SOCIEDAD › FUERTE DISCURSO CONSERVADOR EN EL INICIO DEL SíNODO

Una vuelta por los orígenes

El aborto, la eutanasia y el matrimonio igualitario entre las críticas del cardenal húngaro Peter Erdo, relator general de la XIV Asamblea Ordinaria del Sínodo. Instaló el discurso más conservador de la Iglesia.

El Vaticano reiteró su rechazo al matrimonio igualitario y al aborto, al tiempo que consideró a las migraciones y la baja natalidad como “desafíos de la familia” para los próximos años. En el marco del Sínodo de Obispos que se desarrolla desde ayer en Roma, el cardenal Peter Erdo, relator general de la XIV Asamblea Ordinaria del Sínodo, reafirmó la postura del Vaticano frente al “drama del aborto y la eutanasia”, al tiempo que identificó “presiones de organismos internacionales” que promueven “leyes del matrimonio entre personas del mismo sexo en los países pobres”.

“Con respecto a la tragedia del aborto, la Iglesia reafirma la inviolabilidad de la vida humana. Ofrece asesoramiento a las mujeres embarazadas, el apoyo a las madres solteras, los niños abandonados y acompaña a las que han sufrido aborto y han dado cuenta de su error”, señaló Erdo al abrir la reunión que durará hasta el 25 de octubre.

“Del mismo modo, la Iglesia reafirma el derecho a una muerte natural, evitando tanto el tratamiento agresivo que es la eutanasia”, agregó el cardenal húngaro.

A su vez, Erdo planteó que los “homosexuales deben ser recibidos con respeto y delicadeza” porque la Iglesia debe respetar a cada persona “en su dignidad independientemente de su tendencia sexual”, aunque aclaró que “no existe fundamento alguno para asimilar o establecer analogías entre las uniones homosexuales y el diseño de Dios para la familia”.

En otro de los puntos que se debatirán durante el Sínodo, el cardenal de Budapest planteó que no es el “naufragio del primer matrimonio” lo que impide que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar, sino “la convivencia en segunda relación”.

En su informe sobre los desafíos de la familia, Erdo incluyó a “la migración, la injusticia social, los bajos salarios que son responsables de algunas empresas comerciales, la movilidad laboral, control de la natalidad, la violencia contra las mujeres, los abortos a menudo forzados, esterilizaciones forzadas, alquiler de útero y gametos para satisfacer el deseo de un niño a toda costa”.

Además, del Sínodo participan 13 mujeres entre las que se cuentan teólogas, juristas y expertas en varios campos de atención a la familia, a quienes se les agradeció este lunes por la “contribución especial para que el Sínodo pueda mirar a la familia con la mirada tierna, atenta y compasiva de las mujeres”, que espera de ellas el Vaticano.

Al dar inicio a las sesiones, en la Primera Congregación General, el Papa explicó que el Sínodo “no es un parlamento donde se negocia o se pacta”. La máxima autoridad del Vaticano recordó a los presentes en el lugar la necesidad de abrirse al Espíritu Santo por el bien de la Iglesia y “dejar de lado” opiniones personales o prejuicios.

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El papa Francisco abrió el domingo el Sínodo de Obispos, segundo en lo que va del año.
Imagen: EFE
 
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