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“Ahora empiezo a disfrutar un poco más de mi nieta”, dijo la madre de Verónica Gauto, la joven embarazada que fue asesinada el 29 de enero por el gatillo fácil de un policía bonaerense cuando se enteró que la Justicia dictó la prisión preventiva al cabo Fabián Sosa, el principal acusado del crimen que provocó la muerte de Verónica y el nacimiento, media hora después, de su hija Milagros.
Ayer se conoció el fallo del juez Martín Nolfi, a cargo del Juzgado de Garantías de Quilmes, que procesó con prisión preventiva a Fabián Sosa por el “homicidio simple” de Verónica Gauto, la embarazada de 19 años que murió en Bernal por una bala en el cráneo que el policía disparó cuando intentaba dispersar a unos chicos que jugaban al carnaval.
Sosa también fue procesado por disparar a un chico de 14 años que estaba jugando cuando llegó el cabo y que recibió una bala en su clavícula. Según contó el fiscal a Página/12, “la causa de homicidio simple podría agravarse por las lesiones al chico”.
Varios testigos habían confirmado que Sosa fue quien mató a Verónica pero Claudio Pelayo, el fiscal interino a cargo de la causa durante el mes pasado, pidió que también se investigara a cinco de ellos –entre quienes está la madre del joven herido– por resistencia a la autoridad y posibles lesiones en riña. En los próximos días, Armella deberá decidir si continúa con el pedido.
Verónica, que estaba embarazada de ocho meses y medio, murió el 29 de enero cuando recibió uno de los cinco disparos que Sosa realizó para dispersar a unos chicos que tiraban bombitas de agua.