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Chiche y el duhaldismo, de punta contra Solá

La mujer del ex presidente fustigó al gobernador, que había dicho que ella era parte de la vieja política. “Hace un año me rogaba que fuese su compañera de fórmula”, replicó la diputada. El lugar de Cristina Kirchner.

 Por Martín Piqué

Esta vez no fue una pelea de peluquería. ¿O sí? En todo caso, de una peluquería unisex. La frase que osó pronunciar el gobernador Felipe Solá ante una complacida Mirtha Legrand, el miércoles al mediodía, desató una tormenta en el PJ bonaerense. “Tiene una concepción de la política más antigua”, había dicho Solá sobre la diputada Hilda “Chiche” González de Duhalde. La respuesta, aparentemente inocente, irritó al duhaldismo porque contrastaba a Chiche con su eterna rival, la senadora Cristina Fernández, a quien asociaba con el cambio. Ayer, la propia Chiche avisó a los periodistas acreditados en el Parlamento que iba a contestar. “Para Solá ahora soy parte de la vieja política, pero hace un año me rogó que fuera su compañera de fórmula”, replicó. La respuesta inició otra polémica.
Nadie esperaba una reacción tan tempestuosa de Chiche. Ni siquiera sus compañeros de la bancada duhaldista. En la sesión de anteayer, cuando ya habían trascendido los dichos de Solá en la TV, la diputada no había mostrado indicios de estar enojada. Tampoco se había acercado a la prensa en busca de revancha. La sorpresa fue mayúscula, entonces, cuando Chiche se presentó ante los periodistas del Congreso para responderle al gobernador. Según allegados al diputado Alfredo Atanasof –quien luego se sumó a la cruzada contra Solá junto con sus pares Daniel “Chicho” Basile y Juan José Alvarez–, la creadora de las manzaneras no podía ocultar su indignación. “Ayer me desayuné que yo soy la vieja política”, cargó.
La reacción de Chiche fue el principio de una respuesta colectiva. Algunos duhaldistas ya habían contestado el miércoles. Tal el caso del vicepresidente del Senado bonaerense, Antonio Arcuri, quien consideró que hablar de candidaturas era “ridículo”. También desempolvó la expresión “Felipe es Felipe”, una frase que cuenta con marca registrada: la creó Néstor Kirchner en un reportaje que concedió a Página/12, cuando su relación con el gobernador –hoy óptima– padecía de mutua desconfianza. Si la frase de Arcuri mostraba aún cierta cautela, la réplica duhaldista ganó en virulencia con el paso de las horas.
Uno de los más duros fue el ex ministro de Seguridad Juanjo Alvarez, quien consideró que los dichos de Solá fueron “una grosera apreciación” y recordó que la esposa de Duhalde “trabajó muy fuerte para la candidatura” del gobernador. Alvarez supo ser uno de los tres mosqueteros, con Julio Alak y Alberto Balestrini, que querían diferenciarse del duhaldismo. Hoy tiene excelentes relaciones con Duhalde y pésimas con Solá.
La comparación entre Chiche y Cristina también molestó al diputado Basile, quien se sumó al repudio contra Solá con el argumento de que ambas mujeres “no son comparables”. “Cristina milita en Santa Cruz. Chiche Duhalde trabaja muy fuertemente comprometida con la provincia de Buenos Aires”, aseguró Basile. Otro diputado que se sumó a la cruzada fue Atanasof, quien nunca ocultó su deseo de ser gobernador y vio frustrada su ambición cuando Duhalde decidió que el candidato fuera Solá.
“El estrés de la gobernación está afectando al gobernador. Eso provoca que hagan declaraciones tan superficiales. A los políticos se los califica por cuestiones más profundas que si están o no de moda, si representan lo viejo o representan lo nuevo”, dijo Atanasof a Página/12.
Los duhaldistas no se quedaron sólo en palabras. Para mostrar hasta dónde llegaba su bronca, hicieron un gesto político. A pesar de su autoproclamada fama de “tropa disciplinada” a la hora de votar, seis representantes del duhaldismo (entre ellos la propia Chiche) optaron por abstenerse de votar el artículo 11 del Presupuesto (ver aparte). Ese capítulo concede los famosos “superpoderes” al jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Quienes eligieron la abstención fueron Chiche, Atanasof, Carlos Ruckauf, Oscar Rodríguez, Graciela Camaño y Silvia Martínez. En las últimas semanas, Ruckauf se convirtió en el destinatario indirecto de las críticas de Kirchner. Las referencias a “los papelitos” (por los patacones) se escuchan cada vez que el Presidente desembarca en el conurbano.
Juanjo Alvarez y Cristian Ritondo, en tanto, votaron directamente en contra. Por si hacía falta aclararlo, el mensaje llegó a destino. Solá y su ministro de Gobierno, Florencio Randazzo, se reunieron durante largas horas en la sede porteña del Banco Provincia. “Chiche y Juanjo salieron desproporcionados y Basile es un gurka. Estamos viendo qué hacer”, comentaron desde allí a Página/12. Se notaba la bronca y el impacto por la reacción de Chiche. Luego apagaron los teléfonos.
El episodio generó varias interpretaciones en los cuarteles bonaerenses. Para algunos, significa que el duhaldismo decidió responder a la amenaza de ruptura que había deslizado Solá semanas atrás, molesto por una maniobra del aquél para incorporar al consejo del PJ a los delegados suplentes y dejarlo nuevamente en minoría.

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Chiche y Solá, altri tempi. La diputada y el gobernador iniciaron una nueva querella pública.
 
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