SOCIEDAD › UN JOVEN QUE ESTA PROFUGO CORTEJABA A CANDELA POR INTERES EN EL DINERO DE LA MADRE

Un detenido denunció torturas

Según los datos de un testigo de identidad reservada, el móvil del secuestro fue la extorsión. Pero la investigación podría caer si se comprueba que hubo apremios ilegales a los detenidos para que confirmen esa hipótesis.

El albañil Alberto Espíndola, uno de los seis detenidos por el secuestro y asesinato de Candela Rodríguez, denunció que fue sometido a torturas por parte de la policía para incriminar en el caso a otros dos detenidos y a un tercer hombre, que está profugo. Así lo hizo saber el abogado de Espíndola, Domínguez, quien reveló además la principal hipótesis de los investigadores: el joven que está prófugo habría cortejado a la niña en lo que, se cree, fue una tarea de inteligencia para saber dónde tendría oculta una suma de dinero la madre de la chica, Carola Labrador. Esa hipótesis, que apunta a la “extorsión” como móvil del secuestro y homicidio de la nena, se elaboró a partir de los datos aportados por un testigo de identidad reservada, pero puede caerse si se comprueba que algún detenido fue sometido a apremios para ratificarla.

El detenido declaró ayer ante el fiscal Tavolaro y, llorando, relató que tras ser detenido fue sometido a un “submarino seco y, con una bolsa en la cabeza, fue golpeado por policías cuando estaba detenido en la comisaría de Villa Tesei. Las declaraciones de Espíndola obligaron a abrir una investigación paralela contra los efectivos de esa seccional.

“Se quebró, declaró todo el tiempo llorando. Hablaba como podía. Espíndola dijo que fue literalmente torturado por la policía. Primero fue un grupo de siete policías y después unos diez, que le hicieron ‘submarino seco’ y que, con la bolsa en la cabeza, lo golpearon. Después aparecieron otros cuatro uniformados que le recomendaron acordarse de ‘lo que tenía que decir’”, dijo el abogado de Espíndola, Alberto Domínguez.

El detenido fue convocado ayer a ampliar su declaración indagatoria. Sus dichos, hasta ese momento, habían sido clave para relacionar a los últimos dos involucrados en la causa, el albañil Guillermo López y el verdulero Fabián Gabriel Gómez y a un joven que está prófugo con el secuestro y asesinato de Candela.

El abogado Domínguez relató que el objetivo de los apremios era que Espíndola “incriminara” a esas tres personas, que habían sido señaladas por un testigo de identidad reservada. Según había dicho Espíndola, López, Gómez y el tercer hombre iban en un auto –cuando Candela estaba desaparecida–, lo interceptaron en la calle y le dijeron que les avisara si la policía los buscaba.

Domínguez reveló que uno de los testigos de identidad reservada habló de ese “tercer hombre”, un joven que desde hacía cuatro meses habría cortejado a Candela, “jugaba al noviecito” para “hacer inteligencia” y saber dónde guardaba un dinero que “tenía escondido” Carola Labrador, la madre de la víctima.

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La fiscalía de Morón, donde ayer el detenido Espíndola denunció que fue torturado por la policía.
Imagen: DyN
 
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