operara en la Fundación Favaloro. Según contó, en la terminal aérea se le solicitó un certificado médico que habilitara a la adolescente a viajar, un requerimiento que nunca le habían hecho en los habituales traslados que realiza. Al negarse a bajar de la nave, personal de la PSA la esposó, para luego retenerla e incomunicarla durante cerca de cinco horas. El Inadi tomó su denuncia y acompañará las presentaciones judiciales.

Rivadeneira iba a tomar el vuelo de LAN Salta-Buenos Aires de las 15.30, del 5 de enero. La mujer estaba con sus dos hijas, Bibiana (18) y Débora (19), que padece síndrome de Rett. Débora viajaba para ser operada de la columna en la Fundación Favaloro, intervención que se llevará a cabo hoy.

Una vez en el avión, la madre y las dos chicas fueron invitadas por una azafata a bajarse del vuelo. También, “el piloto, que se llamaba Jorge”, le dijo que su hija “ponía en riesgo su propia vida y la de los pasajeros”, remarcó la mujer a Página/12. Rivadeneira cree que lo que motivó el pedido de la empresa fue que cuando se estaban registrando, Débora corrió por el aeropuerto, abrió una puerta y lanzó algún grito. Pero nunca le dieron explicaciones.

Luego de consultar por teléfono a allegados, la madre decidió no bajar de la nave hasta que le presenten una orden de un juez. “Los pasajeros me insultaban”, recordó. Alrededor de las 17, personal de la PSA la bajó “como a una narcotraficante”. “Me levantaron por la fuerza y me esposaron torciéndome las muñecas y brazos, sacaron a mi hija y la arrastraron por las escaleras y a mi niña discapacitada también la levantaron y la pusieron al borde de una escalera, lo que me desesperó”, narró en una carta pública. “Nunca vi la orden judicial”, agregó.

La mujer estuvo incomunicada dentro del aeropuerto “hasta cerca de las once de la noche”, cuando la diputada jujeña Cristina Romano presentó un hábeas corpus para que la liberen. La noche la pasó en un “hotel lujoso” de la capital salteña, pagado por LAN. Enterados del inconveniente, desde la Fundación Favaloro enviaron los certificados para que, al día siguiente a la misma hora, las tres mujeres puedan viajar a Buenos Aires. Durante cuatro de las casi seis horas que estuvo demorada, la madre de Débora se vio impedida de estar con sus hijas. Recién pudo acercarse a ellas cuando los agentes accedieron a que cambiara el pañal de la chica con discapacidad. “Tenía el mismo pañal desde las 11 de la mañana. A fuerza de gritos me dejaron cambiarla, pero en un baño con dos policías y testigos, violando la intimidad de mi hija”, sostuvo.

Luego de reunirse con la denunciante, la vicepresidenta del Inadi, María Rachid, señaló a este diario: “Lo que relatan da cuenta de una situación de absoluta discriminación y violencia hacia Débora y su familia”. Impactada por el apoyo que dieron los viajeros a los actos de maltrato, la funcionaria dijo: “Lo lamentable es que la gente acompañó la discriminación”.

Por otra parte, Rachid informó que “se van a iniciar denuncias contra la empresa, el personal de Policía Aeroportuaria, el piloto y la azafata. Se va a investigar el accionar de todos”. Además, el Inadi va a “acompañar y dar seguimiento a los reclamos judiciales que inició la familia”. Desde este organismo ya se comunicaron con los abogados de LAN, pero por ahora “no hubo respuestas formales de la empresa”.

El 6 de enero, Rivadeneira hizo una denuncia sobre lo sucedido en el Juzgado Federal 1 de Salta y también asentó su reclamo en el libro de quejas de la aerolínea. Con los papeles médicos en su poder, la madre y sus hijas volaron en el mismo horario en el que lo debieron haber hecho el día anterior. A causa de esto, la Fundación Favaloro debió darle sobreturnos para los exámenes pre quirúrgicos de Débora. Además, Rivadeneira tenía previsto alquilar un departamento por todo el mes que durará la atención médica a su hija. “Por no llegar ese día, lo perdí”, se quejó. “Al final, conseguí uno que me salió 3400 pesos, cuando el otro me costaba 2400”.

Por ahora, la empresa no se comunicó con la mujer. “Sólo supe que el abogado de LAN le dijo al Inadi que el problema surgió por parte de una de las azafatas”.

Informe: Leonardo Rossi.

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Cristina Rivadeneira con sus hijas y la vicepresidenta del Inadi, María Rachid.
Imagen: Prensa INADI
 
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