SOCIEDAD › UN RECLAMO SALARIAL PUEDE COLAPSAR LOS TELEFONOS

Las líneas están calientes

Los telefónicos tomaron los centros neurálgicos de Telefónica y Telecom. El paro amenaza con hacer caer todo el sistema.

Las compañías telefónicas están con problemas. Un mensaje grabado en el servicio de informaciones 110 ayer lo advertía de este modo: “Le informamos que debido a las medidas adoptadas por las entidades gremiales, el servicio de información de guías presenta demoras en la atención”. Según voceros de Telefónica y Telecom, las medidas de fuerza paralizaron entre el 60 y 70 por ciento de la capacidad operativa del 112, 110, servicio de instalaciones y mantenimiento de redes. El gremio exige un 25 por ciento de aumento en los salarios. Los empleados ocuparon ayer las dos centrales de monitoreo general de redes. Y mientras vaticinaban que el país “podría quedar incomunicado”, se realizó una reunión de conciliación en el Ministerio de Trabajo que pasó a cuarto intermedio. Entretanto, los empleados seguían en estado de asamblea permanente. Según señalaron sus voceros, la medida se extenderá hasta mañana jueves. Aseguran que podría “colapsar el sistema de clearing bancario, el servicio de telefonía celular y los servicios de banda ancha de Internet”.
La medida de fuerza comenzó el viernes pasado, cuando el personal de planta permanente de Telefónica y Telecom, nucleados en la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos de la República Argentina (Foetra), decidió permanecer en los lugares de trabajo en “estado de asamblea permanente” en reclamo de un aumento de salarios. La gremial agrupa a los trabajadores, de la Ciudad de Buenos Aires y algunas ciudades del interior de la provincia. Según sus voceros, hasta el lunes a la noche la medida de fuerza había conseguido la adhesión de la mayor parte de los trabajadores pero aún no habían tomado lo que se considera como el corazón de control tecnológico de las compañías: los centros de supervisión nacional. Uno de ellos funciona en Corrientes y Maipú y pertenece a Telefónica, el otro está en Cabildo y Dorrego y pertenece a Telecom.
“Los dos edificios fueron tomados ayer a la misma hora”, le explicó a este diario un vocero de Telecom. Los edificios contienen el sistema de alarmas, es decir detectan las fallas en las distintas prestaciones de la compañía. Con la toma, el gremio calculaba que la medida de fuerza ya contaba con un 100 por ciento de adhesión de los empleados de Capital y provincia. Así, paulatinamente, con el paso de las horas y de los días, “quedó desactivado el servicio 110 de informaciones, el 112 de reparaciones, los servicios de mantenimiento e instalación de líneas y el triple 0 para comunicaciones y servicio de llamadas al exterior del país”, dijeron los voceros gremiales. Además de esas bajas, computaban la caída de las prestaciones de servicio técnico y prestaciones de banda ancha, Internet y atención al público. “Dejamos un servicio de guardia para emergencias en hospitales, bomberos y policía”, le dijo a este diario Sergio Sosto, vocero de Foetra.
Anoche, Foetra tenía previsto continuar con la medida de fuerza hasta el jueves. “Las negociaciones no están rotas –dijo Soto– pero no hay propuestas: la empresa está negando por vía de los hechos lo que se comprometió por vía de las palabras. Seguimos hasta el jueves, cuando se decidirán en un plenario los próximos pasos.” Vaticinó que las medidas podrían profundizarse: el plenario aprobará la profundización del plan “de lucha si las empresas no acceden a conceder los aumentos de sueldos que reclamamos”. No sólo no habrá redes de comunicación, dijo, sino que quedarán afectadas “las redes de datos bancarios”.
Según los hombres de Telecom, en cambio, las redes de datos bancarios no podrían caerse: “Existe un sistema de seguridad para evitarlo y está atendido por personal que trabaja fuera de convenio”.
El gremio reclama un 25 por ciento de aumento, un porcentaje que la empresa no parece dispuesta a ceder. En este punto las posiciones parecen irreconciliables. Para el gremio, el aumento que exigen “no alcanza para equiparar los sueldos a los valores que teníamos en 1996”. De acuerdo al vocero de Telecom, “los salarios aumentaron un 48 por ciento y están en este momento en los niveles del año 2000”.
Por ahora, las compañías hicieron al menos dos movimientos para ponerle un freno a la medida. Ayer a la noche mantuvieron una reunión en el Ministerio de Trabajo. Al cierre de esta edición, el encuentro pasaba a un cuarto intermedio hasta hoy a las 15. En segundo lugar, apelaron a la vía judicial. Durante el día, Telecom presentó una denuncia penal en la comisaría 41 por “interrupción intempestiva de las telecomunicaciones”. La denuncia pasó al Juzgado Federal 3. Los empresarios no exigieron un desalojo compulsivo, pero sí voluntario: “Nosotros hemos descripto lo que nos pasó, ahora que el juez busque el diálogo para no llevar el conflicto a un nivel de riesgo para el personal, para el cliente ni para la empresa”. En ese sentido, esperan un “desalojo voluntario”.

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Maipú y Corrientes, el edificio tomado de Telefónica.
 
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