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La Cámara de Casación bonaerense confirmó a Diego Molina Pico como fiscal en el caso García Belsunce, al rechazar el pedido de recusación presentado por los abogados del viudo célebre Carlos Carrascosa y aceptado por el juez Diego Barroetaveña. Los camaristas decidieron, por consiguiente, rechazar la nulidad interpuesta por la defensa al pedido de elevación a juicio, con lo que, en teoría, el requerimiento de elevación del ahora confirmado Molina Pico debería seguir su cauce normal, esto es, caer bajo la lupa del juez de la causa, Diego Barroetaveña, quien debería decidir si el caso se eleva o no. De todos modos, nada está dicho, ya que Casación debe definir aún si Carrascosa sigue con falta de mérito o vuelve a ser procesado.
En abril pasado, después de que la Suprema Corte bonaerense dejara firme la prisión preventiva de Carrascosa, Barroetaveña decidió esquivar la orden de detenerlo utilizando otra argumentación jurídica: directamente, dio la falta de mérito al viudo, con lo que quedó desprocesado y, automáticamente, liberado de cualquier prisión. Al mismo tiempo, aceptó el pedido de nulidad que la defensa planteaba contra el pedido de elevación a juicio realizado por Molina Pico. Y no sólo eso: también aceptó el pedido de la defensa de apartar al fiscal del caso por “desembozada animosidad” en contra del viudo célebre.
El fiscal general de San Isidro, Julio Novo, apeló ante Casación tanto el apartamiento del Molina Pico como la nulidad de sus decisiones. La Sala I de Casación dirimió en el asunto: decidió rechazar “la recusación deducida contra el titular de la Unidad Funcional de Instrucción número Dos, Distrito Pilar; dejando sin efecto, en consecuencia, la nulidad del requerimiento de elevación a juicio”. O sea, se anuló una nulidad.
Pero en el caso García Belsunce nada es tan sencillo como parece serlo. Por empezar, el titular de la unidad funcional número 2 ya no es más Molina Pico, que fue trasladado a otro cargo. Con lo que, el fiscal, de hecho, queda pero no queda. Por otro lado, lo que quedó firme por Casación es el pedido de elevación a juicio. Lo que Barroetaveña había ordenado era aceptar la nulidad del pedido, o sea, no analizó la lógica interna de la acusación sino directamente la anuló porque aceptó que el fiscal tenía animosidad y lo desplazó.
El fallo de Casación anuló este paso. Dicho de otro modo, es como si nada hubiera pasado y el fiscal hubiera pedido la elevación a juicio. Ahora, Barroetaveña debería analizar con lupa lo que el fiscal sostuvo en su pedido de elevación para saber si el caso llega a juicio.
Pero, nada está resuelto. A Casación le resta aún decidir si Carrascosa sigue con falta de mérito o vuelve como imputado. Hasta tanto no lo defina, la elevación a juicio podrá ser firme pero no tiene a nadie como acusado con lo que, en la práctica, es lo mismo que nada.