SOCIEDAD › EL TRIBUNAL ITALIANO HABILITó A LAS PAREJAS GAY A TENER HIJOS

Un Corte a los prejuicios

Un hombre reclamó que la Corte retirara la tenencia de su hijo a la madre, su ex mujer, porque ella estaba en pareja con otra mujer e incidiría mal en la crianza del niño. La Corte respondió que se trata de un “mero prejuicio”. El fallo desató polémica.

 Por Elena Llorente

Desde Roma

Es un “mero prejuicio” mantener que “es dañino para el equilibrado desarrollo de un niño el hecho de vivir en una familia de una pareja homosexual”. Con estas palabras, que han despertado el positivo asombro de muchos, pero también el más encendido rechazo de parte del mundo católico, la Corte Suprema de Justicia italiana se expidió la semana pasada sobre la tenencia del hijo de una mujer ligada sentimentalmente a otra.

El caso que dio pie a la resolución de la Corte Suprema es el de un hombre que recurrió a la Corte Suprema porque la Corte de Apelaciones había confiado la tenencia de su hijo a su ex mujer, que ahora vivía con una persona del mismo sexo. El hombre cuestionaba que el pequeño viviera en una familia gay argumentando que eso podía tener “repercusiones negativas en el niño” y pedía tener en cuenta que él era musulmán y su religión no permitía niños educados por parejas homosexuales. La sentencia número 601 de la Corte Suprema, en cambio, rechazó el recurso, subrayando, por boca de la jueza Maria Gabriella Luccioli, que “se da por hecho algo que en cambio debe todavía ser demostrado, o sea que sea dañino ese contexto familiar para el niño”. “No hay certezas científicas o datos de experiencia sino el mero prejuicio”, dijo la sentencia. Se trata de un fallo histórico para Italia, según los expertos, que ha dado y seguirá dando que hablar en un país donde ni el matrimonio entre homosexuales ni la adopción de niños por parte de parejas gay están permitidos.

Pero la batalla será dura, sobre todo por la oposición de la Iglesia Católica, que luego de la sentencia puso el grito en el cielo. Los políticos del centroderecha no se quedaron atrás, aprovechando la jugada para ganarse la simpatía de los católicos en vista de las próximas elecciones de febrero. Entre éstos el premier dimisionario Mario Monti y Maurizio Gasparri, senador del Pueblo de la Libertad, el partido berlusconiano. Ante una pregunta sobre este tema al ser entrevistado en un programa dijo que los niños deben tener un padre y una madre. Pero no descartó que el Parlamento pueda “tutelar las convivencias”. Según Gasparri, en cambio, la decisión de la Corte viola la Constitución italiana, que “reconoce en la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, la sociedad natural en la cual deben crecer los hijos”.

Lo que muchos católicos temen es que el fallo de la Corte Suprema pueda abrir las puertas a las adopciones de parte de parejas gay y sus matrimonios, tema tabú en la península. Permitir las adopciones de parte de las parejas gay es “transformar a los niños en una suerte de mercancía”, comentó el arzobispo Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo para la Familia con sede en el Vaticano. En declaraciones a Radio Vaticano, el arzobispo indicó que “los niños deben crecer dentro de aquel que, desde que el mundo es mundo, es el ambiente natural, es decir con un padre y una madre”.

Pocas horas después de esas declaraciones, algunas mujeres activistas del grupo Femen de Ucrania se quedaban semidesnudas en la Plaza de San Pedro del Vaticano, para manifestarse en defensa de los derechos de los gay, mientras el papa Benedicto XVI dirigía su tradicional mensaje dominical desde la ventana de su departamento privado. Las mujeres con los pechos al aire fueron arrestadas por la policía italiana.

Pero las reacciones del mundo católico no se limitaron por eso. El diario de la conferencia episcopal italiana, L’Avvenire, comentó que la decisión de la Corte era “una sentencia ambigua, que crea desconcierto”. El fallo “deja estupefacto a cualquiera porque borra todo lo que la experiencia humana –y con ella la psicología–, ha elaborado y acumulado en materia de formación del niño”, agregó el diario. La Sociedad de Pediatras Católicos de Italia, por su parte, indicó que “un estudio estadounidense sobre 12.000 adolescentes habría confirmado el alto riesgo de problemas psicosomáticos, neuropsiquiátricos y de depresión además de confusión en la orientación sexual, en los niños que crecen en el seno de parejas gay”. Como si estos problemas, comentaron algunos periódicos, no fueran comunes también entre los adolescentes de familias heterosexuales. Paola Concia, diputada del Partido Democrático y homosexual ella misma, está convencida de lo contrario. “En realidad, muchos estudios han demostrado que la orientación sexual de una pareja no condiciona el crecimiento del niño, que principalmente necesita afecto”, dijo.

Sobre una ley que regule los matrimonios gay se viene hablando desde hace tiempo en Italia sin que se haya llegado jamás a una conclusión. Aunque algunos esperan que el gobierno que surja de las elecciones de febrero le dedique más atención al tema. Los matrimonios homosexuales y las adopciones de parte de parejas gay están en el tapete en Europa en estos momentos. Gran Bretaña, Bélgica, Portugal, entre otros, permiten en algunos casos sólo los matrimonios gay y en otros tanto matrimonios como adopciones. En España, donde está permitido el matrimonio homosexual desde 2005 gracias a una ley aprobada durante el gobierno socialista de José Luis Zapatero, ahora está siendo puesta en tela de juicio por el gobierno de Mariano Rajoy. En Francia, miles de manifestantes se volcaron a la calle la semana pasada para bloquear una ley que debería comenzar a tratar el Parlamento a fines de enero y que prevé los matrimonios y las adopciones de parejas gay. En Italia queda un largo y tortuoso camino por recorrer.

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Los ultracatólicos salieron a cuestionar el fallo de la Corte.
Imagen: AFP
 
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