Una organización que vendía medicamentos vencidos a geriátricos y clínicas fue desbaratada en allanamientos en el conurbano bonaerense y la Capital Federal, durante los cuales fueron detenidas cuatro personas y se secuestraron unas 700 mil pastillas de ansiolíticos y remedios contra enfermedades gástricas.

Fuentes policiales informaron que los operativos, a cargo de la División Delitos Contra la Salud de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal, se concretaron en casas de los partidos bonaerenses de Lanús, Hurlingham y Tres de Febrero y del barrio porteño de Mataderos.

La investigación para dar con la banda comenzó a mediados de 2009, cuando la policía detectó que en una vivienda de la localidad bonaerense de Valentín Alsina, partido de Lanús, se comercializaban a domicilio remedios vencidos. Luego de una serie de averiguaciones de los agentes, que incluyeron escuchas telefónicas y tareas de inteligencia encubierta, se comprobó que los dueños de la vivienda eran integrantes de una banda que en realidad vendía los medicamentos en geriátricos y clínicas privadas de la zona oeste del conurbano bonaerense.

Con la orden del juez federal Carlos Ferreiro Pella, de Lomas de Zamora, los policías de Delitos Contra la Salud concretaron ayer los allanamientos en las viviendas de los acusados. En uno de los domicilios investigados, situado en José Ignacio Rucci al 500 de la localidad de Ciudadela (Tres de Febrero), los policías encontraron 32 baldes que contenían unas 700 mil pastillas del ansiolítico Lexotanil y del medicamento para enfermedades gástricas Omeprazol.

En el lugar fueron detenidos cuatro adultos, dos varones y dos mujeres, todos argentinos, que fueron derivados a la sede policial de Lomas de Zamora, según indicó el subcomisario Jorge Núñez, de Delitos Contra la Salud. Núñez informó que hubo operativos simultáneos en las localidades bonaerenses de Valentín Alsina y Villa Tesei y en una vivienda particular del barrio porteño de Mataderos.

Los agentes secuestraron documentación y computadoras en procura de información que indique detalles del accionar de la banda y compruebe su culpabilidad.

Según revelaron los informantes, los remedios, que no tenían sus cajas, estaban vencidos desde 2010 y ahora se investiga su procedencia. Además, los agentes intentaban determinar si los delincuentes contaban con la colaboración de más cómplices para la comercialización de las drogas en los geriátricos y clínicas.

Por su parte, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (Anmat) realizará los análisis a las drogas secuestradas para evaluar su composición y estado, y posteriormente informará a la población.