SOCIEDAD › EL DISEÑADOR ARGENTINO NICOLAS GARCIA MAYOR, JOVEN SOBRESALIENTE 2013

Un creador premiado

Creó un sistema de refugios y trailers de emergencia que “supera todo lo conocido hasta ahora”. La Cámara Junior Internacional le dio su máxima distinción. Pese a las ofertas, volvió al país y quiere trabajar aquí.

Nicolás García Mayor, un diseñador industrial argentino de 35 años que a principios del año pasado disertó en un foro internacional de ayuda humanitaria organizado por la ONU, fue elegido como uno de los diez Jóvenes Sobresalientes 2013 por la Cámara Junior Internacional, un premio que desde hace 27 años no recibía un argentino. García Mayor, nacido en Bahía Blanca, estudió en la Universidad Nacional de La Plata y es el creador del CMax System, una invención suya que sirve para fabricar refugios de emergencia que, según la organización que le entregó la distinción, “supera todo lo conocido hasta ahora”, en materia de carpas y trailers fijos utilizados para dar una solución habitacional provisoria y urgente a personas que quedaron sin hogar como consecuencia de catástrofes naturales, guerras, casos de violencia interna en un país o pandemias.

García Mayor aseguró que a pesar de haber recibido propuestas para fabricar su creación en otros países, decidió volver a la Argentina para “lucharla acá por todo lo que me dio el país”. Recordó que no bien se recibió, en 2001, se fue a vivir a España y aunque estuvo “trabajando bien”, se dio cuenta de que “estaba salvándome yo solo, y además necesitaba estar cerca de mi familia. Entonces decidí volver al país, rearmar el estudio y lucharla por todo lo que me dio el país”. Explicó que una de las tentaciones más fuertes la recibió en Dubai, adonde viajó para presentar el CMax en una feria internacional de diseño industrial.

“Allá me ofrecieron todas las facilidades y hasta fuimos a ver los lugares donde poder fabricar. Entonces supe de la planta de Tortuguitas donde estamos ahora, veo las condiciones (de desguace) en que estaba, con tanta gente que quería seguir trabajando ahí y les dije a los de Dubai ‘hagámoslo, pero déjenme primero que lo haga en mi país’.”

La planta en Argentina es la ex Plascar, que ahora se llama Complejo Industrial Tortuguitas, desde que un joint venture la rescató, evitando su desmantelamiento y reteniendo a 360 de los 1200 puestos de trabajo que llegó a tener esta autopartista brasileña en su momento de mayor producción. “Era una planta de capitales extranjeros que, debido a la caída automotriz tomó la decisión de irse del país, y quedó en manos de manos de jóvenes argentinos que están haciendo lo mejor que pueden, y los trabajadores son increíbles”, aseguró.

El ahora empresario se recibió en 2001 en la Universidad de La Plata, después de dos años de haber estado viviendo en una clínica abandonada porque no tenía el dinero necesario para pagar un alquiler.

Hoy está cosechando los frutos: 14 años después de haber creado este dispositivo de ayuda humanitaria como proyecto de tesis, el mundo conoció y compró su idea. García Mayor explicó a Télam que su invento permite “desarrollar una urbanización en sus distintos sentidos: en el aspecto habitacional, pero también generando hospitales y hasta escuelas”, porque los módulos son combinables para formar espacios mayores. De acuerdo con las últimas cifras de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, el año pasado 5,2 millones de personas se vieron desplazadas forzosamente de sus hogares.

“Después de un terremoto, por ejemplo, todos los sobrevivientes necesitan reconstituir lo más rápido posible su comunidad, de la manera más digna posible y cuidando la salud. Darle respuesta inmediata a eso, eso sería CMax”, aseguró. Confeccionado en propileno, aluminio y tela de poliéster, el CMax consta de una estructura central rígida, dos alas de material flexible que al desplegarse cuadriplican su tamaño y dos patas telescópicas que separan el piso de la superficie, reduciendo el pasaje de frío y humedad que tanto afecta a las carpas. Cada módulo viene con un kit de supervivencia dentro y tiene capacidad para albergar a diez personas, de modo que las familias puedan permanecer juntas.

Mientras permanecen plegados, estos refugios son apilables, livianos, pequeños y fáciles de almacenar.

Una vez en el lugar elegido, dos personas pueden armar la casa provisoria en sólo 11 minutos, sin necesidad de utilizar herramientas.

Mientras esperaba ver concretado su proyecto, García Mayor creó una empresa de diseño, “Ar estudio”, en Bahía Blanca, y la fundación del mismo nombre que tiene por misión abastecer de alimentos y leche a cuatro comedores de la ciudad. A principios del año pasado, los tiempos se aceleraron para la concreción de su proyecto inicial a partir de que recibió un correo electrónico de la Cancillería alentándolo a que se postulara para participar de la edición 2013 del Foro Internacional para el Desarrollo de la Ayuda Humanitaria en Washington, que reúne a gobiernos, agencias de la ONU, ONG y empresas.

“Quedé seleccionado y me dijeron que tenía que viajar a Wa-shington en quince días a presentar un proyecto que yo pensaba que después de doce años el mundo lo había solucionado varias veces, pero no era así”, contó. “Con la ayuda de Exportar, que te arman el stand, en esa feria lo presenté ante distintas instituciones del mundo y fue la gran novedad.” Sostuvo que cuando se reunió con representantes de la ONU “ellos estaban muy emocionados y me dijeron ‘esto es lo que venimos buscando hace años y lo tienen que saber todos los presidentes del mundo’. Me invitaron a la 68 asamblea de la ONU; fue algo increíble”.

“Luego llegó una invitación del Papa para ir a Roma y comentarle el proyecto. El hecho de estar cerca de él, haber podido romper el protocolo para darle un abrazo gigante, te da mucha fuerza para seguir”, dijo.

A partir del apoyo de la ONU, de distintos gobiernos y organizaciones internacionales, García Mayor resolvió que él mismo encararía la producción de los módulos, y en Argentina, a pesar de que tenía ofertas para hacerlo en otros lugares. Estimó que “probablemente en poco tiempo” comenzaría la producción de los CMax en la planta de Tortuguitas. Al comienzo podría producir “unos 500 mil módulos al año”.

“La rapidez con que empecemos a producir depende mucho del apoyo que tengamos, porque están las máquinas, la gente ansiosa de trabajar, y yo más sabiendo que hoy está muriendo gente por dormir en el piso en situaciones extremas”, recalcó. La selección como uno de los 10 Jóvenes Sobresalientes 2013, de la Cámara Junior Internacional en el rubro “Contribución a la niñez, a la paz mundial y a los derechos humanos, es otro aliciente en su camino.

“Son reconocimientos que te ayudan, de una organización que supo tener como jurados a personalidades como Borges o Favaloro. Ser hoy el único latinoamericano e hispanoparlante (premiados) es muy fuerte”, concluyó. Los premios TOYP (siglas en inglés de Los Jóvenes Sobresalientes) son un reconocimiento formal entregado cada año por la Cámara Junior Internacional (JCI) a las 10 personas de entre 18 y 40 años más destacadas a nivel mundial, las que son elegidas entre los ganadores de cada país después de un largo proceso de selección.

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