SOCIEDAD › ROBAN A RACING LA RECAUDACION DEL CLASICO CON RIVER

Otra vez les ganó la banda

Siete ladrones se llevaron los 150 mil pesos correspondientes a la Academia. La seguridad era algo endeble: transportaban el dinero en un remís. Sospechan que hubo un entregador.

 Por Carlos Rodríguez

El clásico Racing-River tuvo un alargue inesperado y la Academia, que había dejado los tres puntos en la cancha, volvió a perder, en este caso unos 150 mil pesos que le correspondían del cuarto de millón recaudado en el partido que se jugó el sábado. Con la precisión de una jugada preparada, de las que se practican en la semana, un equipo que parecía disminuido en número, integrado por siete ladrones que no llegaban a los once jugadores que fija el reglamento, se impuso por la fuerza de sus ametralladoras amenazantes, sin disparar un solo tiro. Los asaltantes interceptaron el remís en el que iban dos empleados del club y un solitario policía que, además de fracasar como custodio del dinero, hasta perdió su pistola reglamentaria en el intento. El episodio ocurrió a cinco cuadras del estadio de Racing y a 300 metros de la comisaría primera, a la que pertenece el uniformado. “Todo parece indicar que hubo al menos un entregador”, anticipó una fuente policial. Los investigadores siguen los pasos de algunos miembros de La Guardia Imperial, uno de los cuatro sectores en los cuales está dividida la barra brava de Racing Club.
“El dinero de la recaudación nunca es transportado de la misma forma, precisamente para evitar un eventual intento de robo”, aseguró ayer una fuente de Blanquiceleste S.A., la empresa propietaria del club, aunque la táctica de nada sirvió esta vez. A los investigadores les sorprende la fragilidad del operativo de traslado, que se hizo en un remís y no en un camión transportador de caudales, como es habitual. En el vehículo, un Renault 9, iban el tesorero del club de Avellaneda, Osvaldo Tasara, y la empleada administrativa María Gloria Pontoriero. Con ellos iba el desolado policía, que había sido convocado minutos antes del traslado a la sucursal Centro Avellaneda del Banco Galicia, a escasas diez cuadras del estadio. “Ahora se está analizando el contenido de las cintas de las cámaras ubicadas en los pasillos que llevan a la Tesorería, para ver si aparece algún dato que pueda llevar a los autores”, comentó la fuente policial. La investigación es conducida por el fiscal de Lomas de Zamora Andrés Devoto. El robo fue a las 11,20 en el cruce de las calles Juan B. Palaa y Mariano Acosta, a cinco cuadras del estadio. El remís fue interceptado por una Trafic blanca, secundada por un Fiat Regatta y dos motos. La Trafic quedó atravesada en la esquina, para impedir la persecución policial de los otros tres vehículos, en los que huyeron los siete asaltantes. Todos habían bajado en segundos por las distintas puertas de la camioneta y además de los 154 mil pesos se llevaron la pistola 9 milímetros con la que intentó una débil resistencia el solitario policía. “La recaudación del partido del sábado fue de 267.894 pesos, de los cuales hay que descontar el dinero reunido por la venta anticipada (había sido depositado el viernes en el mismo banco), el 10 por ciento que se entrega a la Asociación del Fútbol Argentino y el cinco por ciento que le correspondía al equipo visitante”, explicó el vocero de Blanquiceleste.
Una fuente policial confió que “es evidente que hubo al menos un entregador y una de las pistas sigue las huellas de algunos miembros de La Guardia Imperial que tienen antecedentes”. Los dirigentes de Racing guardan la esperanza de “encontrar alguna pista rastreando las imágenes grabadas por las cámaras que controlan los pasillos que recorrieron los empleados del club hasta subir al remís”, explicó una fuente cercana a la investigación. Como ocurre siempre que un robo se comete con precisión milimétrica, se dijo ayer que se trataría de “una banda muy profesional”.
Racing perdió el sábado por dos goles contra uno con el puntero del campeonato, River Plate. Ayer sufrió un inesperado tercer gol en contra y todo parece indicar que “hubo un entregador” que traicionó la camiseta del club de Avellaneda. “El viaje hasta el banco era de menos de diez minutos, de manera que los ladrones tenían todo planificado de antemano y sólo estaban esperando una señal”, opinó el vocero policial consultado por este diario. Llevarse el maletín con los 154 mil pesos fue mucho más fácil paralos siete ladrones que el agónico triunfo logrado el sábado por los once jugadores del equipo de la banda roja.

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La Trafic blanca utilizada por el grupo comando cerró el paso para evitar la persecución policial.
 
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